NACIÓN

Pruebas de supervivencia de la monja colombiana secuestrada por yihadistas

El Ministerio de Relaciones Exteriores recibió evidencias de vida de que la religiosa franciscana Gloria Cecilia Narváez Argoty, quien fue secuestrada en la aldea de Karangasso, Malí.

2 de julio de 2017
Gloria Cecilia Narváez Argoti es una misionera de 56 años. | Foto: Archivo particular

El pasado 8 de febrero un grupo de hombres armados privaron de la libertar a la religiosa franciscana Gloria Cecilia Narváez Argoti. La cancillería colombiana detalló que el secuestro se produjo en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, que a su vez se halla a unos 400 kilómetros al este de Bamako, la capital de Malí.

Desde entonces la Embajada de Colombia en Ghana, concurrente para Malí, ha trabajado para lograr la liberación de la misionera de 56 años y oriunda de Pasto, Nariño. Incluso la Policía Nacional envió dos oficiales durante varias semanas para esclarecer los hechos y trabajar con las autoridades de ese país. 

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"Conocer que se encuentra con vida nos anima a seguir trabajando por su pronta liberación. Sin embargo, reiteramos nuestro enérgico rechazo y contundente condena a quienes la mantienen privada de su libertad", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de un comunicado público.

El ministerio también exigió a los captores la inmediata liberación de la religiosa, a la vez que hizo un llamado a la comunidad internacional y a Naciones Unidas para que brinden todo el apoyo y la cooperación necesaria para lograr, de forma segura, el regreso a la libertad de la colombiana, quien pertenecía a la congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada. 

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De acuerdo con un concejal de Karangasso, en Malí, Narváez fue obligada a subir en una ambulancia de la parroquia para la que trabajaba, que luego fue abandonada por los secuestradores a pocos kilómetros de la aldea. “Solo la secuestraron a ella”, añadió una fuente de la iglesia del pueblo, que vio cuando los hombres se iban con la monja colombiana.

Nárvaez, amante de la lectura y de los bambucos, llevaba más de 12 años por fuera del país en diferentes misiones de su congregación. Luego de un periodo en Benin migró hacia Mali, donde estuvo los últimos siete años trabajando en programas de alfabetización y costura.

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Malí vive una insurrección yihadista en el norte de su territorio. A principios de 2012, la región llegó a caer en manos de grupos vinculados a Al Qaeda, aprovechando la retirada del ejército frente a los rebeldes tuaregs, que inicialmente se habían aliado a estos grupos antes de ser expulsados.