Nación
Niño fue apuñalado por la espalda, en Bogotá, por dos ladrones que le robaron su celular
Al menor lo auxiliaron otros dos pequeños que jugaban con él en la calle.
Los delincuentes en Bogotá siguen al acecho y no dudan a la hora de cometer delitos, incluso, así la víctima sea un menor de edad.
Esto quedó en evidencia en la localidad de Usme, en el sur de Bogotá, cuando dos ladrones apuñalaron por la espalda a un niño que se encontraba jugando con su celular mientras descansaba sentado en un andén.
Las imágenes son realmente crudas y en ellas se ve a los dos delincuentes dirigirse hacia su víctima, la cual no logra percatarse, en ningún momento, sobre la presencia de estos dos sujetos.
Una vez están justo detrás del niño, uno de ellos saca un cuchillo y le propina varias puñaladas en la espalda; al mismo tiempo, el otro individuo le quita el celular de las manos al niño que, ante la sorpresa, queda sin reacción sobre el andén.
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En el video difundido ampliamente en redes sociales, se ve cómo los delincuentes huyen del lugar y en medio de la carrera, el sujeto que se quedó con el celular parece dejarlo caer al suelo. Segundos después, ambos desaparecen del cuadro captado por la cámara de seguridad de una de las casas del vecindario.
En medio del susto, el niño víctima del atraco y del violento ataque, se mira su espalda y se percata de las lesiones; sin embargo, durante algunos segundos camina y lamenta, con rabia, lo sucedido.
Después de dar algunos pasos y de volver a mirar su espalda, cae al suelo y otros menores le brindan ayuda y llaman a varios adultos que salen a socorrerlo.
En el video se ve que mientras los familiares bajan en su auxilio, el menor herido deja de moverse en el piso; una vez una mujer sale de una de las viviendas, pide ayuda a otra persona para ir en busca de primeros auxilios.
Joven viajó desde EE. UU. y terminó escopolaminado en Bogotá: le hurtaron cerca de 60 millones de pesos
De acuerdo con Sondra McCollins, madre Nicolás Patiño, su hijo había llegado a Colombia para disfrutar de las festividades de fin de año, lejos de imaginarse que iba a terminar internado en una clínica de la capital del país, por fortuna, con vida.
En diálogo con SEMANA, McCollins narró que su hijo, de profesión cantante, se hospedó en un hotel ubicado en la localidad de Chapinero, donde iba a estar dos días. Durante su estadía en este lugar, según su progenitora, Nicolás decidió pasar al bar del mismo hotel donde ocurrieron los hechos.
Según la madre del joven, ella había acordado con Nicolás que pasaría al hotel para recogerlo y posteriormente viajar al municipio de Guatavita. Sin embargo, el joven de 25 años no volvió a responderle ni las conversaciones vía WhatsApp, ni las llamadas telefónicas, algo que alertó a la familia.
“La última chateada que tengo clara fue la noche del 4 de enero a eso de las diez de la noche. Coordinamos para vernos el día siguiente y vernos ahí mismo en el hotel. Hasta ahí todo iba bien. Más o menos a las diez de la mañana del 5 de enero, yo empecé a llamarlo para coordinar quién lo recogía y no me contestaba. Como a la 1:48 p. m. me contestó que estaba ocupado y que en ese momento no podía contestar”, contó McCollins a SEMANA.
Pasaron unas horas y luego desde el hotel se comunicaron con la familia de Nicolás para informarle que lo habían encontrado en la habitación totalmente desorientado.
Por lo tanto, la familia del joven se movilizó inmediatamente hasta el hotel y mientras recuperaba la conciencia, este les dijo que tan solo se había tomado un Gatorade con otra persona en el bar del mismo alojamiento y luego no se volvió a acordar de nada.
El presunto responsable
En cuanto al presunto responsable, McCollins dijo en SEMANA que sería otro joven que llegó hasta el bar del hotel, tal como quedó registrado en las cámaras de seguridad ubicadas en el lugar.
“Dijo que se había tomado un Gatorade la noche anterior con una persona que lo abordó ahí en el hotel”, agregó McCollins, quien recalcó que el delincuente le hurtó, además del celular, una cadena de oro.
Con el celular en su poder, el delincuente empezó a realizar compras y transferencias bancarias que suman alrededor de 60 millones de pesos.
“[El delincuente] Tuvo toda la noche y parte del día con el celular, haciendo transferencias. Hizo todas las transferencias que quiso; le sacó todo el dinero que tenía en Davivienda y Nequi. Hizo transferencias a unos teléfonos que eran de él mismo, con lo cual lo rastreamos. Tenemos el nombre, la foto. Aparte de eso, hizo más de 60 compras con tarjetas de crédito de los Estados Unidos, en diferentes lugares de Bogotá y Melgar”, afirmó.