“No caigamos en esa muerte silenciosa”: la historia del concejal de Bogotá que, por usar vapeadores, terminó en el médico

El uso de vapeadores cada vez toma más fuerza, como una alternativa para el consumo de tabaco o cigarrillo tradicional. Si bien se ha popularizado la creencia de que son más ‘saludables’ que un cigarrillo común, a la hora de la verdad, las consecuencias podrían ser aún peores.

El concejal de Bogotá por el partido Cambio Radical, Rolando González, vivió de primera mano un angustiante episodio a raíz del consumo de estos vapeadores, lo que lo llevó a “botarlos a basura” y no querer saber más nada de estos productos.

En diálogo con SEMANA, el cabildante explicó que su salud se vio perjudicada a tal punto que tuvo que acudir de urgencia a su médico de confianza.

“Yo venía con una disfonía desde hace varios días, pensaba que era algo natural por los cambios de clima en Bogotá” dice González, lejos de imaginarse que eran los vapeadores que empezó a usar hace seis meses los que le estaban generando un problema de gran importancia.

“Hace muchos años había dejado de fumar, pero recientemente se me dio por usar los vapeadores y este fin de semana yo tuve un evento en Cartagena, y ayer domingo cuando ya estaba de regreso a Bogotá tuve una hiperventilación muy severa”, agregó González.

El cabildante señaló que la principal razón de lo que sucedió, de acuerdo con su médico de confianza, era el uso de los vapeadores. “Me mandaron un lavado para sanar los pulmones y la garganta para que puedan trabajar con normalidad”, precisó.

González advierte que los vapeadores pueden llegar a ser mucho más dañinos que los cigarrillos normales. “El médico me dijo que si estoy ansioso, mejor fume cigarrillo”. Incluso González conoció que estos productos están prohibidos en varias partes de Estados Unidos, por las graves consecuencias que su consumo conlleva para las personas. “Están prohibidos por encima de la droga” dijo.

En su cuenta oficial de Twitter, el concejal González también entregó detalles de lo que sufrió y les hizo un llamado especial a las personas, toda vez que estos productos son ofrecidos en las calles de la capital sin ningún tipo de control.

“Hoy en la calle lo consiguen como chicles, no hay control de la venta, en sitios públicos lo promocionan más que cualquier bebida. No caigamos en esa muerte silenciosa que son los vapeadores. Cuidemos la vida de todos”, resaltó.

Tras la experiencia que vivió, González no solo se comprometió a no volver a usar estos vapeadores, sino que estudiará esta problemática a profundidad, a tal punto que buscará radicar un proyecto de acuerdo en el Concejo de Bogotá para que las autoridades ejerzan un mayor control en la venta de estos productos en la ciudad.

Según la más reciente Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas, publicada por el Dane, en 2019, el 5 % de las personas entre 12 y 65 años aseguró usar alguna vez en su vida estos dispositivos.

Al desglosar las cifras, se encontró que, de dicho porcentaje, 7,1 % correspondía a los hombres, mientras que 3,1%, a las mujeres. Por rangos de edad, la estimación más alta se encontró en el rango de 18 a 24 años, con el 11,9 %.

El aumento de su consumo es una situación que preocupa a las autoridades debido a la percepción de que se trata de un hábito inocente, contrario a la realidad.

¿Qué sustancias contienen?

En el Abecé sobre cigarrillos electrónicos del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, esta entidad señala que en los cigarrillos electrónicos se pueden encontrar seis compuestos. Cita textualmente la explicación de este manual acerca de dichas sustancias:

• Propilenglicol: sustancia cuya inhalación a altas temperaturas puede producir irritación de ojos, garganta y afectación de las vías aéreas (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014).
• Glicerina: sustancia que puede llevar al desarrollo de neumonía lipoide y otras formas de presentación de enfermedad pulmonar intersticial (Itoh, Aoshiba, Herai, Nakamura, & Takemura, 2017).
• Nicotina: sustancia altamente adictiva que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y gastrointestinales, puede afectar el desarrollo del cerebro en los adolescentes y jóvenes, y es peligrosa para la salud de las embarazadas y los bebés en gestación (U.S. Department of Health and Human Services, 2018).

• Partículas ultrafinas: incrementan el riesgo de enfermedad coronaria, cáncer de pulmón y asma (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014).
• Sustancias asociadas a cáncer: metales pesados, formaldehído, acetaldehído, butilaldehído, acroleína, acetona y otras como benceno, tolueno, etilbenceno, xileno, hidrocarbonos y fenoles (German Cancer Research Center, Heidelberg WHO Collaborating Centre for Tobacco Control, 2014) (Pisinger & Dossing, 2014).
• Saborizantes: sustancias que mejoran el sabor y estimulan el consumo de estos productos, principalmente en los adolescentes (Jenssen & Boykan, 2019).