Menores del Urabá con labio fisurado y paladar hendido podrán recibir atención integral de salud

La Fundación Operación Sonrisa anunció que intervendrá quirúrgicamente, de manera gratuita, a 30 niños y niñas con labio fisurado y paladar hendido de la región del Urabá antioqueño y chocoano, y brindarán atención integral a más de 100 menores con el apoyo de un equipo multidisciplinario.

Las cirugías se llevarán a cabo del 24 al 26 de febrero en la Clínica Panamericana de Apartadó y contarán con el apoyo de cerca de 30 voluntarios entre médicos, cirujanos, fonoaudiólogos, enfermeras, psicólogos, odontólogos, nutricionistas y terapeutas, quienes por tierra y aire llegarán desde varias partes del país con el fin de devolverles la sonrisa a estos pacientes. Incluso participará un voluntario cirujano plástico de Operación Sonrisa Nicaragua, avalado por el Colegio Médico en Colombia.

Según afirmó Marcela Forero, directora ejecutiva de la Fundación Operación Sonrisa, la meta es “atender integralmente a los niños y niñas de los municipios más alejados del país, donde el riesgo de desnutrición y afectación en su desarrollo es apremiante. No escatimaremos esfuerzos para que, con el apoyo de nuestros aliados, logremos devolverles las sonrisas a miles de niños y niñas en el país, y transformar sus vidas y la de sus familias”.

Los niños y niñas que recibirán las cirugías, y sus familias, provienen de municipios como Acandí, Riosucio (Chocó), Apartadó, Carepa, Chigorodó, Dabeiba, Envigado, Itagûí, Medellín, Mutata, Necoclí, San Pedro, Turbo (Antioquia); San Pelayo, Tierralta (Córdoba); y Turbana (Bolívar).

De manera simultánea a la jornada quirúrgica en Apartadó, varios niños y niñas también recibirán atención odontológica en la ESE Hospital Francisco Luis Jiménez Martínez en Carepa, Antioquia.

Pandemia agudizó dificultades de acceso a la salud en Urabá

El Urabá antioqueño es una zona limítrofe de Colombia con Panamá y de los departamentos de Antioquia con Córdoba y Chocó, cuya población ha vivido diversas situaciones de riesgo durante la última década, principalmente a causa del conflicto armado y el desplazamiento. Debido a este escenario también se genera una gran dificultad para poder acceder a servicios de salud de manera oportuna, sobre todo para los menores con enfermedades crónicas y malformaciones.

Por motivo de la pandemia, decenas de niños y niñas que desde hace años esperaban una cirugía para corregir su condición de salud, quedaron a la espera de la reapertura de las clínicas.

Además, este no es el único problema que se presenta en la región pues de acuerdo con un estudio realizado por el Ministerio de Salud y el Observatorio Nacional de Salud y Migración, el municipio de Mutatá, del Urabá Antioqueño, presenta cinco indicadores con peores resultados en comparación con su departamento; esto lo ubica en la cabeza del listado de municipios con peores resultados en salud de los analizados en el boletín.

Así, Mutatá presenta desafíos respecto a la fecundidad en adolescentes, mortalidad por VIH/sida, IRA, incidentes de tránsito y homicidios. Llama la atención el comportamiento de la tasa de fecundidad en mujeres de 15 a 19 años, dado que es mayor en 12 de los 15 municipios que conforman la región. Igualmente, se observa que los municipios de Mutatá, San Juan de Urabá y Turbo ocupan los primeros lugares, a diferencia de Carmen del Darién y Riosucio.

De la misma manera, es relevante precisar que la tasa ajustada de mortalidad por incidentes viales es mayor en seis de los quince municipios: Arboletes, Chigorodó, Mutatá, San Juan de Urabá, Turbo y Unguía.

Durante el periodo de estudio de 2010 a 2019, los eventos de interés en salud pública más frecuentemente notificados correspondían a malaria P. vivax, agresiones por animales potencialmente transmisores de rabia, malaria P. falciparum, dengue, violencias de género y violencia intrafamiliar, leishmania cutánea, varicela y accidente ofídico.

Cabe señalar que de las 27.156 personas notificadas con malaria P. vivax en la región, el 56,8 % se concentraron en Turbo, Necoclí, Apartadó y San Pedro de Urabá. Comportamiento similar se evidencia para los casos de personas notificadas con dengue.