NACIÓN
“Mi hijo sufre problemas psiquiátricos”: madre del soldado secuestrado por el ELN
Mientras el uniformado Yonny Andrés Ospino Castillo celebra el regreso a su natal Aguachica, Cesar, su familia le confirmó a SEMANA que el apego que sintió por sus captores se debe a un supuesto desequilibrio mental.
En la casa de Argenys Ospino, madre del soldado Yonny, todo es alegría: tíos, primos y familiares de todo tipo se dieron cita para volver a ver al uniformado, quien estuvo secuestrado durante 13 días en un campamento del ELN, luego que la camioneta en la que se movilizaba fuera emboscada en zona rural del municipio de El Carmen, Norte de Santander.
La emoción de saberlo libre se mezcló con la sorpresa que causó en la familia las declaraciones del soldado de 19 años, quien dijo a medios locales que se sentía “amañado” con sus secuestradores: “La verdad, yo no tengo nada que decir o que me hayan dado mal trato. Estoy feliz de estar libre, pero a la vez triste, porque ya me estaba encariñando con ellos”.
En diálogo con SEMANA, la señora Ospino explicó que la conducta de Yonny, lejos de ser sorpresiva, responde a un cuadro clínico y psicológico que sufre desde hace años. “Mi hijo, desde niño, enfrenta problemas psicológicos. Él no es violento, al contrario, es muy cariñoso y suele apegarse de manera rápida a las personas y sufrir problemas de depresión”.
También reveló que personalmente llevó la historia médica del joven al batallón donde fue reclutado, explicándoles que era inestable y depresivo, pero desatendieron su solicitud de declararlo no apto y lo enlistaron en la fuerza.
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“Aunque mi hijo sí quería prestar servicio a la patria, y estaba contento, me dijo que en el mes de octubre del año pasado (2020) lo llamó la psicóloga por su raro comportamiento. Me dijo: ‘debe ser porque hablo mucho y me río de todo, pero voy a dar lo mejor de mí para seguir prestando el servicio militar’”, relató Argenys.
Las declaraciones públicas del soldado Ospino le han causado toda clase de problemas, entre ellos el repudio de sus superiores y compañeros soldados, quienes mostraron su rechazo a través de las redes sociales. Los internautas han sido especialmente crueles con el muchacho, usando calificativos como “traidor” y “guerrillero infiltrado”.
“Los comandantes del Ejército no creen y aún insisten en que es mentira, y he sentido la burla a través de las redes sociales”, cuenta angustiada la madre, quien ha solicitado terapia urgente para su hijo, así como la administración de los medicamentos psiquiátricos que le habían sido recetados al uniformado antes de su secuestro.
Al llegar a su casa en el Cesar, Yonny le explicó a doña Argenis la razón de haber hablado públicamente a favor de sus captores: “Mamá, usted me enseñó a decir la verdad, y así fue. Recibí buen trato, buena alimentación y buen dormir”.
Por lo pronto, el Ejército informó que tanto Yonny Andrés como Jesús Alberto Muñoz Segovia, el otro militar liberado, están bajo observación médica y recibiendo atención psicológica para establecer si dichas declaraciones están relacionadas con el síndrome de Estocolmo, una condición mental en la cual el secuestrado termina sintiendo empatía e incluso amor por sus captores.