“Lo que ellos hicieron antes produjo el terrible desenlace”: abogado Jaime Granados

Ya está en poder de la Fiscalía un escrito formulado por el abogado Jaime Granados, representante de la familia Cabrera, en el que se solicita al ente investigador que impute por “homicidio” a tres jóvenes que compartieron con Andrea Cabrera la noche en que ella terminó muerta. Se trata de Jaime Esparza, Luis Miguel Flórez y Mauricio Ladino.

El argumento esencial con el que se buscará probar la responsabilidad de los tres jóvenes es que al menos Luis Miguel Flórez “sí sabía que Andrea Cabrera había tomado una pepa de éxtasis” cuando ella misma no estaba enterada de ello, lo cual solo tiene explicación en que los jóvenes se la pusieron en la bebida de forma inconsulta.

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Para entender el quid del planteamiento hay que ir al comienzo de la fiesta, en el club Mint, a donde el grupo de ocho personas, cuatro mujeres y cuatro hombres entraron pasada la media noche para disfrutar de un amanecer de rumba.

El documento radicado en la Fiscalía señala como primer argumento que los implicados sabían que Andrea está bebiendo alcohol y energizantes y que estos tuvieron el control del trago consumido: “Todas la bebidas estuvieron a la mirada del grupo, excepto las botellas de aguardiente, que siempre estuvieron en poder Jaime Esparza, Luis Miguel Flórez, Mauricio Ladino y un tal Daniel Barona”, se lee en el documento que recoge múltiples testimonios, no solo de las amigas de Andrea Cabrera que estuvieron con ella durante los fatales hechos, sino de otras personas que señalan que los jóvenes ya antes habrían procedido de similar forma.

Las entrevistas que soportan la petición de la defensa de la familia Cabrera también señalan que el grupo de ocho jóvenes estuvo en el sitio entre las 12:30 y las 3 a. m., “lapso en el cual seguramente alteraron las bebidas de Andrea Cabrera y María Carolina Daza”. Como se recuerda, esta última es una de las mejores amigas de Andrea y también resultó intoxicada.

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Pero, ¿qué evidencias concretas llevan a esta conclusión? Son varias. Por un lado se tiene que los jóvenes aceptaron que son consumidores esporádicos y que esa noche consumieron al menos una pastilla en el lugar. El documento que se formula en contra de ellos resalta que a los tres jóvenes los ata una relación estrecha de amistad y que, amén de consumir, eran plenamente conscientes de los riesgos que implicaba mezclar éxtasis con trago y energizantes “se desentendieron del resultado final y simplemente continuaron con su plan”, argumenta Granados, y agrega: “Con el pleno conocimiento de que Andrea Cabrera había consumido drogas (involuntariamente) y estando presentes desde el primer momento que ella acusó síntomas de intoxicación (vómito, caída y sangrado por la nariz) no la llevaron a un centro médico”.

Sobre este punto ayer se pronunciaron dos de los jóvenes implicados, Luis Miguel Flórez y Mauricio Ladino, en entrevista radial. Dijeron que ellos como todos los demás, incluidas las amigas de Andrea, creyeron que la situación de la joven era solo asunto de copas y que no vieron una emergencia que ameritara llevarla a la clínica. Además, argumentaron que si, en gracia de discusión, hubo una falta de reacción en ese momento no sería solo de parte de ellos sino también por parte de las amigas de Andrea.

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Pero el punto crucial del caso está lo que ocurrió en el carro en el que Andrea, en malas condiciones, fue llevada con su amiga María Carolina Daza, a casa de esta. En el vehículo iban Daniel Barón y Luis Miguel Flórez. Y, según el relato de Daza, en el carro, Andrea sintiéndose mal pero consciente, “les dijo a los tipos ‘ustedes nos echaron algo, díganos qué fue’ a lo que Luis Miguel Flórez se voltea y dice ‘tranquila, todo va a estar bien, seguro fue solo una pastillita”.

Frente a este testimonio el abogado Granados concluye que a Flórez “su propio dicho lo delata, él reconoció síntomas de intoxicación por drogas psicoactivas”. Cabe agregar que Flórez negó tajantemente que la señalada escena dentro del carro se hubiera dado. “Eso jamás pasó”, aseguró.

Pero hay más. El documento recoge otros testimonios que señalan que Jaime Esparza pretendía a Andrea y que esta lo rechazaba, y otros que sostienen que Esparza, Flórez y Ladino son tipos “de rumba pesada, que parece que ya han hecho este tipo de cosas antes (suministrar sustancia a otras personas y ellos también consumirlas)”, dice uno de esos testimonios. Otro recuerda una escena en otra fiesta así: “cogieron un polvo, lo aplicaron en el trago y repartieron el trago”.

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En su defensa, los jóvenes, concretamente Jaime Esparza, han presentando a la Fiscalía su testimonio y elementos como el mensaje de voz de la noche de los hechos en el que una amiga de Andrea dice, en tono exaltado: “¡Bueno, ya tengo las pepas!”. Tal parece que ya la Fiscalía cuenta con todos los elementos de parte y parte. En los próximos días se sabrá si el ente acusador accede a la petición de Granados de llamar a Esparza, Flórez y Ladino para imputarles el delito de “homicidio”.