Judicial
Nancy Teresa González, la reconocida diseñadora de bolsos, será extraditada a los Estados Unidos. Corte Suprema dio el aval
Es requerida por una Corte de Nueva York por delitos relacionados con el contrabando. Había pedido la extradición exprés para demostrar su inocencia.
Nancy Teresa González de Barberi, la famosa diseñadora caleña cuyas creaciones son utilizadas por cantantes estrellas como Britney Spears, Salma Hayek, Victoria Beckham y eran vendidas en las más lujosas boutiques del mundo, será extraditada a los Estados Unidos. Así lo determinó la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia que avaló el trámite simplificado que había pedido por medio de su defensa para así demostrar su inocencia frente a los hechos que se le endilgan.
La diseñadora de modas, de 70 años de edad, quiere demostrar que jamás utilizó una piel de origen ilegal para sus creaciones. Igualmente, que siempre cumplió con los requerimientos que exige la ley para el ingreso de los materiales para su exclusivo y reconocido local en Nueva York, el cual tenía entre su selecta clientela a varias actrices, cantantes y modelos.
González, quien fue capturada el 8 de julio de 2021 y se encuentra privada de su libertad en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, es señalada, junto a sus dos colaboradores, de ingresar ilegalmente pieles de cocodrilo y babilla a los Estados Unidos, omitiendo por completo los requisitos que exige la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
En el indicment (escrito de acusación) de 16 páginas se señala que incurrió en una conspiración para cometer un delito: importar clandestinamente a Estados Unidos desde Colombia productos hechos a partir de especies de vida silvestre protegidas, en violación de la ley federal, enriqueciéndose así con la venta del contrabando.
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En el documento se indica que la diseñadora y sus dos colaboradores omitieron el pago exigido en el formulario de declaración 3-177 tras realizar varios viajes a Estados Unidos para transportar bolsos y carteras que exige el CITES.
Estos mismos elementos que fueron ingresados de manera ilegal fueron transportados hasta la sala exhibición de la firma GZUNGA ―fundada por González― y que estaba ubicado en un exclusivo sector de la ciudad de Nueva York, con el fin de ser exhibido a minoristas para proceder a su venta.
El primer ingreso ilegal se registró el 8 de febrero de 2016, cuando Diego Mauricio González Giraldo arribó al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en un vuelo de Avianca. En su maleta personal se encontraban bolsos de diseñador hechos con piel de caimán y que no contaban con el formulario de declaración 3-177.
Tan solo cuatro días después, John Camilo Aguilar Jaramillo contactó a dos personas para que transportaran bolsos de diseñador desde Colombia a Estados Unidos. La diseñadora caleña tuvo conocimiento de todo esto y también dio instrucciones sobre la forma en que debían viajar y transportar las maletas, así como de lo que debían decirles a las autoridades si eran detenidos.
El 13 de febrero, González Giraldo se trasladó hasta el aeropuerto JFK para recolectar los bolsos de piel de caimán. Cuatro meses después, teniendo en cuenta el éxito de la primera importación, fueron trasladados hasta la tienda principal de la diseñadora 32 bolsos de piel de caimán por los dos mismos mensajeros.
Dos meses después, es decir, en agosto, Giraldo importó dos pieles de caimán en equipaje de mano desde una aerolínea de pasajeros que salió de Cali a Nueva York. El 5 de septiembre de 2016 ―resalta la acusación― ingresó de manera ilegal 32 bolsos de piel de caimán utilizando los vuelos de pasajeros y aerolíneas comerciales.
Un día después, la diseñadora viajó desde Colombia hasta Estados Unidos, llegando al aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) con piel de caimán en su equipaje de mano. En ese viaje, al ser retenida por un agente especial de la FWS, la diseñadora le aseguró que los cuatro bolsos que trasportaba eran un regalo para un amigo.
El susto ante una posible detención solamente le duró un mes. En octubre se repitió la misma fórmula: utilizando a los mensajeros, llegaron en un avión de pasajeros con 18 bolsos de piel de caimán. 2017 inició con la misma importación fraudulenta de bolsos a Estados Unidos. El 17 de ese mes ingresaron seis bolsos en el aeropuerto Internacional de Miami.
El 11 de julio de 2017, las autoridades de Estados Unidos, el gerente en Nueva York de la firma GZUNIGA recibe un correo electrónico en el que se menciona la importación de 20 bolsos de piel de caimán. Ese año, las autoridades no registraron más ingresos de la diseñadora, sus dos colaboradores y los mensajeros.
El 13 de febrero de 2018 se empezó a mover un nuevo ingreso de 28 bolsos de piel de caimán y de pitón en el aeropuerto de Miami. Toda esa mercancía fue entregada directamente a la tienda con sede en Nueva York. El 7 de junio, los dos mensajeros transportaron 24 bolsos, los cuales tenían el mismo destino.
Entre el 2 y 4 de septiembre de 2018 se registró el ingreso de 24 bolsos de pitón y caimán hechos a mano, los cuales fueron llevados de manera directa a la tienda en Nueva York. Los hechos se registraron casi que de manera sistemática en 2019; el 27 de febrero, las directivas de la tienda recibieron un correo electrónico en el que se les informaba la llegada de 36 bolsos.
El 13 de marzo de 2019, una mujer identificada como Paola Soto y otros tres mensajeros viajaron en el vuelo 920 de American Airlines desde Colombia rumbo a Miami con 28 bolsos y carteras. La Corte de la Florida sostiene que fue Soto la que le entregó los boletos de avión y una compensación monetaria a uno de los mensajeros para que llevara tres de los bolsos de piel de caimán.
El último viaje se presentó el 4 de abril de 2019. Un mensajero llegó por medio del vuelo 920 de American Airlines a Miami con tres bolsos de piel de caimán. La ruta, como todas, era la tienda ubicada en Nueva York. El documento insiste que ninguna de las importaciones anteriormente citadas cumplió con los requisitos que exige la ley estadounidense.
Frente a esto se menciona que, pese a tener conocimiento sobre los requisitos que debían cumplir para realizar estas importaciones y las leyes de comercio de Estados Unidos, la diseñadora y sus colaboradores pusieron en marcha un plan para evitar el pago de impuestos.