POLÍTICA
“No me doy por vencida, no tomo la posición de Alejandro Gaviria como un ‘no’ definitivo”: Íngrid Betancourt
En diálogo con SEMANA, la exsecuestrada dijo que César Gaviria no es un enemigo. Y cree que se puede llegar a consensos en la Coalición de la Esperanza, incluso con el Partido Liberal y el expresidente. “¿Por qué tenemos nosotros que arrinconar a César Gaviria y acusarlo de los males de copartidarios cuestionados?”, dijo.
SEMANA: ¿Cómo vio el anuncio de Alejandro Gaviria frente a la Coalición de la Esperanza?
ÍNGRID BETANCOURT (Í. B.): Es un anuncio que me tomó por sorpresa. Pienso que fue apresurado, todavía hay muchas cosas por discutir. La Coalición está abierta para unir al centro, pero sin componendas, sin trampas, y desde una posición de gran humildad porque necesitamos a todos para derrotar la corrupción. Por eso hay que hacer un esfuerzo por estar por encima de muchas presiones coyunturales, por encima de las emociones, y tener una vocación de gobierno y no de oposición profesional. Esto implica deponer miedos y desconfianzas. Creo que al final de cuentas hay prevenciones por falta de diálogo. Me parece que con Alejandro hoy… hay que seguir trabajando, hay que ir más allá de este impase.
SEMANA: ¿Ya habló con Alejandro Gaviria?
Í. B.: Lo voy a llamar, yo sé que en la Coalición de la Esperanza todas las puertas están abiertas. De hecho, la Coalición no tiene la misma lectura de la reunión que Alejandro. Al contrario, ellos piensan que hay espacios para seguir trabajando, claro con un fuerte compromiso moral porque ese es el ADN de la Coalición, pero todo el mundo es bienvenido y puede encontrar su espacio y desarrollar su propio liderazgo. La Coalición es la buena opción. No podemos resignarnos a quedarnos con dos malas opciones.
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SEMANA: Pero en la Esperanza condicionaron a Alejandro Gaviria a alejarse de César Gaviria y él prefirió irse con el expresidente y las maquinarias…
Í. B.: Sí, las maquinarias sí son un problema. Uno tiene que escoger en qué país quiere vivir. Esta es la hora de deshacernos de las maquinarias. Estoy convencida que si hay alguien que puede hacerlo en el Partido Liberal, es César Gaviria. Después de la muerte de Luis Carlos Galán, cuando él asume el gobierno, da la pelea por modernizar la burocracia y el gobierno, fue un proceso eficaz y expedito. En ese momento entró gente muy profesional, muy especializada, a servirle al país.
SEMANA: Pero en la Coalición de la Esperanza no quieren saber nada de César Gaviria.
Í. B.: Bueno, yo creo que no se puede maltratar a nadie. Aun cuando se piensa diferente políticamente. Esto no puede dar pie para ataques personales contra César Gaviria, ni contra nadie, somos seres humanos y hay cosas que resultan hirientes…
SEMANA: ¿Usted no se da por vencida de que Alejandro Gaviria llegue a la Coalición de la Esperanza?
Í. B.: No, no me doy por vencida, y tampoco tomo la posición de Alejandro como un “no” definitivo. Creo que aquí hay mucho por hacer.
SEMANA: Alejandro Gaviria habla de una superioridad moral en la Esperanza…
Í. B.: Sí, definitivamente hay que buscar esa superioridad moral y exigírnosla a nosotros mismos. Nosotros no podemos banalizar la corrupción que es un hecho muy grave y tiene a la mitad de los colombianos en la indigencia. Aquí lo que nos corresponde es unirnos a todos, para darle al pueblo colombiano esa opción moralmente superior que pueda enfrentar el sistema de corrupción que nos tiene secuestrados a todos.
SEMANA: Pero Alejandro Gaviria está en una encrucijada: de un lado tiene el respaldo de César Gaviria y del otro a la Esperanza. ¿Uno cómo dirime ese tema?
