Agricultura

MinAgricultura inyectó $ 50.000 millones a garantías hasta del 80 % en créditos de pequeños productores campesinos

Con esta iniciativa se espera otorgar 275.000 nuevos créditos para impulsar la reactivación del campo colombiano.

3 de junio de 2022
Billetes de cincuenta y veinte mil pesos
"El Gobierno le va a servir de fiador a los pequeños agricultores y ganaderos de nuestro campo ante los bancos", explicó el funcionario. Foto: Nathalia Garzón - Revista Dinero | Foto: Nathalia Garzón

El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, anunció este viernes la inyección de $ 50.000 millones al Fondo Agropecuario de Garantías (FAG), con el que se busca garantizar hasta el 80 % a los préstamos que hagan los pequeños productores del campo colombiano.

En pocas palabras, el Gobierno nacional le va a servir de fiador a los pequeños agricultores y ganaderos de nuestro campo ante los bancos, y que no les nieguen los préstamos por falta de garantía. Es con hechos como en el Gobierno del presidente Iván Duque buscamos apoyar el sector agropecuario del país y facilitar el acceso a recursos para financiar proyectos del sector agropecuario, pesquero, acuícola y forestal”, dijo el ministro de Agricultura.

De igual manera, el jefe de la cartera agropecuaria explicó que con esta capitalización se asegura la estabilidad y funcionamiento del Fondo, instrumento facilitador de acceso al crédito, especialmente de los pequeños productores que no cuentan con suficientes garantías para ser sujetos de crédito con el sistema financiero colombiano.

“Para acceder a este beneficio, ‘Don Pacho’ o cualquier pequeño productor agropecuario, puede acercarse a una entidad financiera privada o al Banco Agrario de Colombia y solicitar este respaldo otorgado para los créditos redescontados a través del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro)”, indicó Zea Navarro.

Los beneficiarios recibirán, además de una garantía de su préstamo del 80 %, un subsidio de casi 4 % a la comisión, el cual se traduce en garantizar una tarifa mínima de tan solo el 1,5 %, sobre el valor del crédito, para el acceso a los servicios del FAG, para el otorgamiento del crédito, agregó.

Con esto, el Ministerio logra mantener el menor costo de acceso para el pequeño productor, a pesar del incremento en los niveles de riesgos evidenciado por la situación económica posterior al periodo de pandemia, y muestra el compromiso del Gobierno con la reactivación de los pequeños productores del campo colombiano.

La expedición de garantías por parte del FAG ha presentado una tendencia creciente desde el 2020, en el marco de la pandemia del virus de la covid-19, ya que la mayor vulnerabilidad económica generó un incremento en la aversión al riesgo de los intermediarios financieros y, en consecuencia, una mayor demanda de garantías.

Esto, según el jefe de la cartera agropecuaria, beneficiará a los palmicultores porque: “para nadie es un secreto que la banca, para que le pueda estar prestando recursos a pequeños y medianos productores, es necesario contar con el FAG”, y este año se asignaron recursos del Presupuesto General de la Nación para que los créditos puedan llegar a los pequeños productores.

Dentro de estos productores están los de palma, donde un 85 % de cultivadores son pequeños, continuó el funcionario.

Es importante recordar que la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) estima que la producción de aceite se mantenga en 2022, respecto a las cifras obtenidas en 2021.

Así lo anunció el director de Planeación Sectorial de la entidad, Andrés Felipe García, quien explicó que el año pasado la producción fue cercana a las 3,4 toneladas por hectárea cultivada.

Para el mediano y el largo plazo, el objetivo de la federación es que la producción nacional ascienda hasta las cinco toneladas, en promedio, y enfatizó en que esta cifra es posible, puesto que “hay productores que han llegado hasta las diez toneladas de aceite por hectárea hoy”.

De igual manera, García explicó que el consumo de aceites vegetales crece en el mundo por dos factores. “Principalmente porque la población aumenta, y porque el ingreso medio global ha subido, particularmente en países en desarrollo, lo que les permite equilibrar su ingesta calórica, donde el aceite es parte fundamental”, manifestó.