Nación
Militar implicado en crimen de presidente de Haití se sometería a la justicia de EE. UU.
La Policía confirmó que Mario Antonio Palacios fue traslado a Miami para responder ante la Corte para el Distrito Sur de La Florida.
El director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, confirmó que fue remitido ante las autoridades de Estados Unidos, Mario Antonio Palacios, el militar colombiano que estaría implicado en el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise.
“Aunque la Policía Nacional de Colombia, a través de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin) estaba lista para recibirlo y notificarlo de la circular roja en su contra por esos hechos, las autoridades de Panamá (donde hizo escala) le dieron a conocer una solicitud de Estados Unidos”, indicó el oficial.
Es de recordar que las autoridades de Jamaica reportaron la captura de Palacios, y el Tribunal Supremo de la isla ordenó su deportación. De acuerdo con el general Jorge Vargas, Palacios habría ofrecido colaboración plena en todos los temas una vez concurra ante la instancia judicial estadounidense.
Sobre Palacios las autoridades colombianas informaron que, según la ficha de Interpol, el hombre capturado fue plenamente identificado y se trata de un sujeto de 43 años que nació en Quibdó, Chocó. Es uno de los señalados de participar en el magnicidio del mandatario y el único en haber escapado de las autoridades.
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La investigación señaló que Palacios es uno de los militares que aparentemente llegó en cumplimiento de un contrato con una empresa de seguridad con sede en Miami, pero con representación legal de un ciudadano venezolano, identificado como Antonio Emanuel Buitrago.
Es de recordar que Palacios aseguró a SEMANA no haber participado en el magnicidio del presidente haitiano. “No sé quién lo mató. Lo digo de corazón por mi familia, por mis hijos. No sé quién lo mató porque cuando yo llegué a esa habitación ya estaban los comandos Yepes y el señor Romero”.
Además, indicó que “se vinieron los otros policías en contra de nosotros, con todo a masacrarnos”. Los colombianos se habían escondido en una casa del barrio. “Ellos nos masacraron. Nos masacraron ahí”, agregó. “Se nos metieron a la casa. Al señor Romero lo mataron con una granada de mano. Se la lanzaron. Le cayó a él y cayó muerto. Al señor Manuel lo hirieron también. Quedó ahí tirado. Dijo: ‘Muchachos, váyanse’”, narró.
Añadió: “Quiero decir la verdad, contar la verdad de todo lo que pasó. Yo ando prófugo de la justicia acá (en Haití) porque acá no hay garantías de nada. Acá la Policía es torcida toda. Acá no hay nada. Esto es tierra de nadie. Entonces me he salvado por mi color de piel, he estado escondiéndome en algunos sitios todo el día, no duermo casi, estoy muy preocupado por mi vida (...). No me pienso entregar tampoco y si me toca tirarme al mar, me tiro”, dijo Palacios a este medio.
En otro relato de los exmilitares capturados por el crimen del presidente haitiano, dijo que “no consiguieron el material completo, entonces Capador dijo: ´No, no se hace porque no tenemos material completo, y yo no voy a entrar con gente sin armas´. Ejemplo: van a ir 20 personas y de los 20 van siete armados y los demás sin armas. Entonces así pasó el segundo día, llegó otro poquito, no llegó lo suficiente y ese otro día también se postergó. No había el suficiente material para la seguridad de nosotros”.
La versión entregada fue la del soldado Juan Carlos Yepes, quien además señaló que usaron “armas cortas y largas, entre esas, escopetas. Muchas de esas armas tocó devolverlas porque no servían”.
Sobre el origen de dichas armas él aseguró que nunca lo supo, pero mencionó a un haitiano apodado Bahio o Bahión, que hablaba español y quien habría coordinado la logística del armamento con el sargento (r) Capador. Está comprobado que cada arma de fuego costó entre 4.000 y 7.000 dólares. El soldado (r) entregó un dato clave para la investigación: había un infiltrado en la casa presidencial, quien daría la señal para iniciar la operación.