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“Mi relación con Amapola es entre ella y yo, y es maravillosa”: Paloma Valencia
En entrevista con SEMANA, la senadora Paloma Valencia habló de su hija Amapola y la controversia desatada en redes sociales.
SEMANA: ¿Qué piensa de lo ocurrido?
Paloma Valencia: Pienso que esta no es una pelea de Paloma Valencia o Amapola, es una pelea sobre si las mujeres que tenemos cargos muy exigentes en términos de tiempo podemos compatibilizar nuestros trabajos con nuestros hijos. Y si una sociedad puede entender que una mujer que tiene un trabajo muy demandante, también puede ser madre y que sus hijos puedan estar presentes.
SEMANA: ¿Le duele que pongan en duda su ejemplo de buena madre?
P.V.: Que me pongan de mala mamá no me preocupa porque mi relación con Amapola es entre ella y yo, creo que es maravillosa, me ha llenado de retos, bienestar y felicidad, pero sí me duele que traten de burlarse políticamente de mí diciendo que predico cosas que no hago. Creo que descontextualizar las palabras de una niña de cuatro años que está buscando la atención de su mamá, y que aparece en muchos escenarios a mi lado, es absolutamente ridículo porque tratan de convertirlo en un argumento político en mi contra…Eso es lo que me molesta, la burla a la mujer trabajadora, porque este es mi caso y en muchos sentidos estamos abriendo un espacio distinto donde, como mujer, he ido llevando a mi hija en el escenario público. Hice una campaña con Amapola desde los tres meses porque no hay otra manera de compatibilizar, en mi opinión, el ejercicio de la política que es tan demandante en tiempo, con mi ejercicio de querer ser una madre presente para Amapola. Uno esperaría que la sociedad, que dice que quiere la igualdad de derechos de las mujeres, entendiera que esos son los retos que hay de tener más mujeres en la política, en cargos de dirección…Era un video que debió hacernos reír a todos porque era chistoso.
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SEMANA: ¿Usted qué sintió en ese momento?
P.V.: Me dio mucha risa porque ella estaba buscando atención hacía rato, me había dicho varias cosas, ahí se ve su cabecita alrededor mío. A ella le gusta participar. De hecho, recordé que tengo un video de ella, aún no caminaba, haciendo campaña a mi lado. Me hacían una entrevista en Popayán, y le pasé la niña a alguien para que la tuviera, pero se puso a llorar. Entonces, salí con ella en la entrevista, me pidieron unas declaraciones y después el periodista le dijo a ella: ‘tienes algo que decir’. Y ella que no hablaba en el momento, respondió: ‘gua, gua, gua’. Es absolutamente lindo, ha sido su crianza, estar ahí, ella opina de una manera espontánea y desprevenida como lo puede hacer una niña de cuatro años sin entender mucho lo que está diciendo y las consecuencias que pueda tener.
SEMANA: Amapola es muy mediática, ¿no es mejor salir en entrevistas sin ella?
P.V.: No, yo quiero ser una mamá que tenga la puerta abierta para ella siempre, mucha gente me dice ‘por qué no te encierras’. Yo trabajo entre 12 y 16 horas al día y eso significaría que no pueda ver a mi niña. Si no la llevara a veces al Congreso, a las giras, los fines de semana, no podría verla porque los horarios de la política son muy masculinos, entonces a qué hora la podría ver. Esa es una de las razones por la que muchas mujeres no están en la política, no aceptan cargos de dirección, es la razón por la que amigas mías no aceptan ascensos porque sus niños están muy pequeños…
SEMANA: ¿Usted qué le dijo a Amapola?
P.V.: Yo le dije ‘mira Amapola, he estado pensando las cosas y creo que va a tocar que no hables cuando la mamá esté conectada’. Ella se puso a llorar, yo me sentí muy mal y le dije, no mentira, puedes seguir hablando. También pensé que no tengo porqué educar a mi hija de acuerdo a los dictámenes de Twitter, sino a lo que yo creo que es bueno para ella.
SEMANA: ¿Qué fue lo que más le dolió de esta andanada?
P.V.: Lo más doloroso es pensar que a las mujeres nos juzguen sin humor, sin comprensión, sin empatía. Imagínese una mujer que quiera ser madre y política lo que estará pensando, le toca a uno esconder el niño y no tiene por qué ser así. Los niños tienen que tener espacio al lado de sus padres, qué le quita al trabajo de senadora que Amapola, de vez en cuando, aparezca por ahí y opine que quiere ir al baño, que quiere colorear. A veces me preguntan por qué no tengo otro bebé y yo les respondo que yo no tengo una mamá que me lo cuide y se ríen todos los políticos porque entienden perfectamente todo lo que les estoy diciendo. Mi esposo es un hombre súper colaborador, comprometido en la crianza de Amapola, leemos libros, discutimos, pensamos mucho en su educación. Sin embargo, la niña tiene la relación que uno tiene con su mamá.
SEMANA: Opositores pidieron que el Icbf investigara. ¿Qué les dice?
P.V.: Ahí sí como dice el presidente Uribe, siguiente pregunta….
SEMANA: ¿No le cansa que cojan a Amapola para hacer política en su contra…?
P.V.: Les quiero decir que no será la última, que se acostumbren a que las mujeres podemos tener a los hijos en nuestros escenarios públicos. Y que se tomen las cosas con humor y empatía.
SEMANA: Pero hubo otro sector de la oposición que la apoyó bastante...
P.V.: Estoy muy agradecida con mis compañeros de partido, los militantes, los uribistas y toda la gente antiuribista que no tiene mis ideas y entiende perfectamente que esta no es una lucha de Paloma Valencia o Amapola, este es un espacio de las mujeres que tenemos hijos. Yo tomé la decisión de tener mi vida pública con mi hija al lado.
SEMANA: ¿Cómo es Amapola?
P.V.: Es una niña muy simpática, extrovertida, llena de ideas, le gusta mucho ser protagonista de las cosas, ella oye una historia y la cuenta como si le hubiera pasado a ella, tiene una imaginación muy viva, le encanta que le lean cuentos, jugar. Les fascina contar historias con muñequitos.