Í. B.: César Gaviria es el jefe del Partido Liberal, pero los dueños de las maquinarias son los barones regionales; y el liberalismo no son las maquinarias. Las maquinarias tienen secuestrado al Partido Liberal, y los liberales pueden liberarse de esas cadenas. Hay que darle la oportunidad de tomarse el partido a mucha gente joven que ha llegado al Congreso por el Partido Liberal sin maquinarias y que ha hecho un trabajo responsable. Además, hay gente en el país que piensa liberal y está contra las maquinarias, que vota liberal sin que nunca haya recibido un puesto o una dádiva. Entiendo que Alejandro Gaviria se sienta liberal y que quiera representar esa comunidad ideológica, pero las ideologías no pueden enceguecernos, ni volverse camisa de fuerza para doblegarnos ante la corrupción.
SEMANA: Es decir, ¿el problema del Partido Liberal no es César Gaviria como lo muestran?
Í. B.: No, no creo que Cesar Gaviria sea el enemigo. ¿Por qué lo vamos a graduar de enemigo? Se le endilgan las maquinarias liberales, pero a él le toca lidiar con esas maquinarias, lo cual es diferente. Cesar Gaviria puede –y es el clamor nacional– tomar la decisión de no dar avales a personas que estén sindicadas de corrupción, que hayan montado clientelas corruptas para saquear las instituciones, esas maquinarias que le han hecho daño al país. Él puede filtrar, depurar, liberar al partido del secuestro de la corrupción.
SEMANA: Todo el mundo pensaría que usted forma parte de los que le dan garrote a César Gaviria…
Í. B.: Esto es probablemente parte de otra reflexión: Yo creo que todas las personas tenemos una cita con nuestra luz propia. ¿Por qué tenemos nosotros que arrinconar a César Gaviria y acusarlo de los males de copartidarios cuestionados?, cuando él tiene el liderazgo y está en sus manos tomar decisiones que pueden ayudar a que la Colombia que quiere transformarse pueda ganar.
SEMANA: Es decir, no dejarle como ocurrió en 2018 el liberalismo a la derecha…
Í. B.: Hay una labor que hacer en el Partido Liberal, hay que desclientelizarlo, y esta tarea esta pendiente desde antes que asesinaran a Luis Carlos Galán, esa es la realidad. Quien comenzó esa tarea, hace años, fue César Gaviria, con su “revolcón”, cuando llenó los ministerios de jóvenes preparados que llegaban por mérito y no por palanca. ¿Por qué no puede terminar la tarea hoy dentro del Partido Liberal? (...) La reflexión no es cómo vamos a señalar y dividir, sino cómo vamos a demostrarle a Colombia que hoy las maquinarias no son indispensables para ganar las elecciones. Por eso nos unimos en torno a reglas de juego claras. Aquí la regla de juego clara es no más maquinaria, no más corrupción y que cada cual haga su tarea.
SEMANA: Conclusión: ¿usted cree que se puede llegar a un entendimiento en la Coalición de la Esperanza, incluso con César Gaviria bajo ciertas condiciones?
Í. B.: Sí, creo que eso es parte de la tarea. Convencer a Cesar Gaviria que puede ser el líder histórico que le permita al Partido Liberal liberarse de las cadenas del clientelismo. El Partido Liberal viene en declive acelerado por culpa de las maquinarias. La mitad de los colombianos eran liberales a principio del siglo XX, si ya no lo son es porque se han aburrido de la operación avispa, la corruptela, la infiltración del narcotráfico, de todo un historial de corrupción en el cual el Partido Liberal ha estado involucrado. Hay un pensamiento liberal que está vivo y Cesar Gaviria representa parte de ese pensamiento. Hoy él está en la posición de darle esta vez “el revolcón” al Partido Liberal, cuando más se necesita. Ya empezó a hacerlo, porque le apuesta a Alejandro Gaviria, que es lo más opuesto a cualquier maquinaria.