NACIÓN
El viaje sin regreso de 24 víctimas de un narcotour
Detrás de la tragedia del bus siniestrado que enlutó a Colombia, Ecuador y Venezuela, se esconde una nueva modalidad de narcotráfico que usa a ciudadanos incautos como fachada para transportar droga.
Los narcos no conocen límites a la hora de inventar métodos para sacar la droga del país. Al drama que sufren los familiares de las víctimas que dejó el accidente de un bus en Ecuador, se sumó este jueves un detalle perturbador: los 38 pasajeros del automotor, sin saberlo, servían de fachada para transportar más de media tonelada de droga.
A pesar de que la Fiscalía manifestó que contaba con evidencia técnica que permitía establecer la presencia de cocaína, horas después confirmó el hallazgo de 636 kilos marihuana tipo cripy. Esta no sería la primera vez que los narcotraficantes abusan de la buena fe de incautos para transportar su mercancía a los países vecinos, al ofrecerles paseos turísticos internacionales totalmente gratis.
#ATENCIÓN Fiscal Martínez Neira compartió hoy al Fiscal General de Ecuador, Paúl Pérez Reina, existencia de evidencias técnicas que permitirían establecer presencia de cocaína en el bus que se accidentó en Papallacta, #Ecuador
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) August 16, 2018
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Según las autoridades ecuatorianas, solo el año pasado incautaron cerca de 2 toneladas con la misma modalidad. El primer caso descubierto ocurrió el 18 de abril de 2017 en Tulcán (Ecuador). Un bus proveniente de Colombia estaba lleno de turistas y de droga, tituló el diario La Hora. Los 638 kilos de marihuana, que viajaban desde Cali rumbo al balneario de Santa Elena, iban cuidadosamente escondidos en un doble fondo del sistema de aire acondicionado del vehículo.
Dos meses después de ese hallazgo las autoridades incautaron un nuevo cargamento en Tulcán con media tonelada de cocaína. Aunque el bus también provenía de la capital del Valle, en esta ocasión tenía como destino final la ciudad de Esmeraldas. “Captan ciudadanos en calidad de pasajeros (…) incluso a familiares de los detenidos a quienes no les costaba mayor rubro económico el viaje”, explicó la Policía de ese país.
Lo gratuito del paseo, la ruta vía Huila y Putumayo que tomó el conductor para llegar al vecino país y las presuntas falsedades en torno a las autorizaciones de tránsito del bus y la acreditación del conductor terminaron por confirmar las peores sospechas: se trataba de una nueva modalidad que consiste en invitar a ciudadanos, generalmente humildes que por la ilusión de hacer un viaje, sin saberlo se convierten en mulas del narcotráfico. Precisamente las versiones contradictorias de los sobrevivientes terminaron de encender la alerta de las autoridades.
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Por boca de ellos se supo que una vecina del barrio El Guabal, de Cali, convocó el paseo. La mujer, sin embargo, en la única entrevista que dio desde un hospital de Ecuador, esquivó a toda costa responder el mayor interrogante: ¿quién pagó el viaje? El resto de sobrevivientes, solo coinciden en que el transporte, la alimentación y hasta el alojamiento corrían por cuenta de un tercero del que nadie sabe nada.
Por varios días, las versiones de los viajeros han apuntado a que se trató de un regalo que el dueño de una agencia de viajes le dio a una de sus empleadas; incluso se llegó a decir que un político financió el paseo como promesa de campaña.
Nadie sabe, por ejemplo, por qué el conductor optó por desviarse y atravesar los departamentos de Huila y Putumayo, para acceder al vecino país por un punto fronterizo llamado San Miguel, en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos. En las versiones preliminares siempre se dijo que cambiaron esa ruta a última hora porque la vía Panamericana que atraviesa Valle, Cauca y Nariño, estaba bloqueada.
No obstante, esa tesis se cayó porque para la fecha no hubo imprevistos en la vía y desde que firmaron el supuesto contrato para el viaje, ya estaba trazada la ruta más larga y con escala en el municipio huilense de Isnos. Allí los turistas permanecieron cuatro largos días por supuestas fallas mecánicas del bus. Por eso las autoridades creen que en ese lugar alguien cargó la droga.
Por ahora lo único claro es que fallaron los controles tanto en Colombia como en Ecuador, porque el bus cargado con cocaína se paseó por ambos países sin causar sospechas, pese que portaba permisos falsos. En Ecuador, el presidente Lenín Moreno separó de sus cargos a varios funcionarios que si bien no tuvieron relación directa con el caso, tenían que haber ejercido un control más eficiente.
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En Colombia, las sospechas están en la empresa Cooperativa de Transportadores del Oriente, a la que estaba afiliado el bus que es investigado por las autoridades. Los turistas, entre tanto, y sobre todo las personas fallecidas en el accidente, probaron en forma trágica las consecuencias de haberse convertido, sin saberlo, en el eslabón más débil de una nueva forma de traficar droga: narcotours gratuitos.
De acuerdo con las autoridades ecuatorianas, solo el año pasado se incautaron cerca de 2 toneladas bajo la misma modalidad del bus que se estrelló la semana pasada en la vía Pifo-Papallacta de Ecuador.
18 de abril de 2017
Cali (Colombia) - Balneario de Santa Elena (Ecuador).
638 kilos de marihuana.
26 de junio de 2017
Cali (Colombia) - Esmeraldas (Ecuador)
Media tonelada de cocaína.
3 de diciembre de 2017
Pereira (Colombia) - Lima (Perú)
Media tonelada de cocaína y marihuana.
13 de agosto de 2018
Cali (Colombia) - Lima (Perú)
80 kilos de cocaína