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“Mi presentimiento es que está retenido”, mamá de Andrés Camilo Peláez
22 días lleva desaparecido el ingeniero forestal de 26 años.
Las noches para Claudia Yépes Upegui, mamá de Andrés Camilo Peláez Yepes, el joven que fue visto por última vez en San Andrés de Cuerquía y que desapareció sin dejar rastro alguno, son de total dolor e incertidumbre. Hace 22 días un pedazo de su alma se perdió con el joven de 26 años que, como ella describe, amaba la naturaleza, los animales, los bosques y tenía tanta inocencia que siempre confiaba demasiado en la gente.
Andrés mide 1,73, tiene el cabello negro, corto y liso. Tenía una gorra marca Hurley, camisa negra que dice Yellowstone, pantalón gris y tenis verdes oscuros.
Las búsquedas oficiales y lideradas por sus seres queridos no paran. Con la tristeza que la invade, Claudia habló con SEMANA TV.
SEMANA. ¿Cuándo fue la última vez que vio o habló con Andrés Camilo y qué sabe de su desaparición?
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Claudia Yepes Upegui (C. Y.): “Mi hijo Andrés es ingeniero forestal de la Universidad Nacional y estaba con una empresa llamada WSP, contratista de EPM en unas interventorías para la compensación reforestal. El domingo 3 de abril tuvo una reunión en una vereda llamada Pasquitá. Lo recogió el transporte, fue al hotel, salió a almorzar, hablamos por teléfono en la noche, salió a las 9 de la noche del hotel y no volvimos a saber de él. Las autoridades han investigado, han hecho barridos en los sectores donde pudo estar y nada”.
SEMANA. ¿Esa salida de las 9 de la noche era personal, laboral a qué se debió?
C. Y.: “Ya estaba descansando y me dijo que tenía mucha hambre e iba a comer algo. Al día siguiente lo recogía el transporte para otra reunión cercana a San Andrés de Cuerquía”.
SEMANA. ¿Y qué pasa después, cómo se entera de la desaparición de su hijo?
C. Y.: “Según versiones del transporte, llegó al hotel, preguntó por él y no estaba. De hecho, la señora del hotel estaba preocupada porque era la tercera vez que él iba a ese hotel y ella lo conocía. Le parecía raro porque era un muchacho juicioso. El del transporte anunció a la empresa que Andrés Camilo no llegó al hotel y ya la empresa desde la parte de la seguridad investigaron, se comunicaron con una prima y ella me notificó y empezó mi traumático drama e incertidumbre”.
SEMANA. ¿Qué ha hecho para encontrar a su hijo?
C. Y.: “Inicialmente se notificó a las autoridades, la alcaldesa de San Andrés de Cuerquia, Policía y Gaula. Ellos hicieron todas las investigaciones y hasta con los bomberos. El papá ha estado recorriendo y buscando junto a los compañeros de la universidad. Las cámaras son pocas en ese pueblo. Hay una que indica que lo ven bajar por un sector y luego vuelve y sube y ya no hay más indicios. Estamos a la espera”.
SEMANA. ¿Qué le dicen de la empresa donde trabaja?
C. Y.: “WSP al inicio estuvo muy comprometida, han pasado información. Hemos estado al tanto de lo que nos dice. Nosotros facilitamos evidencia y todo lo que dé claridad. No hay nada concreto ni hipótesis alguna”.
SEMANA. ¿Cómo le han parecido las investigaciones hasta el momento?
C. Y.: “Las autoridades han hecho un gran trabajo. Sé que el proceso no es fácil. Encuentran algunos obstáculos, por ejemplo para obtener las últimas llamadas o mensajes. Hemos tenido apoyo de Ejército, Sijín, Gaula, Cruz Roja Internacional, policías y demás, pero solicito que no paren la búsqueda. Tiene que haber algo o alguien. Ese pueblo es hermético y eso da más desconcierto”.
SEMANA: ¿Había recibido alguna amenaza antes?
C. Y.: “En absoluto. No tuvo llamadas intimidantes, no. Siempre ha sido entregado a la gente, con un carisma hermoso, conversador. De hecho, trabajaba con las comunidades y juntas de acción comunal. La gente me escribe que oran por él. Él no se merece una retención, secuestro o muerte. Con sacrificio sacó su carrera adelante. Ama la naturaleza y por eso trabajaba en estas interventorías en Hidroituango”.
SEMANA: ¿San Andrés de Cuerquía cómo es en seguridad?
C. Y.: “Inicialmente quise viajar a San Andrés de Cuerquía porque como madre quise buscar, pero desde el principio me dijeron que tenía problemas de disidencias de Farc o ELN, de Los Pacheli y era mejor ser muy prudentes. El papá sí ha ido, pero el tema es como delicado, el ambiente es tenso y delicado. Se le acercan y preguntan qué hacen ahí. Un hermetismo total. Alguien tiene que saber algo, alguien debió ver algo, pero no tenemos nada”.
SEMANA: ¿Además de la velatón qué más han hecho para que la búsqueda no cese?
C. Y.: “Muchas entidades nos han ayudado. Hicimos velatón en la universidad, en el edificio inteligente, en Jericó, pidiéndole a Dios para que nos ilumine o a quien tenga información y nos la dé. Queremos que vuelva porque no se merece nada malo. Es un ser humano amoroso y hasta ingenuo, yo le decía incluso que no todo mundo era bueno”.
SEMANA: ¿Cuéntenos de como lo está viviendo usted?
C. Y.: “El 3 de abril fue cuando escuché su voz y sonrisa. Tenía muchos proyectos, pensaba en maestría o irse a estudiar inglés. Espero que nos lo devuelvan para que los cumpla. Cada que suena el teléfono o un mensaje es una incertidumbre. Como llueve todos los días pienso en que siente frío, si comió o no. Me llama gente espiritual que nos quiere ayudar, pero si tuviéramos alguna pista. No voy a descansar hasta encontrarlo. Nosotros éramos muy felices, esto nos tiene marcados, tristes. Con la ayuda de Dios volveremos a ser la familia que somos. No sé qué ser tan malo en la tierra lo pueda coger o llevárselo y no tener la valentía de informarme. Le pido al Espíritu Santo que ilumine a quien lo tiene”.
SEMANA: ¿Usted tiene el presentimiento entonces de un secuestro?
C. Y.: “Ese es mi presentimiento, que él está retenido, él es forestal. Si lo tiene un grupo al margen de la ley que se pronuncie; si es un secuestro extorsivo, también que digan. Me han llamado a pedirme plata y juegan con el dolor de una madre cuando no lo tienen”.
SEMANA: ¿Ofrecen recompensa y cuál es el mensaje a su hijo, el que posiblemente lo tenga y las autoridades?
C. Y.: “Por el momento no, hasta que no se pronuncien. Lo estoy esperando y que se comuniquen al 123 o al número de la estación de San Andrés de Cuerquia. A mi hijo le digo que sé que tiene la fuerza y los ánimos. Le pido que sea muy fuerte. A las autoridades que no paren la búsqueda y si alguien quiere darnos información, se lo suplico, se lo ruego que nos la hagan llegar”.