POLÍTICA

Mientras Uribe ‘pelea’, Zuluaga organiza

¿Qué significa la presidencia del Centro Democrático para el hombre que el domingo obtuvo siete millones de votos?

19 de junio de 2014
Zuluaga (der.) obtuvo casi 7 millones de votos a la sombra de su mentor, Álvaro Uribe (izq.) | Foto: Daniel Reina

Es posible que Álvaro Uribe Vélez sea el único colombiano al que la felicidad no lo llenara por completo tras el triunfo de la selección sobre Costa de Marfil en el Mundial de Fútbol. Justo a la hora en que José Pékerman y los jugadores se abrazaban y millones de aficionados estallaban en júbilo, el exmandatario estaba trinando indignado contra Juan Manuel Santos.

Esa vitalidad y terquedad le han dado el derecho para ser el jefe natural del Centro Democrático. Este nuevo partido nació en torno a sus ideas, a su imagen. El emblema del movimiento es su silueta, y las directrices del exmandatario son las que se adoptan como palabra definitiva.

Quizá por eso, muchos creen que el nombramiento de Óscar Iván Zuluaga como nuevo presidente del movimiento puede ser simbólico. Una especie de consuelo para quien sorprendió con una votación de casi siete millones de votos, pero que le fue insuficiente para alcanzar la Presidencia. Sin embargo, el hecho de que la bancada de congresistas electos del movimiento lo hubiera aclamado como el número 1 del partido, en teoría lo ubicaría como el nuevo jefe del expresidente Uribe.

Sin embargo, esto no quiere decir que el expresidente pierda influencia en las decisiones del partido. “Uribe, como jefe natural, es el principal orientador”, dice el exsenador Juan Carlos Vélez. Lo que esto significa es que habrá una división de roles en los que seguramente a Uribe lo podrían desbordar por su nueva condición de congresista.

Como el Centro Democrático apenas nació como partido en las elecciones de marzo, aún tiene que ajustar sus estructuras departamentales. Esa tarea le será encomendada a Zuluaga, quien en el momento en que la Registraduría entregue todas las credenciales de senadores y representantes pasará a ser el representante legal del movimiento.

“Óscar Iván tiene que empezar a ajustar la parte operativa, ir a las regiones, organizar comités políticos de departamentos que nos permitan ganar Presidencia en cuatro años”, dice Vélez.

Óscar Iván, además es un hombre con experiencia en la arquitectura de los partidos políticos. Ya lo hizo en la pasada década cuando empezó a armar un partido uribista, tarea que consolidó como fundador del Partido de la U. Y además, su desempeño en las elecciones, al ganar la primera vuelta y obtener casi siete millones de votos, le dan legitimidad dentro del partido.

Otra de las funciones que le esperan a Zuluaga es diseñar la estrategia para las elecciones regionales del año próximo. Como presidente del partido tendrá que firmar el aval de los candidatos, una labor que no está exenta de fricciones al interior de los partidos. Sin embargo, esa decisión será colegida, pues habrá un comité político que será el que decida los avales y, posteriormente, Zuluaga los firme.

Al interior del partido se advierte que Zuluaga tendrá autonomía frente a Uribe, quien a partir del 20 de julio asumirá como jefe de bancada del partido y será quien encabece y lidere la oposición a Santos en el Congreso. Por eso mientras Uribe batallará contra la Unidad Nacional de Santos, Zuluaga organizará el Centro Democrático.