| Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

“Nicaragua no puede pasar por encima de todos en el Caribe”

La canciller, María Ángela Holguín, pasó al ataque frente al fallo de La Haya. Habló con SEMANA de las posibilidades de una confrontación con Nicaragua.

17 de agosto de 2013

SEMANA: ¿Qué responde a quienes dicen que Colombia no tiene una estrategia clara ni contundente tras el fallo?

María Ángela Holguín: El hecho de que seamos prudentes y que estudiemos con juicio y analicemos cada paso no quiere decir, en ningún momento, que no estemos actuando con toda la determinación en la defensa y en la estrategia que Colombia merece, que nos permita recurrir a los mecanismos del derecho internacional para elevar nuestras opiniones y críticas hacia el fallo. Hemos sido cuidadosos en estudiar diferentes posibilidades, hemos consultado a expertos nacionales e internacionales, para tener claridad sobre los distintos escenarios de acción. 

SEMANA: ¿Y cuándo darán a conocer esas medidas?

M.A.H.: En cuanto estemos preparados y totalmente seguros de los caminos que emprenderemos para defender nuestros intereses nacionales le contaremos al país de manera transparente y responsable, como lo hemos hecho hasta ahora. 

SEMANA: Pero han pasado nueve meses desde el fallo.

M.A.H.: El manejo prudente que hemos tenido no debe confundirse jamás con debilidad. La opinión pública puede estar segura de que estamos afinando con seriedad y responsabilidad las acciones a seguir, sin inmediatismos ni decisiones precipitadas, y obedeciendo únicamente al interés nacional, en el cual, naturalmente, el bienestar de los pobladores del archipiélago es una prioridad central.

SEMANA: ¿Por qué calificó de traición a la patria las filtraciones que se han presentado sobre la defensa que quiere Colombia?

M.A.H.: Yo no dejo de sorprenderme cuando personas, por cualquier motivación, revelan información privilegiada y confidencial relacionada con asuntos de Estado y en especial sobre este tema tan sensible. Quiero reiterar que todo lo que digamos que favorezca intereses de terceros, y específicamente de Nicaragua, va en detrimento de todos los colombianos y de nuestra defensa nacional, y no exclusivamente de un gobierno. 

No entiendo cómo alguien que revela dicha información privilegiada y confidencial no piensa en el daño que le hace al país y a todos los colombianos. Y me pregunto, ¿cómo más podríamos llamar ese acto? En este momento debemos unirnos en este tema fundamental, que hemos manejado como política de Estado.

SEMANA: ¿Es cierto que usted decidió que para la defensa de Colombia no era prioritario declarar patrimonio mundial de la humanidad a la reserva de Coral Seaflower, lo que podría frenar las pretensiones nicaragüenses?

M.A.H.: Ningún país puede ‘declarar’ un bien como Patrimonio de la Humanidad. Los Estados pueden postular una candidatura ante el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco. La Cancillería decidió, tras consultar a la agente y revisar todas las repercusiones, que por el momento no era conveniente continuar con el proceso de postulación, teniendo en cuenta que en 2010 se mantenía el litigio entre Nicaragua y Colombia ante la Corte Internacional de Justicia. 

SEMANA: Pero en ese momento esos mares eran de Colombia.

M.A.H.: El fallo de 2007 de la Corte había decidido que el meridiano 82 no era el límite marítimo y que iba a fijar uno nuevo. Además, uno de los requerimientos de la Unesco consiste en acabar la pesca industrial en esa área. 

Cuando los críticos sugieren que habríamos podido reafirmar posesión sobre algunas áreas del Seaflower al emprender esta medida, desconocen que la misma convención indica que inscribir a  un bien objeto de reivindicación de soberanía o de jurisdicción no prejuzga nada sobre los derechos de las partes en litigio.

SEMANA: ¿Por qué, como dice María Jimena Duzán, usted desechó la tesis del Archipiélago de Estado, una zona que genera su propia zona exclusiva?

