En las elecciones de EE. UU. las noticias falsas tuvieron más alcance y cifras más abultadas en internet que los reportes sobre los mismos temas de medios como The New York Times y CNN. | Foto: Semana.com

REDES SOCIALES

La “muerte” de Timochenko, el “secreto” de Íngrid Betancourt: la amenaza de las noticias falsas

Aunque el contenido engañoso no es nuevo en la web, hay un fenomenal crecimiento desde la última campaña presidencial en EE. UU. ¿Qué pueden hacer los usuarios para no hacer parte de las ‘fake news’?

Fabián Cristancho *
10 de marzo de 2017

Quienes entraron a Twitter el pasado 3 de marzo se encontraron con una etiqueta por lo menos llamativa. En la barra de tendencias  -los temas más populares del momento-, se leía “#TimochenkoQEPD”. En centenares de mensajes se hacía referencia a la supuesta muerte del líder de las FARC. El mismo grupo se encargó de desmentir la información y luego de informar sobre el impasse cardíaco que tuvo Rodrigo Londoño Echeverri, que con precisión había ocurrido hacía dos años.

Una de las supuestas fuentes de la falsa muerte de ‘Timochenko’ fue una imagen de la cuenta en Twitter de El Espectador. Consultados por Semana.com, confirmaron que el trino es un montaje.

Luego el mismo afectado publicó fotos, rozagante y acompañado de varias mujeres, mientras celebraba el día de la mujer con las “camaradas” en La Habana, Cuba.

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La excandidata Íngrid Betancourt y el exembajador Luis Eladio Pérez también tienen su cuota en esta creciente oleada de noticias falsas en Colombia. Un portal llamado ‘Efecto universal’ publicó una noticia claramente malintencionada sobre un episodio entre Pérez y Betancourt mientras estaban en cautiverio por las FARC. Pero el asunto fue más allá cuando tomaron la cuenta en Facebook de Luis Eladio y compartieron esa ‘noticia’ desde su perfil. Una de sus hijas, ante la imposibilidad de tomar control de la cuenta, escribió: “Importante: a mi padre, Luis Eladio Pérez le han clonado esta página. Él no ha compartido este enlace, muy por el contrario, estamos indignados con el mismo”, dejó en los comentarios Carolina Pérez.

Hasta el momento la nota sigue ahí, haciendo de las suyas como todos los trinos sobre la falsa muerte de ‘Timochenko’. También siguen rodando las del hombre al que habrían asesinado por contar spoilers sobre Star Wars, la demanda a una esposa por tener hijos feos y que Facebook cierre cuentas por mala ortografía. Aunque las noticias falsas ya tienen una amplia trayectoria en internet, hubo un bautizo grave y oficial en Estados Unidos.

Fake news made in EE. UU.

En medio de los momentos más complejos de la campaña por la presidencia en EE. UU. que se disputaban Hillary Clinton y Donald Trump, las noticias falsas tomaron una fuerza inusitada. El  caso del ‘pizzagate’ empezó como una noticia falsa en las pantallas y evolucionó a violencia real, con armas reales.

Su fuente fue una noticia falsa ampliamente compartida y dada por cierta

Edgar Madison Welchn viajó desde Carolina del Norte a Washington para enfrentar una supuesta red de abusos sexuales a menores donde estaban involucrados Clinton y su asesor John Podesta, que, según la información, funcionaba desde el restaurante Comet Ping Pong. El hombre entró a la pizzería, armado, buscando responsables. Su fuente fue una noticia falsa creada por un anónimo, ampliamente compartida y dada por cierta. Las autoridades calificaron el episodio de absurdo.

Lea: El ‘Pizzagate’ prueba el peligro de las noticias falsas 

También hubo revuelo en las redes sociales con la teoría de que algunos senadores del partido Demócrata estaban buscando imponer la sharia –ley islámica– en Florida. La audiencia rápidamente adaptó a varios formatos esa información y se hizo real hasta que la desmintieron las fuentes oficiales.

Si bien hubo un cúmulo de factores para que ganara Donald Trump, algunos analistas le achacaron puntos a favor al magnate por cuenta de este fenómeno que golpea fuerte y de forma brutal a la opinión.  

Expertos y periodistas, alarmados

Por estos días no es extraño que una noticia falsa con una fuente cualquiera tenga mayor repercusión que una real por canales con tradición. Javier Darío Restrepo, periodista, escritor y abanderado de la ética en el periodismo colombiano, analizó el tema para Semana.com. Restrepo sostiene que “los medios de comunicación, sobre todo los digitales, han formado a la gente para consumir noticias rápidas, perceptibles con la vista y el oído, con los datos esenciales y sin profundidad. O sea noticias que gusten, como debe ser la mercancía de consumo. De ahí a aceptar y disfrutar la noticia que encaje en los gustos políticos, deportivos, culturales o sociales. La realidad y la verdad no importan”, dice el maestro.

