La Corte Suprema le niega la libertad a Santrich

Este jueves, la Corte Suprema de Justicia negó el recurso que el abogado de Jesús Santrich solicitó para pedir su libertad. El magistrado Octavio Augusto Tejeiro descartó que la Fiscalía hubiera procedido ilegalmente en la captura del exnegociador de La Habana que fue pedido en extradición desde los Estados Unidos.

En una primera instancia, el Tribunal Superior de Bogotá le había negado la libertad. Ahora es Corte la que vuelve a indicar que el recurso es improcedente y que la Fiscalía tiene la competencia para procesarlo, así como también expresa que a la fecha no se ha presentado alguna "anomalía". 

“Ninguna anomalía emerge de la ‘aprehensión’ censurada en virtud de la Cooperación Internacional de que trata el artículo 484 del Código de Procedimiento Penal, resultando claro que, contrario a la tesis de los libelistas, el ente acusador sí tiene atribución para ejecutar directrices de talla supranacional, como la aquí aludida, estando además compelido a acatarlas acorde con el citado canon". 

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Además, el alto tribunal dice que no hay "prolongación ilícita de la privación de la libertad" de Santrich tal y como lo indicó la defensa al pedir el ‘habeus corpus’. La Corte explica que la Fiscalía tiene 60 días de plazo, tras la captura, para que se formalice la solicitud de extradición. 

Santrich está recluido en La Picota a la espera de que se resuelva su futuro, mientras protesta con una huelga de hambre contra lo que cataloga como un montaje judicial. Marlon Marín, uno de los capturados junto a Santrich, en cambio, viajó por su cuenta a Estados Unidos, al parecer con el propósito de convertirse en un testigo protegido de la DEA. 

El pasado lunes, Santrich dio su primera entrevista a medios desde que fue capturado. En los micrófonos de La W dijo que “es más probable que haya pasado cocaína por la nariz del fiscal que por mis manos”, para defenderse de la acusación de que intentó tranzar con el temido cartel mexicano, y con el jefe del narco Rafael Caro. Según Santrich, pensaba que Caro era un empresario y no un narco, y el contacto que habrían establecido, dijo, era para adelantar proyectos agroindustriales en el posconflicto.