POLÍTICA

Mira qué eficiente

En un país donde abundan los escándalos de partidos políticos, Mira ha logrado ser reconocido por sus colegas por su cohesión y su disciplina.

2 de mayo de 2009, 12:00 a. m.
En nueve años, ningún candidato presidencial ha logrado la adhesión de Mira

Mientras los partidos más grandes, como el Liberal, La U, el Conservador, el Polo Democrático y Cambio Radical, se debaten entre los escándalos, las pugnas de poder y las divisiones, hay un movimiento político que desde hace nueve años y sin mucho bombo ha venido tomando fuerza en los espacios del poder. Se trata del Movimiento Independiente de Renovación Absoluta, más conocido como Mira, fundado por el concejal de Bogotá Carlos Baena y por la senadora Alexandra Moreno Piraquive.

Desde su fundación, Mira prácticamente ha triplicado su caudal electoral y hoy cuenta con dos senadores, una representante, tres diputadas, 365 concejales y 226 ediles en el país. Sin embargo, su crecimiento vertiginoso no es su única particularidad. Al fin y al cabo, partidos como el Polo y Cambio Radical han logrado hacer lo mismo, o más, en cortos lapsos. Lo que la hace distinta es que Mira funciona como una verdadera bancada y que genera admiración entre congresistas y funcionarios de todas las vertientes políticas. "Suelen presentar muchos proyectos sobre todos los temas sin detenerse en los polémicos, sus planteamientos son particularmente metódicos y sus voces en el Congreso se hacen oír", dice María Isabel Nieto, ex viceministra del Interior.

Así han promovido leyes como la que beneficia a personas de baja estatura, la de política pública para el adulto mayor y la de responsabilidad de las empresas y el manejo de los residuos sólidos y desechos peligrosos.

A diferencia de la mayoría de los otros partidos, las personas que quieran hacer parte de Mira tienen que pasar por un proceso de formación ideológica. "Tenemos una escuela de gobierno para formar 'miraístas' que lleven nuestras ideas a los cargos públicos", afirma el concejal Baena. "La base del 'miraísmo' es el compromiso con la democracia deliberativa, basada en acuerdos y no en mayorías".

Su obsesión con formar líderes los llevó a plantear una propuesta singular: el próximo 27 de marzo, harán una consulta en las urnas, no para elegir aspirante presidencial, sino para escoger los miembros de su lista al Congreso. Los aspirantes deberán demostrar ante el directorio nacional que conocen el 'miraísmo', que no tienen antecedentes judiciales y que se comprometen a actuar en bancada. Porque otra de las particularidades de Mira es que, aplicando el concepto de 'bancada vertical', sus líderes procuran que desde el edil hasta el congresista, trabajen los mismos temas. "La coordinación entre todos los niveles es impresionante", dice la ex viceministra Nieto.

Y con ese argumento explican su voto favorable por el referendo. Dicen que entre sus seguidores hay un consenso a favor de la reelección. Sin embargo, insisten, eso no los convierte en uribistas y quieren mantenerse por fuera de esa categoría. "Fuimos los únicos en votar negativamente el presupuesto nacional", aclaran Baena y Moreno.

Los integrantes de Mira también tienen características de disciplina difíciles de encontrar en el mundo de la política. Además de que nunca faltan las sesiones, las personas que están en sus grupos de apoyo normativo son pagadas por el Movimiento. "Son extremadamente organizados, llegan puntuales, aquí todos les reconocen que ponen mucho cuidado al trabajo legislativo", dice el representante Simón Gaviria, en alusión a las cuatro figuras visibles del movimiento: los senadores Alexandra Moreno y Manuel Virgüez, el concejal Baena y la representante Gloria Stella Díaz.

Pero como de algo tan bueno no dan tanto, al hacer otra lectura de Mira surgen también cuestionamientos. Algunos congresistas creen que la disciplina de sus miembros se debe a que funcionan como una iglesia y advierten que tanta cohesión impide el pluralismo. No en vano, sus líderes son pastores de una corriente evangélica e incluso personas cercanas al movimiento, como el hermano de la senadora Alexandra Moreno, lo han calificado de "negocio".

"Eso no es cierto -responde Baena-. Tenemos presencia en 18 departamentos. Entre nuestra gente hay cristianos no católicos, católicos a secas, cristianos católicos, laicos... Nuestro movimiento es ciudadano, no religioso". El concejal insiste en que el pluralismo es otra característica de Mira y que sus listas a Congreso tendrán el 50 por ciento de mujeres y un espacio para minorías étnicas.

Ahora Mira tiene el reto de pensarse en el largo plazo. Sus líderes rechazan cualquier tipo de coalición o alianza con otros partidos, lo cual pone en riesgo su permanencia. Sobre todo, cuando la reforma política propone aumentar el umbral electoral y establece que para que un movimiento pueda sobrevivir, necesita, al menos, el 3 por ciento de los votos del censo electoral. "Pero eso no nos atemoriza, dice Baena. La consulta del 27 dejará claro que Mira, unido, tiene esos votos y más".