Durante 22 años, Ana María Bidegain esperó que la justicia valorara el video donde aparecía con vida su marido Carlos Horacio Urán, magistrado auxiliar del Consejo de Estado

JUSTICIA

Mentiras y videos

La cinta donde aparece con vida el magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán, muestra que todavía falta mucho por conocer del holocausto del Palacio de Justicia.

1 de septiembre de 2007

La justicia es ciega, dice el refrán popular. Y en los primeros 21 años de las investigaciones sobre los hechos del Palacio de Justicia, las autoridades judiciales hicieron hasta lo imposible por aplicar literalmente esa frase. Incluso contradijeron a Santo Tomás, porque ni viendo creyeron.

La familia del administrador de la cafetería, Carlos Rodríguez, dijo desde los primeros días que las imágenes de la televisión de la sangrienta toma del M-19 demostraban que él había salido vivo. Hoy la Fiscalía comparte esa apreciación. Algo parecido ocurre con Cristina de Pilar Guarín. Sus familiares la han identificado como una de los sobrevivientes que aparecen en los videos de la época. Y aunque en su momento las autoridades judiciales desestimaron esa afirmación, la Fiscalía de ahora le ha otorgado la importancia y la dedicación que merece esa declaración.

Hace dos semanas Ana María Bidegain, viuda del magistrado auxiliar del Consejo de Estado, Carlos Horacio Urán, también confirmó que no estaba loca. Que la persona que vio salir cojeando y sin camisa del Palacio sí era su marido. Que esa imagen del 7 de noviembre de 1985 no era producto de su imaginación sino la certeza de una mujer que llevaba casada 14 años con el padre de sus cuatro hijas.

Ese miércoles del mes pasado, Ana María pudo volver a ver ese video y corroborar su convicción íntima de que las autoridades de la época no le habían contado la verdad sobre las circunstancias de la muerte de Carlos Horacio. Por eso no dudó en manifestárselo así a la fiscal del caso. La mayoría de los colombianos también quedaron convencidos, luego que Noticias Uno, en una primicia periodística, emitió el video en su emisión del pasado domingo en la noche.

Increíblemente, no es el único video. SEMANA conoció que hay una imagen del noticiero aún más nítida -encontrada en la casa del coronel retirado Alfonso Plazas- y que confirmaría de que el magistrado auxiliar de 43 años, una de las promesas de su generación, emergió con vida del Palacio. Si la Fiscalía dictamina ese hecho como cierto -y se espera una decisión en las próximas semanas-, su impacto sobre la historia oficial del holocausto tendría alcances insospechados. Las preguntas de la Fiscalía han ido in crescendo desde que descubrió este año dos 'guacas' de información en inspecciones judiciales en las bóvedas del B2 de la Brigada 13 y en la casa del coronel Plazas.

En la primera, además de encontrar la billetera y papeles personales del magistrado auxiliar, se hallaron varios documentos oficiales, pero inéditos, sobre el Palacio. El que más eco ha tenido hasta ahora en la opinión pública es una lista de guerrilleros muertos, en la que aparecen asombrosamente tanto Urán como el magistrado de la Corte Suprema, Manuel Gaona. SEMANA conoció que también están los nombres de los magistrados auxiliares Luz Stella Bernal y Lisandro Romero, colegas de Urán en el Consejo de Estado. En la segunda 'guaca' encontrada en la casa de Plazas, los investigadores de la Fiscalía quedaron sorprendidos con un material fílmico de la toma que tenía el ex coronel. Varios de los videos eran de mucho mejor calidad de los que conocía la Fiscalía; parecían originales.

No es la primera vez que la Fiscalía se ve a gatas para revisar documentos originales. En los meses iniciales después de que se reabrió la investigación por los desaparecidos, los fiscales tuvieron que revisar los expedientes del caso microfilmados. Con el tiempo, afortunadamente, aparecieron las copias en papel.

Después de 22 años y pico de preguntas sin respuestas, Ana María Bidegain, una uruguaya de nacimiento y colombiana de corazón, espera que la verdad de su marido no se extravíe como el famoso video que estuvo perdido todo este tiempo. Por lo menos tiene la sensación de que esta vez los ojos de la justicia no están vendados.