M.A.H.: Esa tesis, –que sostuvo el doctor Enrique Gaviria Liévano durante la Tercera Conferencia sobre Derecho del Mar, que condujo a la Convemar y en algunas de cuyas sesiones participó– fue acogida por pocos países. La Conferencia rechazó esa posibilidad y reconoció el planteamiento de las líneas de base rectas únicamente para Estados archipiélagos. Esta posición tampoco ha sido desarrollada ni en la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia, ni en la de tribunales de arbitramento. 

SEMANA: ¿Qué tal están las relaciones con Nicaragua? ¿Por qué se ve un lenguaje muy belicista en ese país? ¿Podría haber un incidente con Nicaragua?

M.A.H.: Con Nicaragua hay diálogo a diferentes niveles. Los colombianos conocimos las reuniones del presidente Santos con el presidente Ortega posteriores al fallo de La Haya. Debemos entender que dichos diálogos no han minado nuestra total determinación en la defensa del territorio nacional. 

Lo que también el país debe entender es que los comentarios que incitan a la confrontación y a la guerra no nos harán defender mejor nuestros intereses nacionales. Así como la discreción no es sinónimo de inacción frente al fallo de la CIJ, la firmeza en la defensa del territorio nacional no es lo mismo que llamados a la guerra. 

SEMANA: ¿Pero qué tan tensa está la situación?

M.A.H.: No estamos ad portas de un conflicto bélico con Nicaragua y la presencia de la Armada nacional no obedece a otra cosa que al ejercicio pleno de nuestra soberanía y, sobre todo, a la protección de los pescadores colombianos que históricamente han derivado su sustento de las aguas del archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.

SEMANA: Hay quienes dicen que se desestimó la noticia de la construcción del canal por parte de Nicaragua y que hasta se afirmó que no iba a haber un impacto destructivo sobre el archipiélago.

M.A.H.: Sobre el canal, las inquietudes planteadas en ese sentido fueron escuchadas y transmitidas de inmediato a los abogados que nos asesoran, para su análisis. Tres de los abogados consultados, además de la Armada, desestimaron incluir esta argumentación en las acciones que se propondrían.

Sobre el impacto destructivo en el archipiélago, quisiera que tuviéramos en cuenta que existen varios canales interoceánicos, incluso uno cerca a nuestras costas pacífica y atlántica, y todavía no tenemos noticias de manchas negras de químicos venenosos en estos canales. La zona de aproximación a un canal interoceánico es en promedio de tres millas náuticas. 

Es claro que las rutas de acceso del eventual canal estarían, en cualquier caso, en aguas internacionales en las que existía y existe libertad de navegación, y las áreas de posible parqueo y maniobra de los buques estarían dentro de las 12 millas del mar nicaragüense. Esto no implica que compartamos la idea de la construcción de dicho canal. Esperamos que ese proyecto no se convierta en una realidad.

SEMANA: ¿Qué piensa de la decisión de Nicaragua de pedir su plataforma continental? ¿Hay peligro de perder más mar?

M.A.H.: La pretensión de la plataforma continental extendida de Nicaragua no es solamente contra Colombia. También es contra Jamaica, contra Costa Rica, contra Panamá. No estamos solos en esto, y en eso estamos trabajando. Yo estuve en Jamaica y en días pasados estuvimos conversando con el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, porque no es posible que Nicaragua pretenda pasar por encima de todos, de todo el Caribe así como así. Eso no lo vamos a permitir.

SEMANA: ¿Usted cree que el problema es que muchos sienten que Nicaragua tiene claro hacia dónde va y Colombia no? 

M.A.H.: Quiero aprovechar para advertir que también aquí hay un juego en el que Nicaragua busca alterar a los colombianos. Hacen afirmaciones públicas y dan declaraciones de cosas que no son, como el tema de las concesiones, donde el presidente Ortega dijo que se habían adjudicado en las aguas que el fallo le había dado, cosa que no es cierta. 

Las concesiones están al occidente del meridiano, y aunque esa es la realidad, en Nicaragua lograron lo que pretendían, generar desestabilización y dudas. No se olvide que he enviado varias notas de protesta sobre este tema.