Mujer fue asesinada en Bogotá a manos de su expareja, esto es lo que se sabe del nuevo caso de feminicidio

La Policía Metropolitana de Bogotá registró un nuevo caso de maltrato intrafamiliar. Lo que las autoridades llamaron una riña intrafamiliar dejó muerta a una mujer que no superaba los 30 años de edad y a su expareja con múltiples heridas.

La discusión se registró en la localidad de Suba, donde los ciudadanos preocupados por los gritos que se escuchaban al interior de la vivienda llamaron a la línea de emergencias 123. Los gritos en los que se escuchaban la discusión de una pareja de un momento a otro cesaron.

Cuando las autoridades entraron al apartamento donde se estaba presentando la riña, la escena que encontraron fue desgarradora, un hombre y una mujer estaban tendidos en el suelo, por ella ya no había nada que hacer.

Mientras que la expareja sentimental de la mujer, aunque presentaba múltiples heridas en su cuerpo, aún tenía signos vitales, por lo que los uniformados lo trasladaron al centro de salud más cercano para salvarle la vida. Sin embargo, también emitieron orden de captura en su contra al convertirse en el principal sospecho del crimen.

“Al llegar la patrulla al lugar de los hechos encuentra a dos personas tenidas en suelo en donde de inmediato son trasladados al hospital de Suba, una estas personas por la gravedad de sus heridas fallece, quien es una mujer de aproximadamente 28 años de edad, quien era la ex pareja sentimental de su agresor, la otra persona se encuentra en el centro de salud y puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación”, dijo el mayor Luis Gómez, oficial de Guarnición de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Los feminicidios en Colombia es un tema alarmante, según un informe presentado por la Procuraduría General de la Nación en marzo pasado, en el año 2022, 614 mujeres fueron víctimas de delitos relacionados con la violencia de género en Colombia, de los cuales el 7,7% ocurrieron en el Atlántico, lo que lo ubicó en el cuarto lugar a nivel nacional.

Asimismo, durante los dos primeros meses de 2023, se registraron 28 feminicidios en el país, de los cuales diez ocurrieron en enero. Estas cifras son alarmantes y requieren de una acción coordinada y efectiva por parte de las autoridades y la sociedad en general.

La procuradora, Margarita Cabello, dijo en su momento que los asuntos relacionados con la violencia contra las mujeres son un eje prioritario en la institucionalidad y que el Ministerio Público está comprometido en su prevención, atención y sanción. Para ello, desde enero de 2022, el Ministerio Público ha generado 3.123 alertas de intervención en todo el territorio nacional a través del mecanismo de colaboración interinstitucional.

Homicidio vs. feminicidio

El homicidio consiste en privar la vida de otra persona, mientras que el feminicidio consiste en la muerte de una mujer por su condición de ser mujer o por razones de su identidad de género; así las cosas, gracias a la Ley Rosa Elvira Cely (1761 de 2015) se logró clasificar como un delito, con pena independiente al homicidio.

Ante este panorama, el abogado litigante Jimmy Jiménez, fundador del bufete de abogados Integrity Legal, explica cómo castiga la ley el homicidio y el feminicidio, respectivamente, dado que, aunque ambos tienen en común la muerte, las razones son distintas:

De acuerdo con el artículo 103 del Código Penal, el delito de homicidio tiene una pena privativa de la libertad de doscientos ocho (208) a cuatrocientos cincuenta (450) meses, de trece (13) a veinticinco (25) años de prisión, teniendo la posibilidad de incrementarse si existen circunstancias de agravación.

Mientras que en el artículo 104A del Código Penal, el feminicidio tiene una pena privativa de la libertad de doscientos cincuenta (250) a quinientos (500) meses, es decir, de veinte (20) a cuarenta (40) años de prisión. Esta condena se puede incluso duplicar cuando se comete con menores de 14 años.

Teniendo en cuenta lo anterior, las señales claras de feminicidio pueden ser: ejercer sobre el cuerpo y la vida de la mujer actos de instrumentalización de género o sexual o acciones de opresión y dominio sobre sus decisiones vitales y su sexualidad.

Si el delito fue cometido en aprovechamiento de las relaciones de poder, ejercidas sobre la mujer, expresado en la jerarquización personal, económica, sexual, militar, política o sociocultural. Al igual que si la motivación del crimen fue para generar terror o humillación a quien se considere enemigo.

Que la víctima haya sido incomunicada o privada de su libertad de locomoción, cualquiera que sea el tiempo previo a la muerte de aquella, se puede considerar feminicidio cuando ocurre al menos alguna de las siguientes situaciones: tener o haber tenido una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima, de amistad, de compañerismo o de trabajo y ser perpetrador de un ciclo de violencia física, sexual, psicológica o patrimonial que antecedió el crimen.