María Claudia Daza visitó 17 veces la Casa de Nariño en 19 meses

María Claudia Daza era un nombre que hasta hace muy poco tiempo no era muy conocido entre los colombianos. Pero en los últimos días, esta mujer se ha convertido en una de las protagonistas del tema más controvertido de la actualidad: la llamada ñeñepolítica. En una serie de transcripciones de audios, José Guillermo el ‘Ñeñe‘ Hernández habla con una mujer sobre una serie de movimientos en la época electoral en favor de la campaña de Iván Duque. Al comienzo esta mujer se conocía como MD. El periodista Julián Martínez reveló que se trataba de María Claudia Daza, una asesora cercana de la Unidad de Trabajo Legislativo del expresidente Álvaro Uribe en el Senado.  

En la mañana de este lunes, Daza emitió un comunicado y señaló que "no acepta y rechaza enérgicamente que se le endilgue la autoría de una conversación". Afirmó que eso no es propia de su vida de servicio y lealtad con una "persona y una causa en la que he creído con honradez, convicción y afecto". 

En una entrevista con Vicky Dávila, el expresidente Uribe habló de este espinoso asunto. "Me duele muchísimo y me causa gran consternación, además del daño que me hace a mí. Esa señora ha trabajado hace muchos años conmigo", dijo.  “La he llamado varias veces, me dice que ella no dice eso, que dónde está el audio, lo niega con mucha contundencia (...) compra de votos no hubo, no es sino preguntar cómo se desarrolló esa campaña en el Cesar y en La Guajira, con la transparencia y la austeridad”, agregó el exmandatario.

Sin embargo, en el tono del expresidente se notó el deseo de distanciarse de esos episodios, que aparentemente desconocía, y enfáticamente rechazaba. En la conversación con Vicky Dávila ella le preguntó si iba a pedirle la renuncia y él dejó saber que prefería que ella tomara esa decisión por su cuenta. Esa indirecta la entendió ella inmediatamente y en medio de la entrevista se conoció su renuncia. 

A raiz de eso, ha generado mucha expectativa el papel que Daza cumplía no solo en la oficina del senador Uribe, sino frente a la Presidencia de Iván Duque. SEMANA tuvo acceso al registro de visitas de la Casa de Nariño. En este se puede evidenciar que Daza estuvo 17 veces en la Casa de Nariño en los 19 meses que lleva Duque en el poder. Las visitas son en su mayoría rutinarias, como parte del trabajo que ella tenía al ser la asistente del líder del Centro Democrático. 

En ese papel, Daza visitó diferentes despachos para diferentes temas concretos de trabajo. En las 17 visitas nunca tuvo una audiencia personal con el Presidente de la República. Estuvo, por ejemplo, con el entonces Consejero para Asuntos Políticos, Jaime Amín; en la Consejería para las Regiones con Karen Abudinen; en el despacho de la primera dama con July Jaramillo; en un desayuno con la bancada del Centro Democrático; con el entonces director del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jorge Mario Eastman; con la Consejera para Asuntos Políticos y Legislativos, en la Consejería de la Mujer, con la jefe de gabinete María Paula Correa, con el consejero para la estabilización Emilio Archila y con la secretaría jurídica de la Presidencia, Clara María González.

Además, Daza asistió a las posesiones de varios altos funcionarios del gobierno. Por ejemplo, a la del director del DNP, Luis Alberto Rodríguez; a la del viceministro del Interior, Daniel Palacios, y a la del embajador de Emiratos Arabes Unidos. 

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En todas esas gestiones era considerada una funcionaria diligente y competente y era un personaje popular en el Centro Democrático. Por eso, en esa colectividad llamó la atención los términos en que se dio su salida, pues a pesar de negar que era la interlocutora del Ñeñe, para todos los conocedores de la campaña sí se trataba de ella. Y aunque hablar con el Ñeñe no era lo que parece hoy, de esa conversación se deducen dos cosas: Que se la estaba jugando toda por apoyar a Duque, pero que en ese empeño se le fue la mano.

Como se trata de una conversación con un muerto y probablememte no hay sustento documental de nada, la cosa probablemente no pase de ahí. Pero para una furibista que dio muchas batallas por sus jefes no ha sido un final feliz.