Sergio Fajardo y Luis Carlos Vélez
Sergio Fajardo y Luis Carlos Vélez | Foto: Semana video

NACIÓN

“No tengo ninguna descalificación para poder actuar en política”: Sergio Fajardo

El precandidato a la presidencia de Colombia sostiene que no quiere pensar que se trata de una persecución política y asegura que se hicieron todos los procedimientos de rigor relacionados con los préstamos adquiridos durante su administración como gobernador de Antioquia.

Luis Carlos Vélez
10 de abril de 2021

Luis Carlos Vélez: ¿Cómo recibe la determinación de la Fiscalía?

Sergio Fajardo: Tengo varias sensaciones. Yo me entero de que la Fiscalía va a proceder a hacerme una imputación de cargos. Para una persona común estos términos son impresionantes. La palabra imputación tiene una connotación muy potente, muy fuerte. Y describen dos cargos. Yo no tenía el más mínimo anuncio y me tengo que enterar por los medios de comunicación. Toda la Semana Santa tuve que pasarla pensando en todo lo que tiene que ver con el caso, hablando con personas, una cantidad de mensajes y de apreciaciones en el mundo digital. Mucha solidaridad y muchas contradicciones y diferencias conmigo, como líder público y como persona que tiene una responsabilidad con la sociedad colombiana. He estado atendiendo todo esto con el espíritu tranquilo y la convicción de que debo responder como funcionario por mis actuaciones, respetando la institucionalidad, a pesar de que tengo una gran cantidad de lecciones sobre lo que está pasando en Colombia.

L.C.V.: ¿La imputación de cargos es porque usted no compró una cobertura para endeudarse en dólares?

S.F.: La imputación todavía no la tengo. Yo voy a esperar a ver en qué consiste, estoy respondiendo por un título genérico que se anuncia allí. Pero, sobre todo, explicar en qué consistió ese crédito que tuvimos con Findeter e ilustrando a tantas personas que me han querido escuchar. No tengo nada formal todavía.

L.C.V.: ¿Por qué endeudarse en dólares si los ingresos eran en pesos?

S.F.: Nosotros llegamos a la gobernación de Antioquia el primero de enero de 2012 y el departamento tenía una deuda interna en pesos y dos créditos en dólares. Uno con el BID para infraestructura del departamento y otro con el Banco Mundial para un proyecto educativo. Ninguno de esos dos créditos tenía ningún tipo de cobertura. Cuando llegamos miramos el perfil de la deuda que teníamos y lo que buscamos fue cambiar ese perfil y buscar mecanismos para aliviar y tener mayores recursos con el fin de avanzar en nuestro plan de desarrollo. Eso lo hace cualquier gobierno y es natural y razonable. En ese proceso nos encontramos con Findeter, que es una institución que tiene como tarea ayudar a municipios y departamentos en el manejo de sus finanzas, y buscar ayuda para que los entes territoriales tengan una mejor condición financiera.

L.C.V.: ¿Findeter?

S.F.: Con Findeter se discute y se analiza la situación financiera y se llega a la conclusión de que tiene sentido pasar una parte de la deuda que está en pesos a dólares. Eso, por supuesto, tiene que pasar por la Junta Directiva de Findeter con todos los estudios con respecto a la viabilidad de esa operación. En primer lugar, el préstamo que tenía era con una tasa de interés de 6,6 por ciento a cinco años. El que obtuvimos en este proceso con Findeter era con una tasa de 5,3 por ciento a diez años con tres años de gracia. Si no hubiéramos obtenido la cobertura, habría sido un préstamo con una tasa de interés de 10,56 por ciento y con un plazo mucho más corto porque esos préstamos no se hacen a largo plazo. Todo eso se hizo con el análisis del comportamiento del dólar, de sus indicadores con el marco fiscal de mediano plazo del Ministerio de Hacienda, las proyecciones de Planeación, los estudios del comité financiero y técnico que nosotros creamos en el departamento. Se llegó a la conclusión de que eso tenía sentido, que era bueno para el departamento y fue aprobado por Findeter.

L.C.V.: Es decir, hubo procedimiento, no fue una conducta negligente…

S.F.: Por supuesto que hubo procedimiento. Esto es un préstamo, ese crédito tiene unas condiciones especiales y lo hicimos de manera diligente de acuerdo con la normativa vigente.

L.C.V.: ¿Una imputación como esta tiene precedente?

S.F.: Yo nunca en la vida había escuchado de investigaciones de esta naturaleza. Imagínese cuántas operaciones se hacen en dólares en Colombia. A manera de ilustración, nosotros recibimos dos créditos en dólares que no tenían ningún tipo de cobertura. Sin duda no es algo común que se haya discutido públicamente.

L.C.V.: ¿Usted cree que esto es político, que es una persecución política?

