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Ni la Unidad Nacional de Protección se salva de la inseguridad. Se han robado más de 95 carros blindados que terminaron en Venezuela
Robar camionetas de la Unidad Nacional de Protección se convirtió en un negocio para grupos criminales que las llevan a zonas fronterizas con Venezuela. Al mes hurtan, en promedio, 15 vehículos blindados en todo el país.
El temor se apoderó de Luis Evelio Gereda, concejal de Saravena (Arauca), el 11 de agosto de 2023. Dos hombres llegaron a su casa, cada uno con una pistola en la mano, y lo encañonaron. Se presentaron como miembros del frente décimo de las disidencias de las Farc, también conocido como frente Martín Villa.
Un tapabocas azul y una pañoleta les escondían los rostros. Con voz amenazante dieron una orden: “Coja las llaves de la camioneta y acompáñenos. Al carro, al carro”, repetían una y otra vez, según le narró Gereda a SEMANA.
Los delincuentes se referían a la camioneta Toyota Hilux blindada 4x4 modelo 2018 que está asignada al esquema de protección que le entregó la Unidad Nacional de Protección (UNP), luego de que fue víctima de un atentado. El carro estaba parqueado a pocos pasos de su vivienda. El político no había llamado a sus escoltas porque no tenía pensado salir de la casa. Era mediodía cuando los hombres obligaron al concejal a conducir el carro.
“Todo el tiempo me tuvieron encañonado, yo solo les rogaba que no me mataran y ellos me gritaban que acelerara”, dice, recordando que las manos le temblaban sobre el volante. Cuando llegaron al cruce que separa a Tame de Arauca, lo arrojaron al piso. Minutos después, cuando un taxi pasó por el lugar, pudo regresar a casa y reportar el hurto de la camioneta ante las autoridades.
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El robo de ese carro aún no forma parte de los balances oficiales que entregó el grupo de vehículos de protección de la UNP a SEMANA. La entidad reporta 95 carros de esquemas de seguridad hurtados durante el primer semestre de 2023. Solo en el departamento de Arauca robaron 19 vehículos, ocupando el segundo lugar en el país, tras Norte de Santander, donde hubo 20 casos. En Bogotá se reportaron 12 robos y en Valle del Cauca, 11.
En estas regiones los delincuentes parecen desafiar las medidas de seguridad destinadas a proteger a los propietarios. Sorprendentemente, en lugar de alejarlos, los vehículos blindados atraen a los criminales, como abejas a la miel, especialmente en zonas fronterizas, como indican las estadísticas proporcionadas por la Unidad.
Autoridades aseguran que ese fenómeno está relacionado con el poder que poseen los grupos ilegales en Norte de Santander y Arauca; además, con la facilidad que tienen para pasar a Venezuela sin controles, país donde también hay brazos de las organizaciones delincuenciales. Pese a que los vehículos cuentan con GPS, una vez están fuera del territorio colombiano no hay nada que hacer. Por eso, los municipios en los que más roban estos carros son Tibú, Tame, Arauquita y Saravena, que quedan a solo unos minutos de la frontera colombovenezolana.
En medio de los hurtos se han cobrado vidas, como en marzo de 2022, cuando asesinaron en Cúcuta al patrullero Carlos Daniel Castro, quien escoltaba al congresista Jairo Humberto Cristo. La camioneta, según las investigaciones, fue llevada al vecino país. Los vehículos que roban suelen ser de alta gama, oscilan en el mercado entre los 150 y los 300 millones de pesos. Pero fuentes de la UNP afirmaron a SEMANA que el Estado no pierde dinero con esos robos, debido a que ellos subcontratan el servicio y el operador está obligado a reemplazarlo inmediatamente.
A su vez, los rentadores de carros dicen que son las aseguradoras las que cubren las pólizas. Fasecolda reporta que en el primer trimestre del año se presentaron 1.423 reclamaciones por pérdida total relacionadas con el hurto, de las cuales 924 corresponden a carros livianos, entre ellos están las camionetas blindadas, pero es difícil determinar exactamente cuántas.
Esta etapa en la que los grupos criminales hablan de paz y a la vez sacan provecho a su conveniencia, hace recordar la época de la zona del despeje, a inicios de este siglo, cuando en el Caguán aparecieron alrededor de 5.500 carros robados, como lo reportó en su momento la Asociación Nacional de Partes y Repuestos Automotores (Asopartes).
Después de 23 años, el fenómeno se sigue presentando, y quienes requieren protección se sienten desamparados. “La UNP no ha reemplazado la camioneta que robaron y yo no he podido salir a ejercer mi obligación como concejal, ni mi derecho a campaña para el próximo periodo”, alertó Gereda desde Saravena.