NACIÓN
Nidia, la mujer que radicó la primera revocatoria contra Claudia López
SEMANA conoció la historia detrás de la primera persona que inscribió un comité de revocatoria en Bogotá. ¿Quién es?
Poco le gusta figurar, aparecer en público y mostrar su rostro porque teme que la señalen y hasta atenten contra su vida. Sin embargo, Nidia Esperanza Márquez, la mujer que inscribió el primer comité de revocatoria contra la alcaldesa de Bogotá Claudia López, habló con SEMANA.
Es administradora pública, aunque laboró en una empresa privada dedicada a la maquinaria pesada e ingeniería. Y desde hace dos años se independizó y se dedicó exclusivamente a la consultoría política, electoral. Y claro: veeduría ciudadana, que le permitió hacerle un seguimiento al primer año del gobierno distrital e inscribir su equipo promotor que denominó ‘Recuperemos nuestra Santa Fe sin vías de hecho, por el camino de la institucionalidad, es decir, revocar el mandato de la alcaldesa Claudia López’.
Márquez –oriunda de Tunja, pero radicada en la capital desde hace bastantes años– vive a las afueras de Bogotá, en una vivienda en la zona rural alejada de la bulla de la ciudad, pero desde donde se informa totalmente, confiesa.
Lo suficiente para liderar en 2017 el equipo de revocatoria de mandato del exalcalde Enrique Peñalosa, según se lee en la Resolución 0402 de 2017 de la Registraduría Nacional, donde le avalaron el 30 de mayo de ese año el proceso democrático al grupo que denominó ‘Revocatoria del mandato del Alcalde Mayor de Bogotá, de la tercera vía: la ciudadanía’. Sin embargo, le confesó a SEMANA que inscribió la derogatoria contra el exalcalde “no para tumbar a Peñalosa, sino para neutralizar la otra revocatoria en su contra”.
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Además, la Registraduría, en otra decisión, le reconoció otra iniciativa legislativa que llamó ‘Nuestro derecho: vivir en paz; nuestro deber: vivir sin corrupción’.
“Este mecanismo de participación ciudadana lo inscribí 15 días después del plebiscito por la paz… lo hice muy preocupada porque a nombre de la paz se iban a empezar a matar los colombianos”, manifestó a SEMANA.
Nidia se declara liberal de convicción, líder en su época del equipo político del exgobernador Horacio Serpa. Y conocedora del proceso y liderazgo de Claudia López en el país. “Al comienzo me plació”, dijo.
Sin embargo, Márquez no vio con buenos ojos el inicio del gobierno de López en Bogotá. “Desde el principio supe que había que revocarla porque presentó un plan de gobierno inviable y lo anexé a la Registraduría al inscribir mi comité”.
Esperó un año, pretendiendo –narra ella– que la mandataria gobernara de la mejor manera. No obstante, sin titubeos, optó por inscribir la revocatoria.
Y en 28 páginas relacionó lo que considera incoherencias, incumplimientos, desaciertos y denuncias. Mal manejo de la pandemia, de su programa de gobierno, argumentó. “Confinó a toda la ciudad sin tener un plan, una estrategia o un método… violación al régimen de presupuesto público, detrimentos patrimoniales, omisión en su deber de ejercer autoridad, desconocimiento de meritocracia, favorecimientos, entre otros”, se lee en el documento que radicó.
Márquez aclaró que su comité de revocatoria es netamente ciudadano. Y no existen políticos detrás de ella promoviendo la derogatoria del mandato de Claudia López. “No tiene tinte político, aquí cabe toda la ciudadanía”, precisó.
Por esto, ya diseñó la estrategia de obtener las más de 332.000 firmas requeridas para avalar el proceso en medio de una pandemia donde Bogotá estará casi cerrada y con grandes restricciones por el recrudecimiento de la covid-19. “Generé una metodología ya validada con la cual llevé a Horacio Serpa a la Gobernación de Santander con 464.000 votos”, dijo.
Ya sabe, según ella, cuántas personas requiere en cada una de las localidades bogotanas. “Necesito es apoyo cívico, gremial”.
Aunque este martes se inscribiría otro equipo de revocatoria contra Claudia López –quizás el que concentra más movimientos cívicos–, tumbar a un alcalde o gobernador por esta vía democrática –como lo contó SEMANA en su edición impresa– no será tarea fácil, aunque tampoco imposible.