Nación
“No fue ningún asalto”: alemana niega la versión de las autoridades sobre el asesinato de su amigo de la primera línea
En la habitual transmisión en vivo que realizan cada semana los senadores Gustavo Petro y Gustavo Bolívar, la alemana Rebecca Sprößer se pronunció sobre el atentado que vivió en Cali y en el que fue asesinado su amigo de Puerto Resistencia.
Luego de haber sido expulsada del país por encontrarse realizando actividades que “no correspondían al turismo”, como manifestó Migración Colombia, la alemana Rebecca Sprößer habló con los senadores de la Colombia Humana Gustavo Petro y Gustavo Bolívar, quienes salieron a respaldarla ante el atentado que vivió y la “arbitraria” expulsión por parte de las autoridades colombianas.
Rebecca, evidentemente conmovida, aseguró que contrario a las versiones que las autoridades han publicado, su amigo Jhoan Sebastián Bonilla no fue asesinado en medio de un asalto, sino en un atentado con la “clara intención de matar”.
“El sujeto que disparó no robó nada. No quería nada. Yo tenía dos celulares de mucho valor y ese sujeto ni intentó robar. Vino para matar a sangre fría”, dijo la ciudadana extranjera al borde de las lágrimas y mientras cuestionaba uno de los elementos de la investigación. “En este lugar hay muchas cámaras y la Policía dijo que ninguna cámara funcionó”, manifestó incrédula.
Cuestionada sobre su historia en Cali, en el paro nacional y con Jhoan Sebastián, Rebecca aseguró que llegó a la capital vallecaucana con la intención de practicar salsa antes de viajar para radicarse en México. Fue durante esos días que empezaron las manifestaciones del Paro Nacional y ella lo vio como la oportunidad de conocer la realidad de Colombia, por lo cual empezó a asistir al sector de Puerto Resistencia, uno de los principales puntos de concentración durante el paro en Cali.
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La alemana desestimó las versiones según las cuales ella mantenía una relación sentimental con Jhoan Sebastián y que han llevado a que se contemple dentro de la hipótesis policial como “venganza sentimental”. Según su testimonio, solo se conocieron en el marco de las protestas y pese a que ella veía al líder de los jóvenes como “un héroe” y terminó por crear un sentimiento hacia él, nunca mantuvieron una relación amorosa ni tuvieron la oportunidad de conocerse a fondo.
“Era un persona muy gentil, muy dedicada, muy enfocada. Él trató a cada persona con muchísimo respeto y todos le tenían mucho respeto a él. Era una persona que ves y es como si fuera posible ver su corazón, que tenía mucho coraje. Era una persona muy especial. Yo creía que podía cambiar el mundo”, expresó.
Según Rebecca, por mucho tiempo ni siquiera supo el nombre de Jhoan Sebastián ni tuvo su contacto, pues los riesgos de amenazas a su vida eran latentes y solo se encontraban cada día en el lugar de manifestación. “Nos veíamos y nos abrazábamos. Era el momento más lindo, más único e intenso en todo el día”, dijo. Fue solo cuando tuvieron que ausentarse de las manifestaciones porque ambos recibieron amenazas creíbles que lograron entrar en contacto por teléfono y empezar a conocerse mejor.
Según la versión de la ciudadana extranjera, el encuentro del 22 de julio, justo el día que ocurrió el atentado, fue la primera ocasión que se vieron con la intención de conversar más allá de las manifestaciones. “Alcanzamos a hablar casi una hora y solo hablamos de todo lo que pasó en Puerto Resistencia porque creíamos que teníamos mucho tiempo. Pero ni alcanzamos para hablar de algo personal (porque ocurrió el atentado)”, manifestó Rebecca, quien asegura que ese día evadió la muerte gracias a que Jhoan Sebastián la protegió y terminó recibiendo 13 tiros en su cuerpo y su cabeza.
Sobre su expulsión de Colombia, Sprößer aseguró que mientras estaba en el avión camino a Alemania sentía que su corazón iba a dejar de latir y gritó durante todo el vuelo. Por eso, ante el mensaje del candidato presidencial Gustavo Petro, quien le manifestó que en su gobierno ella podrá regresar a Colombia, Rebecca solo atinó a dar las gracias con lágrimas en los ojos.
“Gracias desde el fondo de mi corazón. Lo que hacemos es muy importante porque esos chicos se mueren como perros en las calles sin que nadie sepa dónde están ni que salgan en las noticias”, concluyó.