Sométanse o todos irán cayendo uno tras uno: Santos al Clan del Golfo

A las 6 de la tarde de este jueves, la fuerza pública le dio un golpe contundente al Clan del Golfo, la organización criminal más grande del país. En una operación en área rural de Turbo, en el Urabá antioqueño, un grupo combinado de la Policía y el Ejército ejecutó un operativo en el que murió Gavilán, el segundo hombre al mando de ese grupo narcotraficante.

Este viernes, el presidente Juan Manuel Santos se refirió a la operación, que calificó de ejemplar. Acompañado de varios comandantes de la Fuerza Pública, como los generales Juan Pablo Rodríguez, Alberto Mejía, Jorge Nieto, del ministro Luis Carlos Villegas, entre otros, el mandatario aseguró que "no hay capo, por más poderoso que se sienta, que no haya caído cuando las Fuerzas lo toman como objetivo de alto valor".

Santos también sostuvo que ese es el golpe más fuerte que se la ha suministrado a la organización en los últimos dos años, desde que comenzó la operación Agamenón, una arremetida frontal de las Fuerzas contra el Clan. En ese tiempo, agregó, se han incautado 100 toneladas de cocaína y activos avaluados en medio billón de pesos, que ahora están en proceso de extinción de dominio.

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"Quiero felicitar a los miembros de las fuerza que participaron en esta operación . Fue ejemplar, muy bien lograda. Cada vez adquieren nuestras fuerzas más experiencia", dijo Santos.

El presidente habló del prontuario de Gavilán, quien tenía una trayectoria criminal de más de 20 años, coordinaba las rutas de narcotráfico hacia Centroamérica y fue quien ordenó el plan pistola para asesinar policías en todo el país. Pero su pasado delincuencial no se agotaba allí.

Con 17 órdenes de captura en su contra, Gavilán era conocido por su facilidad para apretar el gatillo y por sus aberraciones sexuales. En una amplia zona de Urabá obligaba a niñas menores de edad, entre 12 y 15 años, a sostener relaciones con él. Si ellas o sus familias se oponían, las asesinaba. De allí el inmenso temor que le tiene la población civil. Esa mezcla de miedo y una gran capacidad para corromper a las autoridades locales, incluidos policías, militares, fiscales y jueces, le permitió gambetear varias veces los operativos en su contra.

Agamenón comenzó en 2017 su segunda fase con grandes golpes contra varios de los hombres más cercanos a Dairo de Jesús Úsuga, alias Otoniel, primero al mando del Clan del Golfo. La muerte de alias Pablito, su lugarteniente de mayor confianza el pasado 2 de mayo, el decomiso de casi 100 toneladas de droga y cerca de 1.000 integrantes del Clan arrestados, fueron golpes que disminuyó a esa banda resentió y llevó a que se desatara una arremetida mafiosa al estilo Pablo Escobar contra la Policía.

Ante esos resultado, Santos sentenció a los criminales de esa organización. "Al Clan del Golfo le digo: sométanse a la justicia o todos irán cayendo uno tras uno. Tarde o temprano pero caerán".