“No permito que negros entren a mi casa”: acto de racismo en Medellín contra manicurista

“Elizabeth, pero yo pensé que usted era blanca. Con esos trabajos tan lindos, me equivoqué. Yo no permito que negros entren a mi casa” fue el mensaje que recibió Elizabeth Quinto Mosquera, una joven de 23 años que se define como afro y que desde hace tres años se dedicada al oficio de maniscurista en Medellín.

Su caso se conoció este fin de semana e incendió las redes con la polémica sobre actos de racismo y discriminación en el país.

Elizabeth aseguró a SEMANA que su trabajo es muy importante, pues de él dependen sus dos hijos, y su mamá, a quienes mantiene con los cerca de dos salarios mínimos, que asegura recibir mensualmente a través de los domicilios que hace diariamente.

“Hace más o menos tres años trabajo haciendo manicure a domicilio en todo Medellín, y creo que no podría trabajar en un mejor ámbito que este” dice Elizabeth, quien además se autocataloga como “responsable en su labor y entregada al trabajo”. De hecho, en sus redes sociales recibe halagos por sus creaciones.

La mujer señala que, a pesar de tener una reconocida clientela, no esperaba encontrarse con un acto de racismo que parece no solo quedarse en la discriminación, sino que ahora, se está convirtiendo en una amenaza contra su vida.

Todo empezó el fin de semana, cuando Elizabeth fue contactada por la hermana de una clienta a la que ya había atendido y quedó satisfecha con el trabajo:

“Yo atendí primero a la hermana de ella. Luego la señora me llama y me dice que está sorprendida con mi trabajo, que le interesa mucho que le arregle las uñas a ella también” dice le mujer, “…Me bajé del metro en la estación Exposiciones para complacer a mi clienta y cogí un taxi para llegar. Cuando llegué, toqué la puerta y me dice que no me atiende porque pensaba que yo era blanca”.

Sorprendida por lo sucedido, la joven se fue "con mucha impotencia y dolor ", asegura que se le ocurrió hacerle una captura a la pantalla y publicar la conversación en su cuenta de Facebook.

“Yo no sabía ni me imaginé que iba a haber tanta reacción, la gente estaba muy indignada y me preguntaron por el número de ella y yo como tenía tanto coraje lo di, y obviamente la insultaron, la trataron muy mal y ella se enfureció conmigo y se metió a mi historia y vio la publicación y me contestó en privado. Me dijo que eso confirmaba lo que creía de los negros, en términos vulgares”, confiesa que se volvió a enojar mucho más y publicó esa respuesta, lo que agravó la situación.

Luego de este segundo altercado, la mujer le envió a Elizabeth una foto diciéndole que ya la tenía identificada “me dijo que ya tenía mi cara, que me iba a meter en la grande con ella. Yo me asusté porque yo no tenía fotos mías en mi Facebook hasta ese momento”.

La joven reconoce que en medio del miedo decidió eliminar la publicación, sin embargo, muchas personas ya habían hecho capturas de pantalla y seguían publicando.

Según narró Elizabeth a SEMANA, ese día decidió cancelar las citas y quedarse en casa, sin embargo, al día siguiente cuando salió a trabajar vio que en su puerta había pegado un papel que decía muchos “insultos y vulgaridades”.

Elizabeth nació en Quibdó llegó a la capital antioqueña con tan solo dos años. Recuerda que cuando estaba pequeña sufrió reproches y burlas por su color de piel por parte de otros niños y adolescentes, pero que eso no le importaba en ese momento, sin embargo, lo sucedido el pasado fin de semana si la afectó porque “se trataba de mi trabajo, de mi tiempo”.

“Me arrepiento de haber publicado eso con sus datos, porque he sentido miedo y temo por mi vida y la de mis hijos. Me arrepiento de eso y por eso lo eliminé. Por eso he estado ausente, no es porque sea falso o quiera esconderlo,sino por temor, son muchos temas que me hacen sentir miedo”, asegura Elizabeth.

Reitera que solo quiere trabajar tranquila y no sentir temor por su vida, que todo vuelva a estar como antes. “Coger un colectivo o un transporte público tranquila sin pensar en que me están siguiendo o que me van a hacer algo", asegura y dice que siente miedo de ir a hacer domicilios y encontrar que se trata de una trampa, “me siento intranquila”.

Tras conocerse la situación por la que atraviesa actualmente Elizabeth, su cuenta de Instagram ha ganado seguidores, la mayoría de ellos, brindándole apoyo no solo en el caso con el que ahora se enfrenta sino también en su trabajo, el cual definen como excelente.