Judicial
No solo es el ‘Negro Ober’: estos son otros presos sobre los que el Inpec tiene la lupa, ya que estarían delinquiendo desde la cárcel
SEMANA conoció en primicia el nombre de las personas privadas de la libertad que, por su perfil criminal, estarían delinquiendo y extorsionando desde las cárceles colombianas.
El director del Inpec, coronel Daniel Fernando Gutiérrez, en entrevista con SEMANA, se mostró radical frente a la estrategia que está diseñando para frenar la cadena delictiva de los criminales de alto perfil que llegan a las cárceles de Colombia y desde allí siguen infringiendo la ley como si estuvieran dando órdenes desde su oficina o casa.
Gutiérrez lleva siete meses en el cargo y confiesa que pasa noches enteras planeando cómo ponerles el tatequieto a aquellos que atemorizan a la población, como el caso de Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, mejor conocido co el alias del Negro Ober, y quien desde una celda en la cárcel de Palogordo, en Santander, amenazó a los comerciantes de Barranquilla y otras ciudades del país luego de conocer que su esposa había sido detenida por las autoridades.
El reto del director del Inpec es incrementar la mano dura contra el Negro Ober y otros delincuentes con las mismas características de él, sin violar los derechos humanos. Y encontró que las sanciones están escritas, solo tiene que aplicarlas al pie de la letra. No es violación a los derechos humanos trasladarlo a una cárcel de máxima seguridad en La Dorada, allí sacarlo solo una hora al sol durante el día, ni dejarlo completamente incomunicado de otros reclusos (durmiendo solo en una pequeña celda), ni mucho menos restringirle los beneficios de que pueda ingresar alimentos o que cada vez que use el teléfono público lo haga con un guardia al lado, para evitar que mande órdenes a través de razones o del llamado voz a voz.
Los guardianes del Inpec que lo custodian son rotados con regularidad para evitar la familiaridad entre ellos y el detenido. Esa es una decisión que se tomó también en pro de la seguridad de los custodios, que solían ser amenazados si no cedían a las pretensiones de los criminales, poniendo en riesgo no solo su vida, sino la de su familia.
SEMANA conoció que las medidas que han aplicado en contra del Negro Ober han funcionado, pues pasó de ser quien estaba acostumbrado a tener televisor, celulares y a los funcionarios del Inpec a su servicio, a gritar en una celda como loco desesperado rogando que lo saquen de allí. Se da golpes contra las paredes tratando de autolesionarse. La dirección del Inpec ha autorizado la visita de médicos para que lo revisen, siempre acompañado de uniformados del Inpec. Fuentes de la entidad carcelaria cuentan que, cuando llega el especialista, el Negro Ober solo manifiesta que tiene molestias leves en la garganta y muestra claras señales de abstinencia por no poder consumir marihuana durante las últimas semanas.
Gutiérrez, quien durante años fue oficial de la Policía experto en inteligencia antidrogas, ha aprendido a leer los perfiles de diferentes criminales y tiene claro que al Negro Ober le gusta ser protagonista de titulares y, por eso, siempre busca llamar la atención y ejercer su supuesto poder a punta de amenazas. Cada vez que ese hombre ve que en los constantes controles de seguridad que le hacen alguien saca un celular y graba para adelantar el registro de los controles, empieza a amenazar, queriendo ganarse el protagonismo de la cámara.
Exige que su pareja, que fue detenida por la Fiscalía, sea trasladada a una cárcel de Barranquilla, ciudad en la que, por sus tentáculos criminales, él cree tener el control. Y se escuchan insultos desaforados en los que amenaza al director de la Cárcel de La Dorada, en los que le da 24 horas de vida para que ceda a sus pretensiones.
El director del Inpec aseguró que sus funcionarios tendrán todo el respaldo como institución para que puedan denunciar este tipo de amenazas que puedan estar recibiendo en diferentes regiones del país, por lo que asegura estar trabajando en alianzas interinstitucionales con la Policía, la Fiscalía y otras entidades para que este tipo de amenazas no sean más una constante.
“Tengan claro que pueden tener toda la confianza para denunciar este tipo de hechos, ya sea de manera anónima o abierta. Yo como director estoy dispuesto a gestionar toda la articulación posible de las instituciones para proteger la vida e integridad de los funcionarios y sus familias. Porque también seré implacable a la hora de sancionar a los que caigan en hechos de corrupción. Se van a acompañar a los delincuentes, pero dentro de las rejas”, dijo de manera enfática el coronel Gutiérrez, director del Inpec.
Es consciente de que el funcionario que deje entrar un celular a un establecimiento carcelario es capaz de dejar entrar un arma. Por el caso del Negro Ober hay seis funcionarios de la cárcel de Palogordo investigados. El director de esa prisión fue removido del cargo, no por demostrar que sea culpable de corrupción, sino porque es la responsabilidad de un director mantener el control.
El plan que está diseñando el coronel para combatir la extorsión desde las cárceles y que, espera, sea estipulado como protocolo, un modelo operacional para tratar delincuentes de alto perfil, para que se mantenga aun cuando él ya no esté en la institución, tiene al menos 4 pasos clave:
1. Caracterización: que consiste en identificar a las personas privadas de la libertad de interés criminal que, por su alto perfil delincuencial, seguirían extorsionando y atemorizando a la población desde las cárceles. Definir a qué estructuras pertenecen y el modus operandi.
2. Focalización de esfuerzos y responsabilidades: en este punto es importante resaltar que la responsabilidad principal recae sobre los directores de centros penitenciarios, pues son puestos de responsabilidad y que son de libre nombramiento y remoción. Son ellos los que, con sus directrices, tienen que garantizar el control de sus celdas. Los guardianes también serán investigados disciplinariamente, en caso de irregularidades.
3. Traslados y sanciones: como ya se empezó a implementar en el caso del Negro Ober, que incluye operativos diarios, sanciones en visitas conyugales y demás, sanciones en redención de penas, horas de sol y comunicaciones controladas o vigiladas.
4. Articulación con las autoridades: el director del Inpec pide el acompañamiento de la Policía Nacional, Fiscalía, Procuraduría y otras entidades, en la articulación de los esfuerzos para frenar la cadena delincuencial y no dejar solo al Inpec, pues la capacidad investigativa de las otras instituciones complementa la labor que se hace en los centros carcelarios, y así entender que esos temas de seguridad no se focalizan únicamente en el Inpec.
Frente al primer punto de caracterización, SEMANA conoció en primicia el nombre de las 10 personas privadas de la libertad que están bajo la lupa del Inpec por su interés criminal:
1. Juan Gabriel Poveda Quintero, alias Juanito.
2. Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias el Negro Ober.
3. Tommy Joel Zerpa Brito, alias Tommy Masacre.
4. Yordy Adrian Poveda Quintero, conocido con su hermano como: Los Juanitos.
5. Ernesto Fabián Poveda Quintero, conocido con su hermano como: Los Juanitos.
6. Juan Manuel Borré Barreto, alias Borré.
7. Orley de Jesús Ibarra Arévalo, alias Arañín.
8. Armando Robledo Moya, alias Chuky.
9. Harol Valoys Córdoba, alias Calvo.
10. Andrés Felipe Marín Silva, alias Pipe Tuluá.
Ellos, a quienes quizá les guste mucho menos el protagonismo, están próximos a recibir el mismo trato del Negro Ober, para cercar la posibilidad de que sus tentáculos sigan victimizando a la comunidad.