Bogotá

Nicolás Estupiñán responde a críticas del pico y placa y da señales de futuros cambios en movilidad

De acuerdo con el secretario saliente de Movilidad, este año se hará un piloto con Waze para cobrar el pico y placa solidario por trayectos o kilómetros y afirmó que el Distrito le apuntará en un futuro al cobro para ingresar a zonas de alta congestión.

15 de enero de 2022
Nicolás Estupiñán renunció a su cargo como secretario de Movilidad después de dos años de gestión.
Nicolás Estupiñán renunció a su cargo como secretario de Movilidad después de dos años de gestión. | Foto: Jhonatan Ramos Guillen

Luego de dos años de estar al frente de la Secretaría Distrital de Movilidad, Nicolás Estupiñán decidió dejar el cargo para regresar a Argentina con su familia.

En una entrevista con SEMANA, Estupiñán respondió a las críticas por la nueva medida de pico y placa establecida en Bogotá para este año y dio detalles del objetivo que tiene en mente la Administración Distrital para la movilidad en la ciudad en los próximos años.

También entregó un balance de su gestión al frente de la Secretaría de Movilidad y anunció que muy pronto se ampliarán las zonas de parqueo en vía en la ciudad y, así mismo, entrará en funcionamiento el operador público en el sistema de transporte público de la ciudad.

SEMANA: ¿por qué decidió dejar el cargo en la Secretaría de Movilidad?

Nicolás Estupiñán (N.´E.): no sé si mucha gente sabe, pero mi esposa es argentina y la verdad tengo una coyuntura familiar allá en Buenos Aires, con la familia de ella, mis suegros están deteriorados de salud y en los últimos dos meses la cosa se ha venido complicando mucho y vamos a regresar a atender esa situación personal. Esa es la única razón por la que me voy, a mí la verdad me cuesta un poquito irme, pero hay momentos en los que la salud está primero y toca tomar estas decisiones.

SEMANA: ¿hasta cuándo es su último día en la Secretaría?

N. E.: este lunes (17 de enero) Felipe Ramírez ya se posesiona como el nuevo secretario.

SEMANA: ¿cuáles fueron los retos en movilidad que le planteó la alcaldesa Claudia López al inicio de la Administración?

N. E.: el principal reto que tenemos en Bogotá, y en el país en general, es poder entender la movilidad no necesariamente como kilómetros, infraestructura, buses, trenes, sino entenderla como una forma de redistribuir equidad, oportunidades, porque al final del día las personas se mueven para eso, para poder acceder a un empleo, a un sistema de educación, a salud, a una serie de oportunidades que se generan en las ciudades, y entre una ciudad más oportunidades pueda tener, pues claramente es una ciudad más productiva y competitiva.

La movilidad no es más que eso, es una forma de poder ayudar a las personas a acceder a esas oportunidades y en Bogotá necesitamos volver a poner el foco en eso y en particularmente en aquellas personas que tienen menos acceso a esas oportunidades; ahí hay unas correlaciones fuertes entre distancia, costos, y debemos volver a recordar que la función principal del sistema de movilidad es poder mejorar más y mejores oportunidades para aquellas personas que más lo necesitan.

SEMANA: ¿y cuál es su balance?, ¿qué logró usted al frente de la Secretaría de Movilidad?

N. E.: fueron dos años altamente productivos. Lo primero que hay que destacar es que tenemos un balance muy positivo en dejar una hoja de ruta para Bogotá, la ciudad no tenía una hoja de ruta clara, Bogotá no ha tenido metro, por ejemplo, no porque no tenga capacidad fiscal ni los recursos, sino porque no había podido tener una hoja de ruta y un acuerdo político con el Gobierno de cuál es ese norte que debe seguir Bogotá.

Eso finalmente lo logramos hacer el año pasado cuando expedimos un documento Conpes acordado con el Gobierno nacional, con Cundinamarca y Bogotá de cuál es ese plan maestro de movilidad e infraestructura que requiere la ciudad y esos proyectos priorizados se firmaron en ese documento Conpes, generando esa hoja de ruta y ese mismo proyecto se planteó en el Plan de Ordenamiento Territorial.

Dejamos una ruta clara con los elementos normativos definidos para poder avanzar, con una serie de proyectos priorizados con la cofinanciación del Gobierno que tenemos que terminar de cerrar en los próximos tres o cuatro meses para poder cerrar nuestra segunda línea del metro a Suba y Engativá; para poder determinar y definir nuestro borde occidental, cuyo eje principal es la calle 13, un proyecto que venimos trabajando con el Gobierno nacional. Esos son los principales proyectos que junto con los Regiotram van hacer que podamos cambiar de paradigma, para no seguirle pidiendo imposibles a TransMilenio y podernos conectar mejor con la región.

