Nación
“Nos preocupa que se frustre ese sueño”: Cámara de Comercio de Cartagena sobre canal del Dique
Una de las preocupaciones se concentra en el componente económico. También se teme que, de no aprobarse el megaproyecto, la sedimentación ocasione el cierre de la bahía de Cartagena.
Este viernes, el Congreso de la República se trasladará al sur del departamento del Atlántico. En el municipio de Santa Lucía se instalará la Comisión Accidental, conformada por nueve integrantes del Senado y la Cámara de Representantes, para evaluar el proyecto de la APP canal del Dique y su impacto social, ambiental y económico en la zona de influencia.
En el encuentro participarán la comunidad, autoridades del ámbito nacional y departamental, y miembros del gabinete presidencial, como el ministro de Transporte, Guillermo Reyes. También diferentes agremiaciones como el Comité Intergremial de Bolívar y la Cámara de Comercio de Cartagena.
Las expectativas son grandes. Por más de 50 años, el canal del Dique ha protagonizado mesas de diálogos, estudios y debates, pero hasta la fecha no se ha materializado el megaproyecto.
Y cuando las futuras obras estaban por adjudicarse, el proceso decidió suspenderse hasta el 12 de septiembre.
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“Desde décadas atrás se venían contratando estudios de 200 millones, de mil millones. Eran estudios pequeños. Pero hasta que no ocurrió esa catástrofe ambiental, que en cualquier momento puede repetirse (la tragedia del 2011), no se asignó un presupuesto como el que se está asignando”, dijo Juan Ricardo Noero, presidente del Comité Intergremial de Bolívar.
El proyecto es pionero en Latinoamérica y contará con una inversión por el orden de los 3,1 billones de pesos. En agosto se tenía prevista su adjudicación al único proponente que se presentó, la empresa española Sacyr, pero el proceso de aplazó.
“Es una decisión prudente, necesaria y no podemos poner en riesgo a las comunidades ni al tema ambiental”, explicó en su momento el jefe de la cartera de transporte.
El anuncio generó preocupación en algunos sectores. Ante el nuevo escenario, desde la Cámara de Comercio de Cartagena reiteraron su disposición para trabajar en conjunto con las autoridades competentes en el área.
“Ahora más que nunca esta iniciativa está muy cerca de convertirse en una realidad. No se puede dejar perder la oportunidad. Nosotros simplemente queremos que sea una reunión donde efectivamente se genere un diálogo y se puedan aclarar todas las dudas”, dijo Juan Pablo Vélez, presidente de esa organización, quien resaltó los beneficios que traería el megaproyecto: progreso para el agro, solución definitiva a las inundaciones, mejoras en la pesca, potencialización del turismo y protección para la fauna, la flora, la bahía de Cartagena, Barú, islas del Rosario y las distintas ciénagas, que durante años se han visto afectadas por la sedimentación.
“Estamos muy preocupados en que este proyecto no se materialice. Que ese sueño quede frustrado. Creo que todas las condiciones están dadas para hacerlo realidad”, anotó Vélez.
Desde el componente económico, una de las principales preocupaciones se concentran en el avance de la sedimentación. Diferentes gremios advierten que si la problemática se acrecienta, puede ocasionar el cierre de la bahía de Cartagena, por donde se maneja el 50 % del comercio exterior.
“Sin el dragado constante, se colmata la entrada de la bahía afectando al corregimiento de Bocachica, que es por donde entran y salen los buques que transportan mercancía”, precisó la Cámara de Comercio distrital.
El puerto de Cartagena es uno de los más importantes de Colombia, Latinoamérica y el Caribe. Así lo muestra el ranking de movimiento portuario calculado por la Cepal en 2012, donde ocupa el puesto 4 de 80 puertos principales.
“Hace 80 años la bahía de Cartagena estaba llena de corales y desde que el dique empezó a botar el barro comenzaron a morir todos los corales”, señaló Juan Ricardo Noero.
También recalcó las proyecciones de la ciencia, cuyas predicciones lo llevan a concluir que en siete u ocho años “Cartagena será como Barranquilla por la sedimentación”.
La ejecución de las obras incluye, entre otros, un sistema de esclusas y compuertas para evitar la entrada no controlada de grandes cantidades de sedimentos y caudal. Dos esclusas estarán en Calamar y Puerto Badel; también tendrá compuertas en Calamar.
La ejecución de estas obras, como su respectivo mantenimiento, se hará a través de una concesión que tendrá un plazo de 15 años y estima la generación de 61.766 empleos entre directos e indirectos en la zona.
La población beneficiada con este proyecto será de 1,5 millones de habitantes de 19 municipios del Atlántico, Bolívar y Sucre.