“No hubo trampa para elegir el candidato uribista”

Carlos Lemoine, presidente del Centro Nacional de Consultoría, una de las encuestadoras que participó en la escogencia del candidato presidencial del uribismo, aseguró de manera categórica que “no hubo trampa en ese proceso”.

Dijo que tanto el Centro Democrático como las encuestadoras surtieron un proceso “transparente”.

SEMANA habló con Lemoine sobre las dudas que en algunos sectores del uribismo subsisten sobre el procedimiento que condujo a elegir a Óscar Iván Zuluaga como candidato presidencial, y que dejó a María Fernanda Cabal inconforme con los resultados.

SEMANA: ¿Hay desconfianza en las encuestadoras?

CARLOS LEMOINE. El Centro Democrático nos escogió para captar la voz de sus afiliados y de los que comparten su ideología, para que fueran ellos los que escogieran el candidato presidencial.

Lo hicieron hace cuatro años y lo hicieron ahora. Eso demuestra que nos tienen confianza. Los medios de comunicación a menudo nos piden captar la opinión de los ciudadanos para publicarla. Planeación Nacional nos pide hacer encuestas para conocer el impacto de sus políticas públicas, y en el mundo entero las encuestas juegan un papel para orientar decisiones económicas y es a través de ellas, por ejemplo, como se establece el índice de desempleo. Entonces no es que haya desconfianza.

Otra prueba de confianza es que llevamos 50 años y un comerciante que no genera confianza no dura 50 años en el negocio.

SEMANA: Algunos militantes del Centro Democrático, incluida María Fernanda Cabal, sugieren que pudo haber trampa en la medición que condujo a la selección de Óscar Iván Zuluaga como candidato presidencial. ¿Qué piensa usted?.

C.L.:Se establecieron unas reglas con los compromisarios. Se les daba la oportunidad de votar a las personas o que eran militantes o que compartían la ideología del partido.

Para la opinión de los militantes nos dieron unas bases de datos, se hizo la selección al azar, se hicieron las encuestas, con el control de la auditoría ciento por ciento.

Para establecer quiénes compartían la ideología se hicieron tres preguntas.

Y si compartía la ideología del Centro Democrático se le daba el derecho a elegir candidato. Si no compartía la ideología no se le hacía la entrevista de selección de candidato.

De las 4 mil personas del público en general que manejó cada casa encuestadora, 3 mil no compartían la ideología y no se les hizo la entrevista de selección del candidato.

Lo que se hizo fue una medición de la incidencia de la ideología.

SEMANA ¿Mil personas no es una muestra muy pequeña para escoger un candidato presidencial?

No son mil. Cada una de las dos empresas encuestadoras entrevistó 4 mil personas del publico en general, y excluyó tres mil porque no compartían la ideología. Además, cada empresa consultó 1050 afiliados al partido, de la base de datos del partido. De manera que la tarea fue de 10 mil encuestas en total.

SEMANA: ¿Cuáles fueron las preguntas filtro que se hicieron para determinar la afinidad de los encuestados?.

Primera: si votaría en la segunda vuelta por un candidato de derecha.

Segunda: si defendían la seguridad democrática.

Tercero: Y si estaban en desacuerdo con que personas que hubieran cometido delitos de lesa humanidad estuvieran en el Congreso.

Pregunta: ¿Qué le respondería a María Fernanda Cabal, quien ha expresado inconformidad por la encuesta?.

Mi admiración por ella y la certeza de que va a ser una líder muy importante para el país. Que tiene una cogida muy grande la opinión.

Pregunta: ¿Y a la gente que apoya a María Fernanda, que también estaba inquieta o incómoda con los resultados?

Mi oficio es técnico. Hablo en escenarios técnicos. Por mi experiencia sé que es explicar información técnica a los políticos.

SEMANA: ¿Le preocupan las críticas al proceso que condujo con la elección del candidato presidencial uribista?

No porque fue un proceso muy transparente. Los resultados se sometieron a tres controles: el primero el de cada una de las empresas encuestadoras que tienen certificación internacional de calidad; segundo, la auditoría, que fue muy exigente, y finalmente el cruce de los resultados de las dos encuestadoras marcó unas similitudes que no dejan duda a equivocación. Eran estadísticamente iguales.

SEMANA.¿Entonces el fantasma de la trampa?

No hubo trampa. Los medios de comunicación y los políticos deben estimular la cultura de creer. Confiar. Eso es propio de las sociedades ordenadas. Lo contrario no le hace bien a la sociedad, desinstitucionaliza, destruye.