OBITUARIO
A los 94 años falleció Roberto Arias, fundador de Colsubsidio
El abogado bogotano que también fue rector de la Universidad del Rosario murió este domingo en su casa y en compañía de sus familiares.

Este domingo murió a sus 94 años el fundador de Colsubsidio y exrector de la Universidad del Rosario, Roberto Arias Pérez. Este abogado de profesión estuvo dedicado durante su vida a desarrollar obras que contribuyeran con el bienestar social en el país.
Arias creó Colsubsidio, la primera caja de compensación del país y además la que sentó un precedente en ofrecer servicios que aportaran a la calidad de vida de los trabajadores. Hospitales, centros vacacionales, teatros, bibliotecas y viviendas fueron construidas bajo su dirección.
Luego de estar durante 30 años al frente de la caja de compensación se retiró en 1984 y desde entonces se convirtió en presidente honorario de Colsubsidio. Luego en 1986 llegó a ser el rector de su alma máter, cargo que ocupó hasta 1990 cuando se cumplió su período. Luego de su paso por la institución, se dedicó a brindar asesorías y a ocuparse de trabajos sociales.
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A SEMANA hace algunos años le dijo que su propósito mientras viviera era “mantener una obligación social con los desamparados y el deber de buscar por todos los medios lícitos y pacíficos que haya justicia social”.
En su honor, la dirección de Colsubsidio le puso su nombre al emblemático teatro de la caja de compensación: Teatro Roberto Arias Pérez y que hoy quedará como parte de su legado cultural y social al país y en especial a la capital.
Su única hija Gloria Arias dice que su padre podría ser descrito en una sola palabra: rectitud, "era un hombre de una rectitud intachable en todas las áreas de su vida. Fue un padre ejemplar".
Además, añade que el mejor homenaje tras su muerte será el "preservar su obra y hacer que siga creciendo", además de "continuar trabajando como embajadores vivientes de su legado por la dignidad de las personas y el acceso a la salud, la vivienda y el bienestar sin importar su estrato, condición social o raza".
Finalmente, contó que don Roberto se marchó "con la sensación del deber cumplido y con la satisfacción de vivir para trabajar por los demás".