Fuera de eso, entrando en proyecto específicos, logramos desmontar el sistema provisional, que había coexistido con TransMilenio y que se demoró 12 años en desmontarse. Hoy podemos decirle a Bogotá que tenemos un sistema único, integrado, en el que ya las personas no tienen que pagar dos tarifas; en el que aumentamos frecuencia y coberturas y finalmente vamos a poder atender toda la ciudad.

También pudimos adelantar la firma del contrato para poder tener un sistema de bicicletas compartidas. Bogotá intentó varias veces tener este sistema y nunca se había podido lograr. Esta licitación la abrimos el año pasado, la adjudicamos a fin de año y esta semana firmamos el contrato para que se empiece a ejecutar, y en mayo vamos a empezar a ver las primeras bicicletas. La ciudad va tener 3.000 bicicletas y 300 estaciones; la mitad de esas bicicletas van a ser pedaleo asistido y eléctricas.

De igual modo, logramos desentrabar el corredor verde de la carrera séptima. Cuando esta administración llegó, lo que encontramos fue un lío jurídico, había congelados 2,1 billones de pesos, con una serie de demandas; la plata estaba congelada a través de esas acciones de incumplimiento que teníamos. Era un proyecto que no daba ni para adelante ni para atrás, no había ningún tipo de certeza de cómo avanzar. Junto con la ciudadanía nos organizamos, logramos tener más de 50.000 participaciones ciudadanas y logramos construir con la gente un diseño diferente y que pudiera reconocer las tres funciones principales que nos dijo la gente que quería tener en ese corredor verde, y es poder tener un respeto por la estructura ecológica principal, poder reconocer la función que tiene la calle como un lugar para estar, respetar el patrimonio cultural y arquitectónico de la séptima y, por supuesto, servir como corredor vial. A finales de este año vamos a estar adjudicando el inicio de construcción de este proyecto.

SEMANA: ¿cuáles son los cambios que plantea el POT en movilidad para Bogotá?

N. E.: el POT incluye cinco líneas de metro, siete cables aéreos, dos Regiotram y 500 kilómetros adicionales de infraestructura para bicicletas.

SEMANA: ¿cuál es el balance del parqueo en vía?

N. E.: logramos iniciar con el parqueo en vía el pasado 2 de noviembre y hoy en día el balance es positivo, ha existido un esfuerzo de la Terminal de Transporte y de la Secretaría de Movilidad para poder consolidar ese proyecto. Iniciamos con 1.000 celdas el año pasado, en enero vamos a cerrar con 1.000 celdas adicionales y todos los meses de 2022 vamos a estar añadiendo 1.000 celdas más para cerrar este año con 13.000 celdas.

Con este programa, estamos inmovilizando vehículos de embajadas, vehículos diplomáticos que se parquean mal en estas zonas, en diciembre inmovilizamos vehículos de la Embajada de Estados Unidos, de Rusia y un carro de Presidencia y esto es porque nos estamos tomando muy en serio el tema del parqueo en vía y estamos haciendo respetar el espacio público.

SEMANA: ¿en qué zonas de Bogotá se van añadir esas celdas adicionales ahorita en enero?

N. E.: vamos a ampliar la zona de Chapinero inicialmente, y luego vamos a establecer zonas en Mártires, Usaquén, en La Candelaria y en diferentes zonas de la ciudad.

La zona que vamos a ampliar en Chapinero va desde la calle 72 hasta la avenida calle 100, y de la carrera 11 hasta la carrera séptima.

El saliente secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán, ha recibido críticas por la nueva medida de pico y placa y por la invitación a la ciudadanía a usar más el transporte público.
El saliente secretario de Movilidad, Nicolás Estupiñán, ha recibido críticas por la nueva medida de pico y placa y por la invitación a la ciudadanía a usar más el transporte público. | Foto: Jhonatan Ramos Guillen

SEMANA: expertos en movilidad cuestionan la nueva medida de pico y placa y aseguran que al establecerse exenciones como el carro compartido y el pico y placa solidario, lo que va a generar es que más carros se movilicen en Bogotá en horas pico, ¿qué responde usted al respecto?

N. E.: Bogotá es una ciudad muy densa y tiene dos características bien complejas de manejar al tiempo: no ha tenido un norte en su Plan de Ordenamiento Territorial y no ha podido ampliar su infraestructura; y por otro lado, hemos tenido un crecimiento del parque automotor, tanto en motos como en carros. Hay herramientas en el mundo que han probado su destreza para poder solucionar estos problemas. Básicamente lo que necesitamos es que las personas les den un mejor uso a todos los recursos, a los carros principalmente, pero también a las calles y a los datos.

Esta medida lo que busca es poder hacer una transición entre el esquema tradicional de pico y placa que conocíamos, a un esquema de cargos por congestión y contaminación. La invitación aquí es clara para la ciudadanía, no necesitamos un segundo carro para movernos, estamos ampliando nuestra red de ciclorrutas con nuestra estructura segregada y segura que es fundamental para los ciclistas, y estamos ampliando la capacidad, la cobertura y la cantidad de buses en el sistema de transporte público.

