“No hay garantías para ellos”: familiares de militares muertos en accidente de helicóptero hablan de fallas alertadas en aeronaves

El pasado lunes 29 de abril, sobre la 1:50 de la tarde, un helicóptero MI-17 3395 del Ejército Nacional se precipitó en las inmediaciones de la vereda Guaraperia, situada en Santa Rosa, sur del departamento de Bolívar.

En medio de este accidente aéreo murieron nueve integrantes de esa institución militar, quienes cumplían la misión de abastecer a las tropas que se encontraban en esta zona del país realizando operaciones militares.

La tripulación que murió en este accidente aéreo fue identificada como: teniente coronel Jesús David Carvajal Rangel, quien era el piloto; mayor Edward Andrey Espinoza Rodríguez, copiloto; el sargento viceprimero Diego Ramírez Bahamón, el sargento segundo Michael Villanueva Mancera y el cabo primero Cristian Ordoñez Caicedo.

Los pasajeros de la aeronave respondían en vida a los nombres de: el cabo tercero Jhon Arlen Olea Palmera, y los soldados profesionales Sman Sanabria Guerrero, Jesús Montalvo Arroyo y Yeisson Mendoza Méndez.

¿Qué dicen los familiares de los militares fallecidos?

Norberto Espinosa, padre del mayor Edward Andrey Espinosa, habló para Noticias Caracol y manifestó que su hijo se sentía feliz en su trabajo; otras familias revelaron que las aeronaves tenían daños.

“Estaba muy contento, ya llevaba unos cuatro o cinco años volando y se sentía feliz en su trabajo”, contó Norberto Espinosa.

La familia añadió que a pesar de mostrarse feliz por su trabajo y por llevar varios años al servicio volando estos aparatos, el mayor mostró preocupación por el mantenimiento de las mismas.

“Ya estaban al límite de las horas de vuelo, quedaban creo que cuatro. El resto estaban todos ya pasados de las horas de vuelo y [él] estaba muy preocupado”.

Dicha preocupación no sería solo por parte de la familia de Espinosa, la esposa del cabo primero Cristian Ordóñez manifestó que las aeronaves tenían algunos daños.

“Él me dijo que en la máquina que estaba volando tenía algunos daños. El mantenimiento se lo hacían, pero esas máquinas ya están mandadas a recoger. Si hace como un mes hacen un reportaje, mandan a investigar y siguen, la gente sigue trabajando, ellos siguen normalmente y no hay garantías para ellos de ninguna manera”, manifestó Catherine Hernández.

Los campesinos de la zona fueron los que se percataron de lo que había ocurrido y de inmediato llegaron hasta el lugar del siniestro, asegurando que no había sobrevivientes. Tras la precipitación a tierra de esta aeronave, otros helicópteros de la institución militar se encuentran sobrevolando la zona, que es boscosa y de difícil acceso por las condiciones climáticas.

Manuel Berrío, secretario de Seguridad del departamento de Bolívar, habló con SEMANA y aseguró que esta aeronave ya había entregado los alimentos a las tropas y que se encontraba de regreso cuando cayó a tierra.

“Desde la base del Ejército Nacional que tenemos en Santa Rosa del Sur, me confirman que era una aeronave que se había precipitado a tierra cuando venía de regreso de hacer unas tareas de abastecimiento a las tropas que están apostadas en el sur de Bolívar. Cayó en una zona conocida como Mina Repollo, al norte del municipio de Santa Rosa del Sur, eso es la zona minera de la serranía de San Lucas. En la aeronave iban nueve personas, de las cuales cinco eran tripulantes y cuatro, pasajeros, todos miembros del Ejército Nacional”, explicó el funcionario.