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Novio de Catalina Leyva habló en exclusiva para SEMANA y explicó por qué se demoró tres horas en reportar su ubicación

Andrés Cárdenas fue la última persona que la vio con vida antes de que su cuerpo fuera hallado en un potrero en la localidad de Ciudad Bolívar, sur de Bogotá.

Redacción Semana
15 de diciembre de 2024
Catalina Leyva y su novio Andrés Cárdenas.
Catalina Leyva y su novio Andrés Cárdenas. | Foto: Foto: Redes sociales Andrés Cárdenas

Catalina Leyva era una joven de 24 años que el pasado 8 de noviembre apareció muerta en un paraje cerca al barrio El Perdomo, en el sur de Bogotá, después de que su novio la dejó en ese sector para cumplir con una entrevista laboral. La Fiscalía ya tiene el caso y ahora trata de encontrar al responsable de abusar, golpear y asesinar a la mujer.

SEMANA habló con Andrés Cárdenas, el novio de la víctima y la última persona que la vio con vida. Dio su versión de la historia y explicó por qué se demoró tres horas desde el momento de la desaparición para recordar que se compartían la ubicación de los celulares. Así fue como la Policía logró hallar el cuerpo sin vida de Catalina, en una zona rural de la localidad de Ciudad Bolívar. La familia de Leyva hoy exige justicia.

Catalina Leyva
Cita con la muerte: una joven fue asesinada tras presentarse a una entrevista laboral. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA / SEMANA

SEMANA: ¿Usted tuvo alguna sospecha sobre la entrevista de trabajo a la que ella iba?

Andrés Cárdenas: Yo no le vi nada de problema, ya que como te dije, Catalina era estudiante, trabajadora, era una chica muy echada para adelante. Y yo nunca le vi el problema de que ella siguiera de pronto mirando más oportunidades para salir adelante.

SEMANA: ¿Catalina iba a una entrevista de trabajo de qué?

A.C.: No sé.

SEMANA: ¿Ella no le contó nada?

A.C.: No me contó nada, solamente me dijo, ‘amor, es una entrevista de trabajo, no te preocupes’. ¿Por qué no me preocupé?, porque como te digo, era una mujer muy de casa, muy de estudios, muy de familia, muy de como estar en sí misma. Y no le veía nada de problema, siempre me decía, porque ella obviamente con esto se pagaba su universidad, pagaba su moto, pagaba las pastillas de los perros. Entonces yo nunca le vi problema de que ella tuviera de pronto más trabajos, a pesar de que yo a veces la ayudaba.

SEMANA: Hay una versión sobre un estudio webcam. ¿En algún momento ella estuvo metida en ese mundo? ¿Usted supo algo de ese escenario?

A.C.: No señor. Catalina, vuelvo y te digo, era muy enfocada en su estudio y su trabajo. Así, prácticamente las 24 horas del día. Si no estaba trabajando, que trabajaba 6 a 7 horas, y estudiaba otras 7 horas, el resto del día se la pasaba conmigo o se la pasaba con los papás. Pero en ese mundo ella nunca estuvo metida, nunca estuvo involucrada. Y menos que ella me ocultara eso, pues con los dispositivos electrónicos hemos sido muy privados en eso. Yo sé que tú tienes un celular, yo tengo mi celular, es nuestra vida privada. Pero que ella me haya comentado algo, no señor.

SEMANA: Hay unas unas imágenes que encontraron en el dispositivo de Catalina, en el computador, específicamente, donde ella aparece desnuda y las cuales fueron compartidas desde su número de teléfono al número de ella y ella se las reenvió a una mujer identificada como Carolina WC. Esas siglas las han tomado como webcam. ¿Usted sabe algo de esas fotos?

A.C.: No señor.

SEMANA: ¿No tiene información de eso?

A.C.: No, no tengo información.

SEMANA: ¿Usted la lleva a esa entrevista en el barrio Perdomo a qué hora?

A.C.: 8:30 de la mañana.

SEMANA: ¿Y se desaparece a qué hora?

A.C.: El último contacto con ella por WhatsApp fue como a las 9:30 de la mañana

SEMANA: ¿De inmediato usted le avisa a la familia?

