Mindefensa advierte que ya tienen borrador del proyecto antivandalismo

El proyecto antivandalismo, que propuso el presidente de la República, Iván Duque, fue una respuesta a los hechos de violencia, terrorismo y hostigamientos, no sólo a la fuerza pública, sino a la comunidad y durante las jornadas de protesta del Paro Nacional. El presidente lo anticipó y ahora el ministro de Defensa, Diego Molano, advirtió que tienen listo un borrador de ese proyecto.

Molano aseguró que el proyecto tiene tres pilares fundamentales, que incluye, en primer lugar: endurecer las penas para quienes incurran en conductas ilegales relacionadas con la movilización o que afecten la protesta pacífica. El proyecto, según el ministro Molano, se acompaña de la creación de nuevo tipos penales, es decir, nuevos delitos sobre conductas que a su criterio no están penalizadas. Por último, son los mecanismos para garantizar que la infiltración de los violentos no afecte el normal desarrollo de la protesta pacífica.

El anuncio del proyecto antivandalismo lo hizo el primer mandatario durante la ceremonia de ascensos en la Policía y allí mismo advirtió que la ciudadanía debe rechazar el vandalismo, además de que la responsabilidad de los actos violentos también la deben asumir los alcaldes y gobernadores, respecto a los procedimientos o decisiones que se adopten para enfrentar el vandalismo.

“La defensa del orden público es una especie de pirámide institucional, que empieza desde lo local hasta el comandante supremo, pero donde ninguno puede relativizar nuestra competencia y nuestro deber de proteger la vida, honra, derechos y libertades”, dijo el presidente de la república.

Con el borrador listo y la intención viva, el Gobierno espera presentar este proyecto de ley en la próxima legislatura en el Congreso, muchos han expresado su apoyo, aunque otros insisten que se quiere estigmatizar la protesta pacífica y a quienes la ejercen a través de leyes que penalizan la movilización y el derecho a manifestarse.

Expertos penalistas advierten que adicionar delitos, endurecer penas o anticipar proyectos sobre asuntos que ya están en el código penal, no sólo suena a redundancia, sino que puede estar en lo que comúnmente se conoce como populismo punitivo. Aseguran que no es necesario inventar un rosario de delitos cuando muchas de las conductas criminales que se comenten en y por fuera de la protesta, ya están penalizadas y pueden ser investigadas por la Fiscalía y juzgadas por los jueces.

El camino para la ley antivandalismo no está fácil, primero debe superar los cuestionamientos de los expertos que justamente serán consultados para construir el texto final, luego llegar al Congreso y ganarse el visto bueno de las mayorías, que seguramente van a pensarlo en una coyuntura como esta, donde los ojos de organismos internacionales están sobre Colombia y las decisiones que toman quienes gobiernan, o en este caso apruebas leyes.

El presidente insistió, al hacer su anuncio, que el problema está en no hacer una clara diferencia entre quienes ejercer su derecho a la protesta y lo hacen de manera pacífica, y los que provocan daños, destruyen el comercio, el transporte y atentan contra la seguridad ciudadana. Aseguró el presidente que esa diferencia debe quedar marcada y a los vándalos hay que tratarlos como delincuentes.

“A los vándalos que destruyen infraestructura, transporte público, que pretenden secuestrar buses y colgar cables que ya se han cobrado vidas en muchas de las calles se les llama como son: delincuentes”, dijo el presidente.

Sin importar cuál será la dinámica para la presentación del proyecto, el hecho es que ya tienen listo un borrador, un aviso de que el asunto no se quedó en meros anuncios.