Nación
“Nos vamos a tomar la cárcel”, privados de la libertad en Cómbita denuncian que los tienen aguantando hambre
La Uspec adjudicó millonarios contratos para el suministro de alimentos en las cárceles, pero el arranque salió mal. Las advertencias estaban hechas.
Los privados de la libertad en la cárcel Cómbita, en Boyacá, están aguantando hambre. Así lo dejaron consignado en varios videos y correos dirigidos a la dirección del Inpec. Advierten que desde el mismo día que el nuevo operador, cuyo contrato fue recientemente adjudicado por la Unidad de Servicio Penitenciarios - Uspec, no logró cumplir con su compromiso de entregar los alimentos.
El nuevo operador de alimentos arrancó su servicio el pasado 5 de diciembre, luego de un proceso de licitación muy cuestionado, incluso objeto de investigación por los entes de control. Las advertencias fueron inocuas, pues el proceso siguió y a pesar de las denuncias, los contratos se adjudicaron.
Los privados de la libertad están recitando la frase de que “si así fue el desayuno, no se imaginan el almuerzo”, con una completa ironía porque ni siquiera recibieron la primera comida del día. Acto seguido llegaron las advertencias de tomarse la cárcel tras el incumplimiento del operador de alimentos.
Es justo lo que advertían quienes denunciaron las presuntas irregularidades en el proceso de licitación, y que se hizo realidad, por lo menos, en el arranque del contrato. Lo que no entiende es cómo las autoridades de control y la misma Uspec, no tomaron las medidas correspondientes para evitar lo que ahora está ocurriendo.
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“Nos encontramos en una grave crisis alimentaria desde el día 6 de diciembre cuando recibió contrato la nueva empresa, hoy 11 de diciembre la situación entiende empeorar porque no hemos desayunado y según nos informan del área del rancho no hay alimentos para el almuerzo”, dicen los privados de la libertad.
Luego de las denuncias en video, que hicieron los privados de la libertad desde la cárcel de Cómbita, el Inpec advirtió y confirmó que efectivamente los detenidos llevan varios días sin el suministro de los alimentos, al parecer, porque el nuevo operador no tenía la capacidad para cumplir con las condiciones propias del contrato.
“Hace unos días se hablaba del cambio de unos requisitos para poder contratar con la USPEC, y actualmente tenemos una crisis muy grande en Cómbita, teniendo en cuenta que llevan 8 días aguantando hambre. Estuvimos en Cómbita hablando con los operadores, con el consorcio, pero hoy en día no están cumpliendo ni con el gramaje, ni con los horarios”, sostuvo el director del INPEC.
Por su parte, la Uspec, entidad encargada de vigilar o responder por los incumplimientos del operador de alimentos, aseguró que tomaron contacto con los contratistas y se fijaron unas mesas de trabajo para entender qué está ocurriendo y cuáles son las soluciones que se plantean, porque lo que está en juego es la alimentación de los privados de la libertad.
“Respecto al operador UT Andino Colombiano, el área de logística de la USPEC ha hecho dos requerimientos oficiales al representante legal para que nos den garantía de cumplimiento de las obligaciones contractuales que incluyen la óptima prestación del servicio en cuanto a calidad, inocuidad y oportunidad”, dijo la Uspec.
En su momento la Fundación Cárceles al Desnudo radicó derechos de petición, que al mismo tiempo, se convirtieron en denuncias remitidas a las autoridades de control, como la Procuraduría y la Fiscalía, que advirtieron los elementos de prueba. Los denunciantes aseguraron reuniones entre funcionarios de la Uspec y algunos contratistas, cambios en los pliegos de condiciones y hasta entrega de documentos falsos para certificar experiencia.
“Hemos recibido la denuncia de un contratista de alimentos que advierte presuntas presiones indebidas ejercidas por la Unidad de Servicios Penitenciarios para la adjudicación casi a dedo de los contratos que están en juego en la licitación pública para la distribución de los grupos y los respectivos contratos”, señala la Fundación Cárceles al Desnudo en un derecho de petición.
La preocupación del Inpec y que se convierte en la amenaza de motín entre los privados de la libertad de Cómbita, tiene en alerta a la guardia penitenciaria, pues resulta de extrema gravedad la situación que afecta derechos fundamentales y tan básicos como la alimentación. La Uspec insiste que estarán atentos para subsanar el problema que ahora afecta la seguridad y salud de los detenidos.
“La USPEC continuará haciendo un seguimiento riguroso a los contratistas prestadores del servicio de alimentación, reafirmando los estándares de calidad para ofrecerle a los Privados de la Libertad un servicio digno y óptimo que dé garantía de sus derechos”, señaló la Unidad de Servicio Penitenciarios.
A pesar de los anuncios de vigilancia y control, los privados de la libertad que hablaron con SEMANA insistieron que el problema persiste, lo que lleva a advertir que la toma de la cárcel será una realidad si no se resuelve tan delicada situación.