Nación
Narcochofer de la UNP, vinculado con la fuga de Matamba, firmó un preacuerdo con la Fiscalía; se compromete a contar todo lo que sabe
En diciembre pasado, uno de los carros asignado al esquema de seguridad de Rodríguez Rozo cayó con un cargamento de cocaína en el Cauca. Desde su detención, Manuel Castañeda develó hechos de corrupción en la entidad.
Siete meses después de ser detenido en las carreteras del departamento del Cauca mientras conducía una camioneta adscrita al esquema de seguridad del entonces subdirector de la Unidad Nacional de Protección (UNP) con 168 panelas de cocaína, Manuel Antonio Castañeda alcanzó un preacuerdo con la Fiscalía General en el que se compromete a contar todo lo que sabe sobre graves casos de corrupción en la entidad y vínculos con organizaciones dedicadas al tráfico de drogas.
En la negociación, la defensa de Castañeda argumentó que su cliente, desde el primer momento, ha estado presto a ayudar con las autoridades judiciales entregando información sobre la forma como se alquilaban vehículos de la UNP para transportar droga, así como de las personas –narcotraficantes, miembros del Clan del Golfo, agentes de la Policía y del Instituto Penitenciario y Carcelario, Inpec– que tuvieron participación con la fuga del temido capo Juan Larinson Castro Estupiñán, alias Matamba.
El preacuerdo estableció cuatro ejes relacionados: además de la fuga de Matamba y los hechos que salpican al exsubdirector de la UNP, Ronald Rodríguez Rozo, quien recientemente fue enviado a la cárcel por alquilar vehículos para el transporte de droga, declarará sobre los hechos de corrupción en los que habría participado el líder sindical Wilson Devia y un hurto de mercancías registrado en el San Andresito del centro de Bogotá.
En el documento, que deberá ser presentado ante un juez de conocimiento para su aprobación, Castañeda acepta su responsabilidad en los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y cohecho por dar u ofrecer (soborno), por lo que enfrentaría una condena de siete años y cuatro meses de prisión. Además será testigo de cargo en las investigaciones penales que cursan.
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Los vínculos de los policías con este caso de corrupción fueron mencionados en la reciente audiencia de imputación de cargos contra el exsubdirector de la UNP, Ronal Rodríguez.
En diciembre pasado, SEMANA reveló que Ronal Rodríguez Rozo trabajó en el desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), en donde se desempeñó como detective del área de protección durante varios años, al igual que Wilson Devia, el sindicalista, también acusado de corrupción dentro de la entidad.
Como se recordará, el DAS fue liquidado en octubre de 2011 ante los graves escándalos de interceptaciones ilegales de llamadas a magistrados, periodistas y funcionarios del Estado, entre otros hechos.
Con la liquidación del DAS, las funciones de protección a personas con alto riesgo pasaron a una nueva entidad, la Unidad Nacional de Protección, a donde llegó Rodríguez Rozo como coordinador del área de seguimiento de medidas.
Su jefe inmediato fue José Luis Aguilar, subdirector de la entidad, quien a la vez le respondía a Andrés Villamizar, el primer director que tuvo la UNP.
Con el paso del tiempo, Rodríguez Rozo llega a la Oficina de Implementación de Medidas, una de las más importantes de esa entidad, como quiera que por allí pasaba la aprobación de todos los esquemas de seguridad de los protegidos del país.
Luego Ronald Rodríguez llegó a la subdirección de la UNP, en la que se estructuran técnicamente los millonarios contratos con las empresas proveedoras de carros y de personal de protección y donde, según Augusto Rodríguez, actual director de la entidad, está enquistada la mayor corrupción de la UNP.
El nombre de Ronald Rodríguez Rozo apareció a la luz pública en 2014 por una denuncia que instauró el entonces director de la UNP, Andrés Villamizar, contra 12 funcionarios de esa entidad que presuntamente estaban involucrados en hechos de corrupción. Rodríguez Rozo estuvo como indiciado por estos hechos junto a 12 personas más.
UNP le retira esquema de protección
Durante el tiempo que estuvo como subdirector de la entidad, Ronald Rodríguez Rozo tuvo un robusto esquema de seguridad. A su salida, el pasado 30 de agosto, ese esquema se redujo ostensiblemente, pero hace pocos días Rodríguez solicitó que se reforzarán nuevamente con un vehículo blindado para un viaje fuera de Bogotá, justo durante los días de Navidad y Año Nuevo.
