NACIÓN

Fumigaciones: el primer grito de independencia del fiscal general

La propuesta de Néstor Humberto Martínez de volver a usar el glifosato acaba la luna de miel que había tenido su gestión y enciende toda una polvareda política.

4 de septiembre de 2016
| Foto: Archivo particular

En el poco más de un mes que lleva Néstor Humberto Martínez como fiscal ha demostrado ser un funcionario proactivo contundente y que toma riesgos. Todas las medidas que había tomado hasta hace unos días habían caído bien. El giro que les dio a los principios de oportunidad del caso Interbolsa le produjo una agradable luna de miel, en una entidad que suele estar agobiada por las polémicas. Sin embargo, ese estado de tranquilidad cambió definitivamente el pasado fin de semana cuando se conoció su propuesta de reanudar las fumigaciones.

El tema es bastante espinoso. Por un lado, porque el viraje en la política de lucha antidrogas ha sido una de las banderas del gobierno Santos. La suspensión del glifosato es el símbolo de esa nueva era y goza de múltiples apoyos. La Organización Mundial de la Salud ya advirtió que esa sustancia puede ser cancerígena y la Corte Constitucional pidió dejar de usarla en un histórico fallo.

Por el otro lado, para un importante sector de la derecha y buena parte de la opinión pública, ante el aumento desmedido de los cultivos ilícitos, la medida no está del todo justificada. Esos escépticos consideran que a todo producto le sale algún estudio diciendo que entraña algún riesgo. Aseguran que lo mismo sucede con los teléfonos celulares y nadie ha dejado de usarlos por eso. Para ellos tiene más peso, como lo aseguró el mismo Martínez, que el país haya pasado de tener 47.788 hectáreas sembradas con mata de coca en el 2012 a lo que, según los cálculos, puede ser cercano hoy a 140.000.

Muchos consideran que ante ese panorama, el desmonte del glifosato no es más que la consecuencia de la supuesta obsesión del gobierno Santos de complacer a las FARC. El tema es tan importante para el proceso de paz, que es uno de los seis puntos del Acuerdo Final con esa guerrilla y quedará en el bloque constitucional una vez se refrenden los acuerdos y se tramite la ley habilitante. Sin embargo, el Jefe del Equipo Negociador, Humberto de la Calle, aclaró este lunes que la propuesta del fiscal está en armonia con los acuerdos. "Nunca dijimos que se tenía que prohibir de manera absoluta la aspersión", le dijo a la W radio. 

Por eso, el hecho de que el fiscal general quisiera meterse en esa pelea sorprendió a muchos. En primer lugar porque dada la cercanía personal que hay entre él y el presidente, llamó la atención que el tema no haya sido consultado. Martínez, quien como fiscal forma parte del Consejo Nacional de Estupefacientes, ni siquiera le dirigió esa petición a Santos, sino que envió semejante propuesta en una carta de siete páginas al ministro de Justicia, Jorge Londoño. En la misiva le pide al jefe de esa cartera convocar a una reunión de ese organismo.

Asumir de frente esta posición le garantiza continuar popularidad con la derecha, pero no con la izquierda. A pesar de que la noticia se hizo pública el domingo, cuando la mayoría de los colombianos descansa, las primeras reacciones del Gobierno fueron negativas, pero dada la gravedad de la situación no se sabe si serán las definitivas. Aun así, eso hizo pensar que la unanimidad que Martínez había conseguido con sus primeros anuncios la perdió con esta polémica propuesta.

El procurador Alejandro Ordoñez pudo ser el más feliz. Desde una conferencia aseguró que fue “un error del Gobierno suspender las fumigaciones” y agregó que el país estaba “nadando en coca”.

La coordinación que se vio en el rechazo que varios ministros le dieron a la propuesta de Martínez dejó la impresión de que había sido por orden presidencial. El jefe de la cartera de Justicia, Jorge Londoño, aseguró que "la aspersión aérea no soluciona nada". Agregó que no está de acuerdo con Martínez, pues "en el 2007 se asperjó de forma aérea con mucha intensidad y fue el año que más cultivos ilícitos hubo".

El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, también salió a criticar al fiscal. Explicó que una de las razones para prohibir el glifosato fue la confirmación de los científicos de que la sustancia puede ser cancerígena. “Según la OMS, la exposición al glifosato puede estar relacionada con la generación de linfoma no hodgkiniano, un tipo de cáncer del tejido linfático”. Agregó que la “implementación del Acuerdo Final hace innecesaria la erradicación con glifosato pues las FARC se comprometen a romper todo vínculo con narcotráfico”.

En un tono más conciliador salió el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo. Desde Putumayo afirmó que esta sustancia no sólo es nociva para la salud, sino que deteriora la inmensa riqueza natural que tiene el país. “Hemos sido enfáticos y lo más técnicos posible sobre las consecuencias de la fumigación aérea. Estamos de acuerdo en que su uso controlado es posible, pero acompañado de erradicación manual”, explicó.

Por su parte, la Policía asumió una posición más neutral e hizo público que existe un herbicida que podría reemplazar al temido glifosato. Se trataría de una sustancia conocida como glufosinato de amonio, que de ser aprobada, permitiría levantar la prohibición de la aspersión aérea.

En medio de la polémica, no faltaron quienes creyeron que dada su cercanía con Germán Vargas, el fiscal Martínez estaba simplemente reflejando lo que el vicepresidente piensa y abonándole el terreno para su llegada a la campaña del 2018. Sin embargo, todos los que conocen a Néstor Humberto saben que es demasiado independiente para ser la voz de otro. En todo caso, su propuesta generará un enorme debate y promete dar mucho de qué hablar.