A nombre del Estado, presidente Santos pidió perdón por masacre de El Salado

El presidente Juan Manuel Santos pidió este viernes perdón por la masacre de El Salado, uno de los hechos más sangrientos y despiadados de la historia reciente de Colombia, cometida por paramilitares en febrero del año 2000 .
 
Vea el artículo El eterno retorno de El Salado.
 
"Vengo a decirles a las víctimas perdón, les pido perdón a nombre del Estado, a nombre de toda la sociedad, (porque) esas masacres nunca han debido suceder", expresó Santos durante un acto oficial en ese corregimiento del departamento de Bolívar.
 
"Ahí hubo omisión por parte del Estado, todo tipo de falencias, como las hubo durante tanto tiempo", reconoció el mandatario en la misma cancha de fútbol en la que fue asesinada la mayor parte de los campesinos. 
 
Vea el multimedia Esa guerra no era nuestra.
 
"Pero por eso mismo estamos tan empeñados en poder reparar en la medida de lo posible ese dolor (...), mirar para adelante, poder sanar las heridas y buscar el progreso", puntualizó Santos.
 
El presidente viajó a El Salado para encabezar la entrega de subsidios económicos a 63 campesinos desplazados por la violencia, para que puedan comprar 402 hectáreas de tierra y realizar proyectos agropecuarios, especialmente de siembra de tabaco, maíz y melón.
 
Con este paso, el gobierno colombiano busca poner en marcha el plan de consolidación de los Montes de María.
 
“Tengan la absoluta seguridad que el Gobierno Nacional, empezando por el Presidente de la República, va a estar detrás de ustedes como está el sector privado. Y que ustedes y nosotros, todos juntos, vamos a lograr ese futuro mejor que todos hemos añorado durante tanto tiempo”, concluyó Santos Calderón. 
 
Ver el documento Así se reconstruye el Salado, de Fundación Semana.
 
Desde hace dos años Fundación Semana y sus aliados comenzaron a trabajar en el proyecto de reconstrucción económica y social del corregimiento de El Salado.
 
Este proyecto busca convertirse en un modelo de intervención publico – privada proyectado a 5 años cuyo fin es demostrar que con voluntad política se puede lograr transformar un lugar símbolo de la violencia en un lugar símbolo de la reconciliación. 

En estos momentos el proyecto se ha convertido en una gran alianza de más de 60 entidades entre sector público, sector privado, organizaciones del sector social y organismos de cooperación internacional, cuya única motivación es hacer del país un lugar mejor al que encontraron.