SEMANA conoció la resolución del Cerrem (Comité de Evaluación de Riesgo y Recomendación de Medidas) de servidores y exservidores públicos, en la cual se decidió ajustar las medidas de protección del exsubdirector de la entidad.
“Finalizar un esquema tipo dos conformado por un (1) vehículo blindado y dos (2) hombres de protección. Implementar un (1) chaleco blindado y un (1) botón de apoyo. Las medidas de protección tendrán una temporalidad inicial de doce (12) meses”, sostiene la resolución.
La resolución le fue notificada a Ronald Rodríguez ayer a las 5:00 p. m.
SEMANA intentó comunicarse con Ronald Rodríguez, pero no obtuvimos respuesta.
Las visitas del “narcochofer” a Rodríguez Rozo
SEMANA obtuvo los registros de entrada y salida de Manuel Antonio Castañeda a la Unidad Nacional de Protección durante este año.
En los registros aparecen cinco visitas al exsubdirector de esa entidad Ronald Rodríguez Rozo, quien estuvo en ese cargo hasta el pasado 30 de agosto.
El primero fue el 26 de abril pasado desde las 9:18 a. m. hasta las 10:34 a. m.; el segundo fue el 2 de mayo desde las 3:34 p. m. hasta las 4:05 p. m.; el tercero fue el 18 de mayo desde las 8:19 a. m. hasta las 9:01 a. m.; el cuarto el 20 de mayo desde las 2:15 p. m. hasta las 5:00 p. m. y el último el 28 de junio desde las 8:15 a. m. hasta las 8:30 a. m.
También aparece una visita de Castañeda a la Subdirección de Protección el primero de noviembre desde las 11:21 a. m. hasta la 1:11 p. m.
Y dos vistas más, una el 30 de noviembre desde las 8:11 a. m. hasta las 9:15 a. m. a un asesor de la dirección general de la UNP y otra el 5 de diciembre pasado desde las 12:15 p. m. hasta la 1:07 p. m. al despacho del director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez.
SEMANA estableció que las dos últimas entradas de Castañeda a la UNP (la del 30 de noviembre y la del 5 de diciembre) estuvieron relacionadas con los acercamientos que hizo el expolicía para relatar hechos de corrupción al interior de la entidad en los que estarían involucrados funcionarios, exfuncionarios, sindicalistas y contratistas de la UNP.
En entrevista con El Tiempo, Rodríguez Rozo admitió que conoció a Castañeda en un restaurante en el que hacen shows de música popular a las afueras de Bogotá y que, en efecto, le prestó la camioneta blindada de su esquema de seguridad con el compromiso de que se la devolviera ese mismo día porque necesitaba recoger a un artista en el aeropuerto.
Rodríguez Rozo se declaró una víctima más de Castañeda y dijo que lamenta la situación que se presentó con su vehículo asignado.
Castañeda es un expolicía que se dedicó durante años a la promoción de artistas de música popular. En ese oficio, asegura, fue secuestrado y extorsionado por alias Jhon 40 en los Llanos Orientales, por lo cual tuvo que conformar un esquema de seguridad que le costaba 15 millones de pesos mensuales.
En esas circunstancias, dijo, conoció en 2019 a Wilson Devia, presidente de uno de los 19 sindicatos que tiene la Unidad Nacional de Protección y quien se desempeña actualmente como analista en la Subdirección de Riesgo de esa entidad.
Castañeda asegura que Devia le alquiló un esquema de seguridad que estaba asignado por esa entidad a un protegido firmante de los acuerdos de paz de 2016 con las Farc, identificado como Yesid Torres, por un valor de siete millones de pesos mensuales, más un millón de pesos mensuales para combustible.
Devia, dice Castañeda, distribuía el dinero con los escoltas y el protegido. El esquema incluía vehículo blindado, escoltas, mantenimiento y combustible.
Castañeda tuvo el esquema durante algún tiempo y luego se lo entregó nuevamente a Devia.
Curiosamente, el vehículo que tuvo Castañeda fue detenido posteriormente con 400 kilos de marihuana.
Para sustentar esta y otras denuncias más, Castañeda le entregó al director de la UNP grabaciones y documentos que comprometen seriamente a Devia.