DEBATE

“No le pueden decir al país que para defender a un presidiario sí se puede marchar”: Claudia López

La alcaldesa de Bogotá atizó la tensión existente con el uribismo y el Gobierno nacional al criticar que estén tratando de “impedir por medios jurídicos” la movilización social, después de que ellos se manifestaron en defensa del exsenador Álvaro Uribe.

SEMANA
18 de octubre de 2020
Claudia López y la minga
"9 de cada 10 marchas que se hacen en Bogotá son por incumplimientos del gobierno nacional", dijo Claudia López. | Foto: Guillermo Torres / SEMANA

Durante el recibimiento a la minga indígena en Bogotá, la alcaldesa Claudia López lanzó una fuerte crítica al uribismo y al Gobierno nacional. Esto porque considera que con la acción popular que anunciaron algunos parlamentarios del Centro Democrático se está tratando de “impedir por medios jurídicos” la movilización social, lo cual para López representa una paradoja, porque los uribistas organizaron movilizaciones cuando se anunció que el exsenador Álvaro Uribe estaba en casa por cárcel por orden de la Corte Suprema de Justicia.

“Lamento mucho que los señores del uribismo desconozcan y sigan estigmatizando la movilización social. El uribismo ha organizado marchas en Bogotá y en Colombia para defender a su líder que estaba preso. No puede venir a decirle al país que para defender a un presidiario sí se puede marchar, pero para defender los derechos de los colombianos no”, aseguró López durante la rueda de prensa.

Para la alcaldesa, quien ayudó logísticamente a la minga para que puedan quedarse y manifestar, se deben respetar los derechos de todos. “La movilización es legítima en todas las instancias, así como respetamos la movilización que convocaron para defender a su líder que estaba preso, respetamos los derechos de otros colombianos que se quieran movilizar”, aseguró.

Minga recorrido a Bogotá-Foto: Guillermo Torres Reina / Semana
Minga recorrido a Bogotá-Foto: Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: Guillermo Torres Reina / Semana

El uribismo no tardó en reaccionar, la ministra del Interior, Alicia Arango, recurrió al adagio popular “a palabras necias, oídos sordos”, y aseguró que la capital necesita más gobierno y menos campaña política. Esto sin referirse de forma directa a las palabras de la alcaldesa.

En redes sociales, los uribistas han criticado la decisión de López de garantizar la estadía de la minga, señalan que está usando esta manifestación ciudadana como bandera electoral. “Claudia fue elegida para gobernar la capital, no para usar el Liévano como trampolín electoral”, dijo el senador Gabriel Velasco.

En la acción popular que radicaron el senador José Obdulio Gaviria y Fernando Araújo contra la Alcaldía de Bogotá y organizaciones indígenas, se asegura que con la llegada de la minga se están violando los protocolos de bioseguridad.

Minga indígena Bogotá
Minga indígena Bogotá | Foto: Guillermo Torres-Revista Semana

Sin embargo, la alcaldía aseguró que se están cumpliendo las medidas de bioseguridad, y que fue escogido el Palacio de los Deportes como el lugar de asentamiento que cuenta con una ventilación óptima. También se prestarán servicios médicos, pruebas de covid-19, habrá puntos de desinfección y zonas de aislamiento preventivo.

La alcaldesa también aprovechó para reiterar que la minga llegó hasta Bogotá ante la negativa del Gobierno nacional de dialogar en su territorio. “La minga llega a Bogotá por la imposibilidad del presidente de la república y Gobierno nacional de reunirse directamente con ellos en Cali. No puede ser que además de todo le vamos a salir a deber por su incapacidad”, dijo.

De hecho, aseguró que invitó al Gobierno nacional a recibir la minga junto al distrital, justamente “para evitar tensiones”, sin embargo dijo que este se “negó a poner un centavo, un baño, pretendía que la minga estuviera en un campo de concentración sin baños, no vamos a permitir eso”.

La tensión ya existe y con esta declaración se atizó. Los líderes de la minga y la alcaldía tienen el reto de garantizar que la protesta transcurra de manera pacífica y con los protocolos de bioseguridad, mientras que el Gobierno nacional tiene el reto de buscar una salida por medio del diálogo.