Para Hernán Restrepo, de la Red Ética Segura de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), los estrategas políticos se dieron cuenta de que las noticias falsas son una “poderosa herramienta de manipulación de la opinión pública que puede incidir en eventos como las elecciones”. Además, recalca que son un buen negocio porque cuando “una noticia falsa que se viraliza puede generar demasiado dinero”. Lo que pone en evidencia que no sólo hay fines políticos o de odio en esta oleada y que hay más actores incentivando este tipo de contenidos.

Hace poco en entrevista con Arcadia, Alejandro Santos, director de SEMANA, apuntó sobre las fake news que “quienes defendemos la información veraz debemos en efecto pensar en cómo combatir esta oleada de falsa información. Tenemos que buscar fórmulas, de manera individual o colectiva, para descontaminar y elevar el debate público”. (Lea la entrevista completa aquí)

"La realidad y la verdad no importan"

Colombia empezó el 2017 con noticias políticas de gran calado y en los próximos meses los partidos, los candidatos y los escándalos de ellos ocuparán portadas y titulares de los grandes medios. En ese río revuelto, hay profesionales de la mentira listos para pescar. “Las estrategias de noticias falsas son predecibles en elecciones. Buscan apuntar al flanco más débil del ser humano que es el miedo y a partir del miedo generar movilización”, le dijo un periodista de El Tiempo a este portal. Hecho que recuerda a los rumores levantados durante el plebiscito por la paz, en su mayoría apelaban al temor.

Jennifer Rodríguez, editora de redes sociales de El Espectador, una de las marcas usadas ilegalmente para potenciar la supuesta muerte de ‘Timochenko’, dice que “a veces la gente sólo se queda con el título” y considera que “los medios deben incentivar a sus audiencias para que se lea más allá y se culturice a los usuarios”.

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Las noticias falsas parecen haber evolucionado de las cadenas de correo electrónico que pedían oraciones por niños con enfermedades inexistentes y cuyo público más vulnerable eran las personas mayores que apenas se estaban sumergiendo en la red. Ahora toda la escala social está bombardeada por varios frentes con este tipo de informaciones y se empiezan a tocar las alertas frente a las elecciones presidenciales en Colombia del 2018, justo como sucedió hace unos días en Ecuador. ¿Qué hacer?

Definición, identificación, eliminación

Para el periódico británico The Guardian, las noticias falsas son “en su forma más pura, la falsa información que está completamente confeccionada, manipulada para parecerse al periodismo creíble y atraer la máxima atención y, con ella, los ingresos publicitarios”. Una definición que se ha ido actualizando mientras los hechos son cada vez más graves y tocan la realidad de forma profunda.

Y no es exageración. Siguiendo en las elecciones de Estados Unidos, BuzzFeed encontró que las noticias falsas tuvieron más alcance y cifras más abultadas en internet que los reportes sobre los mismos temas de medios como The New York Times y CNN. Algo realmente preocupante.

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Aunque no es fácil identificar una información falsa, hay unos patrones que se pueden seguir para comprobar la veracidad de la información. Por ejemplo, los títulos son atractivos en extremo, apelan a los sentimientos (como rabia, tristeza o frustración) y suenan muy extraños para ser verdad. Ese tipo de noticias están alojadas en portales o páginas con nombres parecidos a los reales o con logotipos populares sutilmente manipulados, no es una fuente confiable y por ello su contenido se debería mirar con lupa.

Para no incentivar la desinformación los usuarios pueden hacer uso de varios tips para confirmar la noticia. El primero es la responsabilidad al compartir información. Compartir va más allá de un ‘me gusta’, es casi una validez implícita para todos los contactos de la esfera social. También es importante rastrear y sopesar la credibilidad de la fuente, buscar más fuentes con palabras claves en Google y leer los comentarios adicionales a la publicación.

"Los periodistas deben enseñar a sus receptores de información la práctica de la duda"

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Para el maestro Javier Darío Restrepo, “el rigor informativo es una medicina eficaz para la salud quebrantada de la verdad informativa. Más que nada el periodista debe dudar de todo y enseñar a sus receptores de información la práctica de la duda, bajo la convicción de que todo poderoso miente, mientras no se demuestre lo contrario”.

La sátira, harina de otro costal

Portales de sátira reconocidos como The Onion, The Daily Currant, El Deforma y Actualidad Panamericana en Colombia son generadores de noticias venenosas y sarcásticas sobre realidades falseadas con hipérboles o exageraciones. Gran parte del contenido se desborda en humor y con seguridad llegan a confundir, pero la mayoría de ellos hacen la advertencia de que su contenido no es real.

Un integrante del equipo de Actualidad Panamericana le dijo a Semana.com que “mientras unos buscan generar odio o emociones para movilizar masas con fines políticos para aglutinar personas en torno a un proyecto o un líder, nosotros buscamos sentar una opinión, invitar a reflexionar o plantear una crítica pero no tenemos una agenda política o partidista”.

Este tipo de portales están en otra categoría pues no son generadores de odio sino de hilaridad; aun así, su existencia hace parte del debate pues en plata blanca generan ganancias y alcance con noticias no tan ciertas.  

* Periodista de Semana.com 

@HFCristancho