PERSONAJE
El triste relato de Natalia Ponce de León
Meses después de ser atacada con ácido, la mujer habla sobre el giro rotundo que dio su vida.
El caso de Natalia Ponce de León conmovió a todo el país. La mujer, de 33 años, fue agredida con ácido el pasado marzo en la entrada del edificio donde reside -en el barrio El Batán, norte de Bogotá- por un joven que se habría obsesionado con ella.
Su caso despertó el interés de las autoridades, que ofrecieron 75 millones de pesos por la captura de su agresor. El país entero se movió con la noticia. Este jueves, Natalia Ponce rompió silencio y, en entrevista con La W habló acerca del doloroso giro en su vida que significó la agresión en su contra.
Su pronunciamiento, precisamente, se dio horas después de conocerse que una pareja había sido atacada con ácido este miércoles en Soacha (Cundinamarca), municipio vecino de Bogotá. Fuera de la indignación por ese hecho, también criticó que aquí se ofreciera una recompensa de 10 millones de pesos por información que lleve a capturar al responsable, mientras que en su caso la cifra ascendió a más de siete veces esa cantidad.
”Me parece elitista porque el dolor no tiene precio”, aseveró la mujer, quien además pidió los castigos fueran más severos para quienes cometieran este tipo de delitos.
Cambio de 180 grados
Natalia dijo que su vida cambió 180 grados y que durante los meses de recuperación ha contado con al amor de si familia. “He tenido el apoyo de mucha gente. Es un proceso doloroso porque me quemaron bastante. Mi madre es una persona muy fuerte y ha hecho todo por sacarme adelante”, relató Natalia.
Luego, recordó el día del terrible hecho. “Se hizo pasar por un exnovio de cuando tenía 20 años, me pareció muy raro cuando se anunció. Primero le dije al portero que lo dejara seguir, pero como tenía que botar unas cosas, bajé. Cuando salí, vi a un hombre misterioso, con cachucha y capota, y ahí me atacó”.
Actualmente, su agresor, Jonathan Vega, es juzgado por tentativa de homicidio agravado y la pena puede llegar a los 30 años de cárcel.
Ella relató cómo vive su recuperación. “Estoy en una etapa de cicatrización que toma un año en parar, por eso hacer cirugías no funcionan a veces. En este momento estoy entre masajes, máscaras y geles. Antes me reconstruyeron tres capas de piel que se perdieron en mi pierna derecha, mi abdomen y mi cara”.
Natalia quiere convertirse en una líder de las mujeres víctimas con ácido y seguir luchando para que reconozcan y fortalezcan las penas para quienes cometan estos condenables ataques. “Estoy hecha para hacer algo grande y lo estoy haciendo. La vida me da la oportunidad de acabar esto, que no puede seguir pasando. Hay muchos casos en la impunidad” expuso.
La mujer, dice, aún no sale a sitios públicos y sólo sale para cumplir con las citas de su tratamiento. “Me levanto temprano a hacerme masajes, después estoy en terapias. Voy a fisioterapia en la tarde y al siquiatra una vez por semana. El sicólogo lo empiezo pronto. A veces es difícil dormir, pero lo estoy logrando. Me mantengo ocupada haciendo lo imposible para salir rápido de esto”, puntualizó.