Nación
Muerte del coronel Óscar Dávila: un año después siguen las dudas sobre lo que pasó con el oficial de la Policía
El teniente coronel le había manifestado a la Fiscalía General su “disposición” de rendir declaración en la investigación por la prueba de polígrafo a la que fue sometida Marelbys Meza.
En la tarde del viernes 9 de junio de 2023, mientras el país celebraba el rescate de cuatro hermanitos indígenas que se encontraban extraviados en las selvas del Guaviare después que la avioneta que se movilizaban se estrellara, se reportó la extraña muerte del teniente coronel de la Policía, Óscar Darío Dávila Torres, coordinador de protección anticipativa de la Presidencia de la República.
El país pasó, en cuestión de segundos, del júbilo al desconcierto. ¿Qué le había ocurrido al coronel Dávila? En ese momento eran más dudas que las respuestas que existían sobre lo acontecido con el oficial de la Policía, quien días antes había manifestado estar presto a declarar en medio de la investigación por la prueba de polígrafo a la que había sido sometida Marelbys Meza, quien trabajaba como niñera del hijo de la entonces Jefa del Gabinete de Gustavo Petro, Laura Sarabia.
Las primeras informaciones indicaban que el coronel Dávila se movilizaba con su escolta en un vehículo oficial, Al llegar a la calle 22 Bis # 48-40, en el sector de Teusaquillo, le dijo a su hombre de seguridad que le comprara una botella de agua y, cuando el uniformado regresó, lo encontró muerto con un disparo de bala. Todo esto ocurrió en cuestión de cinco minutos.
En medio del cruce de versiones se conoció que el coronel había tenido contacto telefónico ese mismo viernes con el abogado Miguel Ángel del Río para que asumiera su defensa. El 2 de junio, el oficial le había manifestado al fiscal General, Francisco Barbosa su “disponibilidad” para presentarse a “entrevista y/o interrogatorio” frente a los hechos que “involucraban a altos funcionarios de la Presidencia de la República”.
Lo más leído
“Reitero mi interés en colaborar con la correcta administración de justicia y, en consecuencia, como responsable de la Coordinación de Protección Anticipativa de Protección Presidencial, me pongo a completa disposición, para contribuir al esclarecimiento de los hechos que son materia de investigación”, señalaba uno de los apartes de la misiva.
En la misma aparecía un detalle aterrador. La dirección y ubicación de contacto que le entregó a la Fiscalía General era la misma en la que había aparecido su cuerpo sin vida. Situación que aumentó las dudas sobre lo ocurrido.
Con el pasar de los días se conoció el video de la cámara de seguridad de la tienda en la que el escolta del coronel había ido a comprar la botella de agua. La hora registrada en el video permitió establecer el lapso en el que se presentó el trágico hecho.
Otra cámara del parque cercano a unos conjuntos cerrados registró el momento en el que el escolta llegó al vehículo y su reacción al ver el cuerpo del oficial quien, al parecer, se había disparado con el arma del conductor que había dejado en el carro mientras realizaba la compra.
El 21 de junio, en una rueda de prensa, la vicefiscal General, Martha Mancera reveló los resultados de la necropsia así como la conclusión de la investigación.
Por su parte, el médico experto forense de la Fiscalía General, Jorge Paredes, explicó detalladamente lo que se encontró en el cuerpo del oficial de Policía.
“Cuando se pone el arma a contacto se produce una deflagración de gases y generan una herida que es muy característica”, explicó al mostrar una serie de diapositivas. Las pruebas llevaron a la conclusión que existen residuos de pólvora en las manos del coronel. “Desde el punto de vista forense se puede determinar que la muerte tiene todas las características propias de un suicidio”.
“El orificio de salida también es irregular. Con eso se individualiza una trayectoria que es anterior posterior, que es de derecha a izquierda y es ligera superior inferior. Con eso hablamos de un orificio de entrada y un orificio de salida que causa unas graves lesiones en el interior de la cavidad craneana con una gran fractura y obviamente unas lesiones cerebrales muy características”, aseveró el médico forense.
Igualmente, detalló que cuando se revisaron el cuerpo y las prensas “encontramos salpicaduras de sangre que reflejan un modelo como en U, eso da un indicio muy fuerte que esta persona tenía el arma empuñada (...). Eso se observa en el puño de la camisa en la parte derecha, en la zona dorsal”.
El informe también concluyó que “este cuerpo no tenía ningún signo de riña, lucha, sujeción o indefensión”. Las pruebas realizadas permiten inferir que el coronel estaba consumiendo un medicamento para tratar la ansiedad. “Esto ayuda a dormir un poco, a conciliar el sueño, desde el punto de vista forense pudiera decir que estaba expuesta a un estrés importante”.
“Desde el punto de vista médico-legal entonces llegamos a la conclusión que es un suicidio. Es un caso muy claro”, explicó el doctor Paredes. Teniendo en cuenta este informe y las pruebas recolectadas por peritos, la Fiscalía tomó la decisión se cerrar la investigación.
Los resultados de los informes de Medicina Legal fueron concluyentes. Así lo relató en una rueda de prensa la vicefiscal general, Martha Mancera, junto con el equipo técnico de Medicina Legal que realizó la investigación.
“Para la Fiscalía, los resultados de la necropsia son claros en positivos para suicidio”, aseguró la funcionaria. Acto seguido, relató los hechos que les permitieron llegar a esa conclusión. Los residuos de disparo, por ejemplo, corresponden a un disparo que él hizo contra su propia vida, al igual que los rastros de sangre que había en su ropa.