MOVILIDAD
Los taxis mueven $2,9 billones en Bogotá y Uber solo maneja el 1,5% del mercado
Un estudio de Probogotá da cuenta de la magnitud del negocio en la capital, y de la pequeña porción que, de momento, maneja la aplicación. Recomienda que sea regulada cuanto antes.
El uso de la plataforma Uber para solicitar transporte particular abrió desde hace 3 años una de las discusiones más acaloradas en Bogotá. Y era previsible. Lo que está en juego no solo es un servicio público esencial para la ciudadanía, sino un negocio que mueve 2,9 billones de pesos al año solo en la capital, incluyendo los vehículos de placas blancas, según los cálculos que hizo Probogotá en un estudio que lanzó este jueves.
La presencia de la aplicación en el país desató el descontento del gremio de taxistas porque consideran que desde su entrada en el mercado, el negocio cayó. Incluso, aseguran, el cupo que les permite prestar el servicio pasó de estar avaluado alrededor de los 100 millones, a la mitad en menos de dos años.
Sin embargo, por ahora, según los datos que Probogotá recibió de Uber y que cruzó con los del Distrito, el impacto de la aplicación no sería tan grande como para desestabilizar el negocio de los taxistas, pues solo el 1,5% de los viajes que se hacen en Bogotá se tramitan a través de la plataforma. Eso sí, todo apunta a que Uber seguirá conquistando espacios.
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La queja de los taxistas es, en esencia, que los conductores de Uber tienen ventajas en la competencia. No pagan cupo para entrar al mercado, por ejemplo, ni otros permisos y tarifas que le exigen las empresas a los taxistas. En ese punto, la recomendación que Probogotá le hace al Distrito y al Gobierno Nacional es que regule cuanto antes el servicio por esa aplicación, sobre todo, para que la competencia se dé en condiciones iguales.
La regulación ha sido el foco del problema y al mismo tiempo un punto en el que están de acuerdo taxistas y Uber. Ambos la piden cuanto antes, pues es claro que, como está planteada la ley actualmente, es ilegal que un particular cualquiera preste el servicio público de transportar a los ciudadanos.
Los jueces han entrado en el asunto. El Tribunal de Cundinamarca aceptó una demanda interpuesta por el Ministerio de Transporte, con la que la cartera pretende controlar la aplicación. La Superintendencia de Puertos y Transporte sancionó a Uber con $344 millones por facilitar la infracción a normas de tránsito. El Congreso, por su parte, hundió un proyecto de ley que era respaldado por 3 millones de firmas, con el que se buscaba dar un marco legal a Uber. Pese a esas medidas, el tema sigue abierto.
Además de la ausencia de regulación de la plataforma, la falta de regulación del mismo mercado de los taxis en la ciudad también queda evidenciada en el estudio de Probogotá. Aunque la administración distrital se encarga, año tras año, de ajustar las tarifas o algunos requisitos de funcionamiento, hay temas de fondo que están pendientes.
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En 1993, la administración local congeló los cupos de taxis en Bogotá, al expedir 36.000 cupos. Desde entonces, esos permisos de operación se salieron de su control y han sido los particulares los han manejado y negociado, pasándolos de propietario en propietario. Pese a que el Distrito nunca autorizó que aumentaran los cupos, hoy hay 50.000 taxis registrados en la Secretaría de Movilidad. Ese es un punto que no se entiende: ¿Por qué hay registro de 14.000 taxis más de los permitidos?
Actualmente, más de la mitad de esos cupos están controladas por dos empresas. Según los datos de la Secretaría de Movilidad, Taxis Libres tiene el 34% y Tax Express el 20%. Hay otras 54 empresas que se reparten el resto de la torta. Todas, juntas, perciben anualmente $36.000 millones de sus afiliados (los taxistas) y sobre ese monto, pagan impuestos. Pero el negocio mueve $2,9 billones aproximadamente. Es decir, por el 98% de la operación, que son las transacciones diarias entre los clientes y los usuarios, el Estado no recibe un peso.
Regular todos esos cabos sueltos del negocio y de Uber es urgente, asegura Probogotá. El tema se ha convertido en una especie de crisis social: en el último año hubo varios paros masivos de taxistas y se han presentado brotes de violencia contra los usuarios y conductores que usan la plataforma.
Uber se manifestó con respecto al estudio: "En Uber creemos firmemente en la transformación positiva que la tecnología trae a las ciudades. Hoy, celebramos el estudio realizado por PROBOGOTA que, con evidencia clara, expone cómo Bogotá ha evolucionado positivamente gracias al servicio que prestan las plataformas al tiempo que señala la necesidad de actualizar la regulación para que esté acorde con las necesidades de una nueva realidad económica. Aplaudimos este tipo de estudios independientes que fomentan e incentivan la innovación en el país. En Uber continuamos comprometidos con Bogotá y las ciudades colombianas, donde continuaremos ofreciendo alternativas de movilidad que satisfacen las necesidades de los ciudadanos", dijo Humberto Pacheco, Gerente General de Uber para la Región Andina y América Central.