Pero también estamos ofreciendo alternativas para que las personas que sí o sí necesiten moverse en carro, primero lo compartan y si definitivamente no pueden compartir el carro con los compañeros de trabajo, pues puedan hacer uso de los permisos por día, por mes o por semestre. Este año vamos a empezar un piloto con Waze para hacer una unidad de tiempo más baja, que la gente si quiere un permiso por su viaje, por una cantidad de kilómetros en específico, lo pueda hacer.

Le estamos diciendo a la ciudadanía no compre un segundo carro, no compre otra motocicleta, utilice de manera más eficiente sus recursos. Los carros están parqueados el 80 % del tiempo, la verdad no tiene ningún tipo de sentido económico tener dos carros, pagar doble impuesto, dos Soat, pagar otro parqueadero permanente para tenerlo ahí, en vez de hacer uso del permiso. El valor de ese permiso está determinado por la tasa de compensación que tiene ese vehículo, entonces si ese carro contamina más, paga más que un vehículo que tiene otro tipo de combustible, que es más pequeño y que contamina menos. Entonces estamos migrando hacia un esquema de cargo por congestión y contaminación.

SEMANA: el concejal Rolando González denunció que el verdadero objetivo del pico y placa solidario es llegar a recaudar hasta un billón de pesos, y hace su denuncia basado en un estudio de la propia Secretaría de Movilidad, el cual dentro de los escenarios de recaudo establece que para 2023 el 6 % de la ciudadanía deba pagar por este permiso, y que para 2024 se va a establecer la modalidad de cobro para ingresar a zonas de alta congestión. ¿Qué puede responde usted?

N. E.: la medida de pico y placa solidario está destinada para poder entender mejor cuáles son las reglas de juego y decirle a la ciudadanía que no todos podemos salir al mismo tiempo; Bogotá no puede seguir recibiendo 65.000 carros todos los años. Por supuesto que además vamos a recaudar recursos, la ciudadanía tiene que entender que debemos contribuir y devolverle a la sociedad gran parte de esos problemas que le generamos como contaminación, congestión y siniestralidad vial.

Realmente el objetivo de esa medida no es recaudar dinero, por supuesto que nos viene bien, siempre nos viene bien tener más recursos, pero el objetivo central es promover la movilidad compartida, la eficiencia y la sostenibilidad.

SEMANA: y frente al tema de llegar a cobrar para ingresar a zonas de alta congestión, ¿esa realmente es una posibilidad?

N. E.: esto ya se está planteando en otras ciudades del mundo. Medellín, por ejemplo, ya está planteando sus zonas urbanas de calidad del aire; acá en Bogotá estamos planteando cosas similares. Estamos viendo cuáles son las zonas de la ciudad que tienen mayor congestión, que tienen mayor contaminación, y por supuesto que si yo quiero acceder solo con mi carro en la hora pico a una zona que es altamente congestionada, pues debería entonces pagar una tasa proporcional al gasto que le estoy imponiendo a toda la sociedad. Eso es algo que venimos estudiando.

SEMANA: ¿cuáles son los retos que debe enfrentar Felipe Ramírez al frente de la Secretaría de Movilidad?

N. E.: este año vamos a tener un reto importante en materia de congestión, vamos a pasar de tener 140 frentes de obras a 500. Necesitamos, entonces, organizar y terminar de consolidar el parqueo en vía para poder mitigar esa congestión.

Así mismo, sin lugar a duda, terminar de consolidar la financiación y cofinanciación del Gobierno nacional en la segunda línea del metro y en su borde occidental, como en el proyecto de la calle 13, eso es fundamental para poder avanzar en los próximos tres o cuatro meses en los convenios de cofinanciación y abrir las licitaciones respectivas en el año 2023.

También debe poner en marcha el operador público, finalmente Bogotá logró consolidar su operador público y Felipe va a tener la oportunidad de ponerlo en marcha. Vamos a iniciar con 195 buses, todos eléctricos, en la unidad funcional número ocho de Perdomo, así que vamos a tener finalmente una opción pública para poder operar nuestro sistema de transporte público.

Finalmente, se debe continuar con los distintos procesos de recuperación del espacio público, creamos una unidad de mantenimiento peatonal para recuperar andenes y para mejorar su señalización y en 2022 se debe consolidar esa estrategia del peatón.

SEMANA: ¿cuándo entraría a funcionar ese operado público?

N. E.: lo creamos el año pasado, ya tiene su registro de Cámara y Comercio, ya se estructuró junto con el Banco Interamericano de Desarrollo y entraría en funcionamiento aproximadamente entre junio y julio.