Momentos de terror: así fue atraco a taxista en Bogotá

Semana conversó con un taxista en Bogotá que fue atracado. Luego del robo, los delincuentes lo apuñalaron.

El relato del taxista Jorge Cifuentes explica que ocurrió todo en el sector La Lomas. Y estuvo esperando que lo atendieran en el hospital El Tunal. El hombre se encontraba prestando su servicio y le contó a Semana cómo pasó todo.

“Estoy recuperándome, me encontraba prestando el servicio como normalmente lo hago, en la tarde, como a eso de las 6:30. Iba desde la Contraloría para Las Lomas hacia el barrio Puerto Rico. Tomo la ruta que la usuaria me indica, ella sin intención de que eso iba a suceder. Cuando subo el barrio Las Lomas, unos furgones arman trancón, los delincuentes aprovechan el trancón, me estallaron el vidrio y me pegan una puñalada en el brazo derecho”, contó.

“Hace dos meses fui víctima de un atraco pero en esa oportunidad pude reaccionar, mandando el carro contra un barranco, el delincuente se tiró el vehículo, no se pudo llevar mis pertenencias. Aquí en Bogotá no hay percepción de inseguridad, es que la inseguridad es la realidad. El director de seguridad dice que es mentira, nadie hace nada, la Policía solo verifica. Los retenes son solamente cuando uno va solo pero cuando hay servicio, no requisan, ni verifican los pasajeros”, relató.

Sobre el momento del atracó, prosiguió su relato cómo querían hacerle un daño peor: “Se siente uno impotente porque en un trancón, no puede uno ir ni para delante ni para atrás, nadie hace nada. Ni bulla, todo el mundo mira. Uno no se puede defender. No hay palabras para describirlo. El primer intento fue al pecho, en ese momento me corta un dedo y sigue haciéndome lances, me defendí con el soporte del celular y una toalla, nada más. Eran dos hombres, uno por lado derecho, otro por el lado izquierdo, se metió de cabeza por el vehículo a hurtarme las pertenencias. Aprovechan es los trancones para poder atracar. La pasajera solo gritaba y el sujeto le dice ud también entrégueme su teléfono, intenta agarrarla a ella, pero por la división que le puse al carro en acrílico y eso no permitió que pasara algo peor. Nadie se dio cuenta. Salgo de ahí, otro conductor atraviesa el vehículo para dejarme salir. La dejé en su lugar de residencia, llamo a mi esposa para que me acompañe al hospital”.

Don Jorge cuenta el “viacrucis” que vivió en el hospital El Tunal porque el vigilante le pidió tomar turno: “La enfermera me pone un esparadrapo, me piden esperar que el médico me llame. Cuando me llama, me mira la mano, y dice que era un tema de ortopedia y aquí no hay ortopedista. Me dijo que me daba orden de hospitalización y el ortopedista llega a las 7 de la mañana, no hay camilla para hospitalización. La otra opción, me dijo, era irme para la EPS. Firmé y el viacrucis fue para que me dejaran salir, hasta que la EPS autorizara el cobro de la entrada al hospital”.

A propósito, este viernes, Jorge Luis Vargas, director de seguridad ciudadana de la policía cree que hay dos cosas innegables: primero, que los hechos de inseguridad quedan en evidencia por la facilidad tecnológica de la época; segundo, que los indicadores de seguridad que hablan de reducción.

En entrevista con SEMANA, el general explicó que los homicidios tienen un indicador a la baja de 5 %, lo que equivale 571 vidas salvadas, en comparación con el año anterior. También dijo que, en la institución, registran 36 mil lesiones personales menos –una reducción del 32 %– y que el hurto también ha bajado en una proporción similar, del 30 %.