RELIGIÓN
¡Ojo! Este miércoles de ceniza no se impondrá la santa cruz en la frente
El Vaticano explicó que habrá algunos cambios para la tradicional celebración, como por ejemplo que los feligreses ya no tendrán una cruz en la frente sino que el sacerdote dejará caer ceniza en la cabeza de las personas.
Miércoles de ceniza es uno de los días más importantes para la fe cristiana, pues significa que se inician los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
Tradicionalmente las personas van a misa para que en su frente el sacerdote ponga una cruz con las cenizas producto de la quema de los restos de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso. Esta tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. Por aquel entonces las personas se colocaban la ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
Ahora, en la actualidad tal parece que esa tradición toma vigencia, pues con las medidas de bioseguridad por el cuidado de la pandemia del coronavirus, esta celebración debe tener algunos cambios esenciales que antes no se había visto.
Este año no habría marca en la frente, sino que los sacerdotes dejarán caer una pequeña cantidad de ceniza seca en la cabeza de los feligreses, evitando el contacto con las personas. Así las cosas, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dispusieron de un orden específico que se deberá acatar durante la tradicional celebración. En ese orden se especifica que el sacerdote acudirá a todas las medidas de protección como alcohol y tapabocas e indicará si las personas pueden acercarse o, por el contrario, será el mismo quien se acerque a los feligreses. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer en la cabeza de las personas.
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Por su parte, el Vaticano, a inicios de este año, había dado también unas especificaciones de cómo se iba a llevar a cabo esta celebración: “Pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: ‘Convertíos y creed en el Evangelio’, o bien: ‘Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás’”.
Posteriormente, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Así, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada, según comunicó el Vaticano.
Entretanto, en Bogotá la Arquidiócesis planteó varias formas para que los feligreses lleven a cabo su tradicional celebración. “La pandemia generada por el coronavirus ha incentivado a la Iglesia a buscar nuevas formas de celebrar y evangelizar”, se lee en un comunicado. Así las cosas, la iglesia arquidiocesana, en cabeza de monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, propone, en medio de las limitaciones y condiciones de salubridad necesarias para proteger la vida y el bien de la comunidad, imponer el rito de la ceniza de tres maneras:
1. Imposición de la ceniza dentro de la misa, que, en esta ocasión, se hará al final de la misma. La ceniza se entregará en la mano izquierda de los fieles y cada uno trazará sobre su frente el signo de la ceniza. Los ministros pondrán la ceniza en la mano de los fieles utilizando una cuchara pequeña.
2. Celebración de la Palabra e Imposición de la ceniza, fuera de la misa. Esta consiste en el rito de la ceniza fuera de la misa, en el templo, capilla, centro religioso o lugar de paso con afluencia de fieles y que, según la necesidad y el contexto, el sacerdote o laico puede adaptar. Se respetará estrictamente el aforo autorizado para cada templo, de modo que los fieles entren por grupos. Después de cada celebración de la Palabra, se hará la desinfección del lugar y seguirá el siguiente grupo.
3. Imposición del rito de la ceniza, en una celebración en familia. Esta indica la posibilidad de imponer la ceniza entre sus miembros, si es que alguno de la casa se encuentra impedido para acercarse a la iglesia. En este caso, los sacerdotes dispondrán pequeñas porciones de ceniza para las personas que la soliciten “con la sana intención de celebrar en casa”. La Arquidiócesis aseguró que la modalidad que será divulgada a las familias, por WhatsApp, correo y la página web, de cada parroquia.