“No puede seguir muriendo gente buena”: las conmovedoras declaraciones del padre de Lucas Villa

Lucas Villa luchó por su vida durante cinco días luego de recibir ocho disparos mientras participaba en un plantón pacífico en Pereira. Horas después de haberse declarado su muerte cerebral, el estudiante de 37 años, falleció en las instalaciones del Hospital Universitario San Jorge.

Desde el momento del ataque a Villa, su familia estaba a la espera de la evolución de su salud y habían hecho un llamado a los colombianos a que cesara la violencia y que se evitaran más víctimas en medio del paro nacional que se inició el pasado 28 de abril.

Después de conocerse su muerte, Mauricio Villa, padre del joven asesinado, le contó a Caracol Noticias cuáles eran los sueños que compartía con su hijo y que ahora no podrán hacerse realidad.

De acuerdo con el padre, Lucas Villa era un hombre feliz con una energía muy bonita que compartía siempre con los demás. “Compartir con él era una dicha. Lucas era una persona inteligente, conversar con él era sabroso, había discusiones intelectuales, interesantes de todo tipo”, afirmó.

Lucas y su padre compartían la pasión por los deportes, por lo que siempre hablaban de ese tema y tenían, según Mauricio “una relación cordial”.

Dentro de los proyectos que tenían como padre e hijo era correr un triatlón juntos, e iban a internar correr un medio Ironman. “Íbamos a correr la media maratón de Pereira. El universo no alineó sus astros para hacer las locuritas que habíamos hecho en el pasado”, dijo.

Además, Mauricio aprovechó la oportunidad para pedirle a los colombianos que cese la violencia en medio de las manifestaciones. “No pueden morir más Lucas, no pueden morir más colombianos, no puede seguir muriendo gente buena, no es normal, no es natural. No está bien que los padres enterremos a los hijos”, concluyó.

¿Cómo van las investigaciones sobre el atentado?

Tras el fallecimiento de Lucas Villa, las autoridades trabajan en varias hipótesis con respecto a los responsables que estarían detrás de la muerte.

Una de ellas es que el homicidio fue perpetrado por grupos dedicados al narcotráfico. Investigan si detrás de las personas que dispararon desde un vehículo contra los manifestantes, la semana pasada en el viaducto de Pereira, en horas de la noche están ligadas con temas de narcotráfico, que estarían en desacuerdo con las movilizaciones que se vienen dando en el país.

La hipótesis la evalúa el CTI de la Fiscalía y surgió debido a la forma en que se presentaron los hechos y cómo actuaron los criminales, además de una alerta de la Defensoría del Pueblo.

De acuerdo con la entidad, en Pereira y algunas zonas de Armenia, el Clan del Golfo se ha estructurado principalmente con el grupo de delincuencia organizado La Cordillera que, “de manera directa o a través de la cooptación, suscripción de acuerdos de operación o de tercerización de estructuras de crimen organizado y grupos delincuenciales locales, ha venido garantizando el control territorial requerido dentro de su proceso de expansión y del afianzamiento”.

Así mismo la Defensoría advirtió que en Pereira hacen presencia otras organizaciones como: Los Flacos, Los Paisas, La Cordillera, Los Rolos, Clan de la Montaña, La Oficina de Armenia y la Oficina del Valle de Aburrá, y actores armados no estatales parte del conflicto armado como AGC, ejercen control directo sobre las comunidades y sus relaciones económicas.

De acuerdo con la información de la Defensoría, La Cordillera cuenta con pequeños grupos formados por adolescentes y jóvenes armados que articulan la delincuencia organizada generando rentas ilegales e “impuestos” como un mecanismo de financiación.

A pesar de que esta es la hipótesis con mayor fuerza que cuentan las autoridades, se mantiene la recompensa de 100 millones de pesos para quien entregue información sobre el paradero de los criminales que perpetraron el atentado que ha generado el repudio nacional.