S.F.: Yo me he hecho el propósito de no tener el marco mental de que esto es una persecución política en mi contra. Colombia tiene una crisis muy profunda asociada con dos factores. Uno, las desigualdades sociales, que tienen unas implicaciones que la pandemia ha descubierto con unos rasgos de injusticia. Y, dos, el tema de la corrupción. Todas las encuestas muestran la molestia que tienen las personas con la corrupción y eso está asociado a una falta de confianza en las instituciones. Perder la confianza en las instituciones es el daño más grande en la sociedad. Hoy en Colombia cualquier actuación en la justicia siempre tiene el manto de duda sobre esta persona que está tomando tal o cual decisión. La gente piensa, ¿de qué grupo es, a quién quiere proteger, a quién quiere hacerle daño? Y el costo de ese malestar ciudadano y con la desconfianza en las instituciones es muy grande. Yo soy consciente de la responsabilidad que tengo por ser una figura pública, tengo que responder a las instituciones y voy a responder en donde me toque, como lo he hecho hasta ahora. No voy a actuar bajo la hipótesis de que esto es una persecución política y voy a pensar que es una actuación honesta, transparente y limpia de quienes tienen la responsabilidad de la justicia y en particular, en este caso, de la Fiscalía.

L.C.V.: ¿Esta investigación de la Fiscalía tiene como origen una denuncia de la administración de Luis Pérez Gutiérrez?

S.F.: Sí. Es parte de una forma en la que he sido atacado de manera sistemática por una administración en la que han utilizado la mentira y la trampa permanentemente para atacarme a mí como figura pública. Lo primero que dijeron es que yo había dejado a Antioquia en la quiebra. Una parte importante de los recursos que tiene la Gobernación de Antioquia vienen de la fábrica de licor del departamento. La fábrica de licor vende a través de distribuidores que hacen compromisos con los entes territoriales y es un recurso muy importante para la Gobernación. Cuando el señor Pérez ganó, llamó a los distribuidores a decirles que no podían hacer los últimos depósitos y amenazó con destituir a los que lo hicieran. Lo que ocurrió fue que esos distribuidores, asustados por esa amenaza, incumplieron con los depósitos con mi administración en la última parte. Al no cumplir, ahí se quedaron unos recursos que no estaban para diciembre y con eso dijeron que era que yo había dejado al departamento quebrado. Yo denuncié eso en ese momento. Cuando el gobernador llegó en enero, todos cumplieron y entonces ya estaban los recursos. Ese es un ejemplo de cómo operan ellos.

L.C.V.: ¿Por qué cree que esta investigación toma tracción en este momento político cuando usted es uno de los candidatos que más opciones tiene ahora en Colombia?

S.F.: Yo no puedo responder. No sé por qué. Esto ocurrió en diciembre de 2013. Y viene desde 2016, pero no soy capaz de decir por qué.

L.C.V.: ¿Políticamente esto lo afecta?

S.F.: No, no me afecta; pero para mí, en términos personales, es difícil. No es agradable tener que responder, esto genera una tensión, las personas cerca de uno sufren con todo esto, pero eso alimenta la convicción política de que Colombia tiene que cambiar, de que va a cambiar y ese malestar ciudadano nosotros lo tenemos que interpretar en un cambio político en nuestro país. Reafirmar los principios que siempre he defendido cuando empecé a participar en la parte política.

L.C.V.: ¿A quién beneficia la investigación?

S.F.: No sé a quién beneficia. Yo voy a actuar como he tenido que actuar. La verdad y la decencia siempre salen adelante aunque a veces se demoren. Soy consciente de la responsabilidad que tengo con el país. Quiero participar con la coalición, en la consulta de marzo del año entrante, espero ser la persona escogida para liderar a Colombia e ir a las elecciones.

L.C.V.: ¿Este escándalo lo descalifica legalmente para seguir con su campaña política?

S.F.: No. Yo no tengo ninguna descalificación para poder actuar en política. Yo soy respetuoso de todo lo que tengo que responder. Debo responder por mis actos porque siempre he reclamado transparencia para el ejercicio público. Voy con la mente en alto a partir de mi dignidad como persona, de mis convicciones como figura pública. Es lo que estoy haciendo y voy a hacer.

L.C.V.: Sus enemigos políticos dicen: si así se enredó Fajardo con la Gobernación, ¿cómo será con la Presidencia? ¿Qué les responde?

S.F.: Puedo responder de varias formas. La primera, y lo digo con el orgullo de haber sido un gobernante, yo fui elegido el mejor gobernador de Colombia con nuestro equipo. Con las notas más altas en el empleo de los recursos públicos y la transparencia de la gestión pública tanto como gobernador y como alcalde. Hemos demostrado la calidad de gobierno que he liderado y ese es un orgullo personal y de la organización política con todas las personas que hemos trabajado. Quienes dicen eso no tienen mi respeto porque dicen mentiras.

L.C.V.: ¿Cuánto cree que va a demorar ese proceso?

S.F.: No sé, pero espero que sea un plazo razonable. Que me llamen a donde tenga que ir para exponer mis argumentos que demuestran que actuamos de manera correcta. Ojalá sea pronto. En Colombia pasa mucho que se inician juicios de esa naturaleza, se dejan los datos en el aire, pasan los años y no existe ninguna responsabilidad con las personas que están sometidas a ese tratamiento. Yo espero honestidad de quienes están liderando desde la justicia los cargos que quieren imputar y transparencia en las actuaciones para que, con garantías, pueda demostrar la forma correcta en la que he actuado como gobernante. n