“Necesitamos blindar a la frontera porque no estamos jugando con angelitos”: congresista José Vicente Carreño

SEMANA: Este fin de semana el ELN atacó a una patrulla militar en Arauca, que dejó cinco muertos y seis heridos, ¿qué análisis hace de lo ocurrido?

JOSÉ VICENTE CARREÑO: Me solidarizo con las familias. Me parece que necesitamos que la comunidad internacional, las ONG’s, que tanto dicen que defienden los derechos humanos, se pronuncien. Nuestros soldados fueron asesinados con armas no convencionales. Uno mira con mucha preocupación que un sector político de nuestro país y las ONG’s internacionales se pronuncian solo en algunos casos, como si los derechos humanos tuvieran estratificación. A mí me duele que asesinen a un indígena, un líder social, lo rechazamos, pero también exigimos que se rechace la muerte de nuestros soldados y policías.

SEMANA: ¿Qué hacer?

J.C.: En el caso de Arauca, la puerta de entrada al país, donde tenemos una frontera porosa, muy extensa, creería que necesitamos contundencia de nuestra fuerza pública, que vengan más uniformados. Ojalá, si se pudiera desde el orden nacional, ubicar un batallón de alta montaña dedicado exclusivamente a cuidar a la frontera con Venezuela. Que sea un batallón naval que apoye la seguridad en el río Arauca porque a estos delincuentes les queda muy fácil hacer la embarrada en Colombia y pasar la frontera. Tenemos unas fuerzas muy preparadas, pero la dificultad que tenemos es la línea fronteriza y más con ese vecino país y ese gobierno sinvergüenza que los ha albergado y les ha dado todas las herramientas. Yo sí diría que necesitamos bloquearles ese paso tan fácil que tienen y que les permite hacer su fechoría en nuestro país y cruzar al lado del gobierno sinvergüenza.

SEMANA: Cómo araucano, ¿qué propone hacer con Venezuela?

J.C.: Más allá de eso tenemos que cuidar la frontera. Tenemos que hacer una política de migración más fuerte. Necesitamos controlar más la migración de los hermanos venezolanos a nuestro país, entiendo que debemos ser solidarios, pero está llegando mucha delincuencia. En el pasado, cualquier colombiano que pisara Venezuela tenía que llegar con todos los documentos en regla, su pasaporte, el permiso del consulado, hoy vemos cómo los venezolanos vienen hacia este país y andan como Pedro por su casa. Hace falta más política de migración. Necesitamos que el director de Migración Colombia sea más contundente y trabaje más frente a ese tema, refuerce con unidades, con logística y personal humano, las fronteras en el país. Lo digo con toda contundencia. Uno ve en departamentos como Arauca que, a pesar del esfuerzo de Migración Colombia, falta talento humano, es muy reducido el personal, no tienen la logística suficiente, ni buenos vehículos para movilizarse. También hay que meterle más personal a la fuerza pública que hace presencia en este departamento.

SEMANA: ¿Tiene cifras?

J.C.: La Armada tenía una base muy importante en Arauquita y por temas de logística la levantaron, necesitamos que la regresen para blindar la frontera. Hay un punto que se llama Puerto Contreras, en Saravena, que es neurálgico porque la subversión ha aprovechado para hacer y deshacer. Requerimos un fuerte militar allí, lo mismo que en la vereda Caracol y en el municipio de Arauca. Si logramos cubrir esa línea fronteriza seguramente van a neutralizarlos en el territorio colombiano. Una mira con preocupación que los Escuadrones Móviles de Carabineros se los llevaron de Arauca, no hay, hace ocho año había casi 600 unidades… hoy tenemos un número reducido de 20, 30 en todo el departamento. No es justo con una región que ha sido históricamente maltratada por las Farc y el ELN. Aquí no estamos jugando con angelitos, son grupos terroristas: las disidencias de las Farc y el Eln.

SEMANA: ¿Por qué es clave Arauquita? ¿Podría describir su ubicación? Se lo preguntamos por el atentado ocurrido este fin de semana

J.C.: Ha sido un epicentro que le ha facilitado mucho la movilidad a las Farc y al Eln por su proximidad con la zona de frontera. Cuando uno cruza desde Colombia lo primero que se encuentra al otro lado, en Venezuela, es La Victoria, que bordea la frontera. Lo mismo que El Amparo, que pertenecen al estado de Apure. Allá las Farc y el Eln andan como Pedro por su casa. El paso desde este país tarda dos minutos mientras se pasa el río Arauca. Incluso, en verano, hay lugares donde se reduce tanto el caudal, que se cruza caminando.