Nación

Migración Colombia se refiere a espías rusos que fueron expulsados de Colombia

Durante más de dos años, organismos de inteligencia nacionales hicieron seguimiento a los movimientos de dos funcionarios de la embajada rusa en Colombia.

22 de diciembre de 2020
Otros países donde hubo espionaje "en menor intensidad" fueron Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, | Foto: Archivo Semana

SEMANA reveló la historia dos ciudadanos rusos que habían llegado como diplomáticos a la embajada de ese país en Colombia y que fueron expulsados el pasado 8 de diciembre de este año.

A propósito, Juan Francisco Espinosa, director de Migración Colombia, hizo una rueda de prensa y se pronunció al respecto. “En efecto, el pasado 8 de diciembre abandonaron territorio nacional dos extranjeros de nacionalidad rusa que servían a la embajada de ese país en nuestro territorio, las razones que motivaron este abandono son ajenas a Migración Colombia y competen a razones de Estado a las cuales prefiero no referirme”.

Espinosa aclaró que dadas las circunstancias en que salieron estas dos personas de Colombia, en el corto plazo no podrán retornar al país y frente a la pregunta sobre si hay más casos como estos, aseguró que la entidad trabaja de forma articulada con las demás autoridades y que siempre que se presenten afectaciones a la seguridad del país y de los colombianos, “procederán en consecuencia”.

Según confirmaron fuentes de inteligencia, se trata de Aleksandr Nikolayevich Belousov, integrante GRU (Servicio de Inteligencia Militar de Rusia), quien aparece acreditado en Colombia desde el 1 de noviembre de 2017, y de Aleksandr Paristov, integrante del SVR de Rusia, quien entró a territorio nacional el 17 de enero de 2019.

Durante más de dos años, organismos de inteligencia nacionales hicieron seguimiento a todos y cada uno de los movimientos de estos funcionarios de la Embajada rusa que en realidad eran espías. Los hombres estaban dedicados a obtener información de inteligencia militar, de tecnología e infraestructura crítica del sector energético del país.

Es la primera vez que se presenta la expulsión de diplomáticos rusos en América Latina por adelantar actividades de espionaje, esta vez en territorio colombiano.

Belousov y Paristov tenían el cargo de tercer secretario en la Embajada rusa; las autoridades colombianas tienen todo el récord de sus movimientos y sus contactos, porque obtenían información a través de fuentes humanas a las que pagaban jugosas sumas de dinero.

SEMANA pudo establecer que el pasado 7 de diciembre el embajador de Rusia en Colombia, Serguey Koshkin, fue citado a la Cancillería donde le fue entregada una nota verbal en la cual se le solicitó la salida del país de sus dos funcionarios. El Gobierno colombiano le dio a Rusia 24 horas para que Belousov y Paristov salieran del país, como indican los protocolos diplomáticos.

Sin pedir mayores explicaciones, el embajador Koshkin se dirigió a su sede diplomática e impartió las órdenes a sus dos funcionarios. Al día siguiente, el 8 de diciembre, las cámaras de seguridad del Aeropuerto El Dorado registraron la salida de dos espías y sus familias; por esta razón, este martes se conoció que Rusia expulsó también a dos diplomáticos colombianos que trabajaban en la Embajada de Colombia en ese país.

¿Qué hacían los espías rusos en Colombia?

Aleksandr Nikolayevich Belousov y Aleksandr Paristov se camuflaban en su acreditación diplomática para obtener información crucial y reservada sobre temas sensibles y estratégicos de nuestro país en materia militar y energética. Los funcionarios hacían inteligencia de campo, como lo detectó la poderosa Operación Enigma, que contó con el trabajo permanente de un grupo de inteligencia del más alto nivel, conformado por agentes encubiertos de la Fuerza Pública colombiana.

Los espías aparentaban llevar una vida de diplomáticos normal, pero constantemente hacían desplazamientos extraños, tenían a su disposición varios vehículos y se movilizaban por los lugares más insólitos, especialmente en Bogotá.

La inteligencia colombiana los infiltró y ambos quedaron al descubierto. Por esta razón, con un informe muy completo, el Gobierno solicitó al embajador de Rusia la salida inmediata de los espías. Esta se dio en el plazo exigido por la Cancillería, de lo contrario, tanto Belousov como Paristov habrían perdido su inmunidad diplomática y habrían tenido que enfrentar cargos en Colombia por espionaje.