Mujer de 86 años murió cuatro días después de ser vacunada, autoridades investigan el caso

Mariana Concepción Villa Peñalosa, una mujer de 86 años, habitante del municipio de Soledad, en el Atlántico, falleció el pasado 13 de marzo, cuatro días después ser vacunada contra el covid-19.

Según la familia, la mujer gozaba de excelente salud antes de ser inoculada con el biológico, por lo que atribuyen su deceso a los efectos secundarios de la vacuna, que le fue aplicada el 10 de marzo en el Hospital Materno Infantil del municipio.

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Carla Rodríguez, nieta de la mujer fallecida, señaló que el martes 9 de marzo llamaron a su madre para decirle que tenía que llevar a María Concepción al día siguiente, a las 8 de la mañana, para que le pusieran la vacuna.

Finalmente la dosis le fue aplicada a las 8:30 de la mañana, bajo los protocolos establecidos en el hospital. Sin embargo, Carla dice que la enfermera no le preguntó bien los antecedentes clínicos a su abuela.

Durante 30 minutos la mujer estuvo en observación, para monitorear si presentaba alguna reacción a la vacuna, como todo estuvo dentro de lo normal les dijeron que se podían ir para la casa.

Esa misma noche del 10 de marzo, María Concepción empezó a manifestar que sentía ahogada y le faltaba el aire. “Para no preocupar a la familia no decía nada más. Pero a la mañana siguiente empeoró mucho y pidió que la llevaran al hospital porque se estaba ahogando”, señala Clara.

Los familiares la trasladaron hasta la Clínica Los Almendros, ahí mismo en Soledad, en donde la revisaron y el médico de turno decidió que debido a la poca saturación había que ponerle oxigeno e ingresarla a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para darle cuidados especiales.

En UCI María Concepción sufrió dos paros cardiorrespiratorios y tuvo que ser intubada para preservarle la vida. En la noche del jueves la pusieron boca a bajo para ver si esto ayudaba a que los pulmones funcionaran, porque estos no respondían al tratamiento.

“En todo momento nos dijeron que oráramos mucho porque estaba muy grave. Ese día le hicieron la prueba de covid-19, pero el resultado aún no se los han entregado”, cuenta la nieta.

Debido a las complicaciones, el deciden que lo mejor era trasladarla a la Clínica Reina Catalina, en el municipio de Baranoa. “Pero el médico que estaba de turno en el momento que llegó ala ambulancia encargada del traslado, dijo que no daba la autorización a los paramédicos, que no se podía porque estaba muy grave y que si la movían se podía morir”, dice la familia.

Por la sugerencia del médico, la familia decidió dejarla en la Clínica Los Almendros, para evitar riesgos. Pero, el sábado a las 7:30 de la mañana la familia recibió una llamada del centro médico en la que tristemente les informaron que María Concepción había fallecido.

Desde ese momento empezó un proceso confuso. Primero les dijeron que tenían que hacer el trámite de la funeraria. Pero unas horas después los llamaron para informarles que no les podían entregar el cuerpo, porque le habían hecho una prueba exprés de covid-19 y que el resultado se conocería solo hasta las 8:00 de la noche de ese día. Así que el cadáver de María Concepción sería entregado el domingo a las 9:00 de la mañana.

A través de otra llamada, la familia fue notificada que el Instituto de Medicina Legal iba a buscar el cuerpo de su abuela “porque el caso había entrado en proceso con la Fiscalía y que por orden de las autoridades se había iniciado una investigación especial”.

Hasta el momento, según Clara, no han recibido ninguna de las pruebas de coronavirus que supuestamente le practicaron a María Concepción y ni la Secretaría de Salud del municipio, ni la Gobernación del Atlántico se han pronunciado sobre la extraña muerte de la mujer de 86 años. Aunque extraoficialmente indicaron que se está revisando el caso.