NACIÓN
La principal ruta de la droga sigue siendo el Pacífico y no Venezuela
La Fundación Paz y Reconciliación da a conocer un nuevo informe sobre narcotráfico en Colombia y las vías que utiliza para sacar su producción.
La Fundación Paz y Reconciliación dio a conocer un revelador informe sobre la dinámica del narcotráfico en Colombia y las rutas de salida de droga.
La información llega en un momento en que el Gobierno de los Estados Unidos puso precio a la dirigencia del chavismo y en el que se movilizó una fuerza naval hacia el mar caribe, cerca de aguas venezolanas.
El informe da cuatro datos reveladores. El primero es que para el año 2017, según los datos de instituciones de los Estados Unidos, el 85 % del tráfico de drogas fue marítimo, por lo cual se deduce que el 15 % fue aéreo. Pero del total del tráfico marítimo, el 70 % pasó por el Pacífico, lo que significa que el 30 % restante pasó por el mar Caribe.
Lo anterior indica que Venezuela no es la principal ruta de salida de la droga que se produce en Colombia. Además, en el informe se cita un reporte de la organización Wola, que dice que los datos de la Base de Datos Antidrogas Consolidada Interagencial (CCDB, por su sigla en inglés) de los EE. UU. muestran que los flujos de cocaína a través de Venezuela han disminuido desde su pico en 2017. Según los datos de CCDB, la cantidad de cocaína que fluye a través de Venezuela cayó un 13 por ciento de 2017 a 2018, y parecía continuar disminuyendo ligeramente hasta mediados de 2019.
El segundo dato complementa el primero. En lo fundamental, el gran problema lo tenemos en el Pacífico colombiano, por donde sale la mayoría de la droga de Colombia hacia Centroamérica, y de ahí hacia los Estados Unidos.
En esta zona del país se vive una verdadera reconfiguración criminal. Cerca de una veintena de organizaciones criminales se disputan metro a metro ese territorio. Los Contadores, el Frente Oliver Sinisterra, el ELN, el Clan del Golfo, La Empresa y diferentes disidencias de las Farc son algunas de estas estructuras.
La consecuencia de esto son las decenas de homicidios, desplazamientos forzados y confinamientos contra la población de estos territorios, así como el asesinato de líderes sociales y en general una masacre constante contra la población negra e indígena.
El siguiente mapa muestra la presencia de estos grupos en el departamento de Nariño. En la costa pacífica y la zona de la Sierra se vive una verdadera guerra.
Un tercer dato que trae el informe es que, según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en 2019 Colombia llegó a la cifra más alta de cultivos de hoja de coca en su historia, con 212 mil hectáreas. En 2018 fueron 208 mil. Es decir, se produjo un leve aumento. De fondo, lo que existe es que aquella idea de que el aumento de los cultivos era producto de una mano blanda y que cuando el gobierno de Iván Duque llegara todo iba a cambiar, pero no fue así.
2019 fue el primer año de Gobierno completo de la administración Duque. En 2018 solo gobernó unos cuantos meses, pues se había posesionado el 7 de agosto. Pero 2019 era diferente. Ese año era de su entera responsabilidad y los cultivos no descendieron. A continuación, la evolución de los cultivos de hoja de coca en la región andina según el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Tendencias
Cultivos de coca en la región andina
El último dato que trae el informe es tal vez el más revelador. El informe manifiesta que en Colombia el aumento de los cultivos de hoja de coca tenía un análisis politizado, pues estaba dividido entre los del Sí y los del No. Así las cosas, para los sectores del Centro Democrático, dicho aumento de los cultivos era producto del acuerdo de paz con las Farc y de la mano blanda del Gobierno de Juan Manuel Santos. Sin embargo, el informe concluye otra cosa: el mercado de la droga funciona como cualquier otro, se rige bajo la ley de la oferta y la demanda.
La investigación concluye que hay tres razones que explican ese aumento vertiginoso de los cultivos de coca en los últimos años.
Por un lado, la revaluación del dólar. Hace 7 años un dólar valía 1.800 pesos, actualmente ronda los 4.000 pesos, lo que significa que a los campesinos se les paga más por la pasta base de coca, lo cual a su vez incentiva la siembra.
En segundo lugar, las variaciones en el precio de la onza de oro. La investigación concluye que en Colombia hay cerca de 500 mil familias que dependen de las economías ilegales y van rotando de mercado ilegal en mercado ilegal. Cuando el precio del oro cae, se van a sembrar coca, y cuando aumenta el precio del oro, dejan de sembrar coca. Dicha relación se vio desde 2008 hasta 2012, cuando el precio del oro se fue hacia arriba y la siembra de coca cayó a sus mínimos históricos. Luego, desde 2013, el precio del oro cayó y la siembra de coca comenzó a aumentar. Todo ello se ve en la siguiente gráfica.
La última razón por la que aumentan los cultivos de hoja de coca es el incremento de la demanda de droga: a mayor demanda, mayor oferta. Es decir, la revaluación del dólar, la caída en los precios del oro y el aumento de la demanda no tienen nada que ver con el proceso de paz.