A.C.: No señor, porque ella me dijo que era una entrevista de trabajo de una hora. Ya pasado el tiempo, empiezo a comunicarme con ella, escribirle, no me contesta; ya empiezo a alterarme. Ahí es cuando ya comunico a la familia, que si saben algo, que si me pueden ayudar a contactarla, que si me pueden ayudar, contacto a mi familia, contacto al 123. Me acerco, pues porque mi cuñado me dice acérquese a un CAI más cercano y ahí empieza toda la búsqueda.

SEMANA: De las 8:30 de la mañana al primer contacto de la familia ¿cuánto tiempo pasa?

A.C.: No lo tengo presente, casi como una hora, como a las 11:30 de la mañana yo me contacté con ellos.

SEMANA: ¿El contacto con la policía es más o menos a qué hora?

A.C.: 11:35 de la mañana más o menos. O sea, traté medianamente, en mi desespero, tratar de mirar qué hacía, porque no sabía ni qué hacer.

SEMANA: ¿A las 11:35 de la mañana es que usted le informa a la Policía y a la familia que tiene la ubicación de ella y es como logran ubicarla?

A.C.: Nosotros, pues manejábamos lo que es Life360 y por iPhone, porque los dos teníamos iPhone, manejábamos el ‘Encontrar’. Un momento a otro que el ‘Encontrar’ no me avisaba, no me actualizaba la información de ella y Life360 tampoco. Entonces ahí es cuando, o sea, no sé nada de Catalina, me comunico, me voy a donde el CAI y yo me acuerdo que nosotros tenemos la ubicación de cada uno. Y es cuando yo le indico al policía que mire dónde aparece la ubicación de ella.

SEMANA: ¿Usted por qué no la ubicó de inmediato, apenas empezó a sentir que no la encontraba, que no daba con el paradero de ella?

A.C.: ¿Cómo así, me puede repetir?

SEMANA: ¿Por qué cuando empezó a sentir que no la encontraba, que no la ubicaba, que estaba desaparecida, no trató de ubicarla de inmediato por el sistema que ustedes utilizaban para saber en dónde estaba el otro?

A.C.: (Guarda silencio por varios segundo) Bueno, lo que te digo, cuando yo empiezo con todo esto, el desespero no te deja pensar. Creo que es algo humano. Y te lo digo de la parte mía, que traté de manejar las cosas con algo de tranquilidad. Lo primero que hago es llamar a mi cuñado, porque en esta época estábamos como muy unidos con mi cuñado. Le dije: ‘Oiga, ¿sabe algo de Catalina?’ No me contestó. Le dije: ‘Mamá, ¿me puedes ayudar a comunicarme con Catalina?’ No sabía. Llamé al 123, le dije: ‘Ven, es que acabo de tener (sic) a mi pareja, la acabo de dejar en un lugar’. Tengo como tres llamadas, me dieron hasta una línea, que es la de mujeres desaparecidas. No sé qué es. Se me pasó acordarme de las aplicaciones de rastreo. En ese momento mi desespero era saber dónde estaba Cata, con quién estaba, porque antes de que pasara esto, Cata me había mandado un mensaje: ‘Amor. Tengo el celular en 30 %’. me dije: ‘No cargó, no sabe dónde estoy, no me comunica, no sabe de pronto el número de contacto’; de pronto llamó a mi cuñado. Cuando mi cuñado me dijo que no sabía, ya entré en más desespero.

SEMANA: En esa última conversación que usted tiene con Catalina, ¿de qué hablan? Hay una foto de un hombre subiendo aparentemente el cerro en donde a ella la encontraron. ¿Qué fue lo que hablaron específicamente antes de lo que ocurrió?

A.C.: Ella me decía que todo lo que ocurrió era que duraba una entrevista de dos horas. Que prácticamente eso era lo que iba a durar y que no me estresara. Que obviamente ella se sentía como todos cuando van a una entrevista de trabajo, como con esa ansiedad. Pero me decía: ‘Amor, todo va a salir bien, no te preocupes, no te estreses’. Era como: ‘Amor, ya salimos de la entrevista y vamos a hacer nuestras compras que teníamos para hacer para Navidad’.

Esta habría sido la última foto que tomó Catalina antes de ser asesinada.
Esta habría sido la última foto que tomó Catalina antes de ser asesinada. | Foto: Captura de video: Más Allá del Silencio

SEMANA: Esa foto del hombre llevándola en el potrero ¿Qué es? ¿Le contó algo? ¿Para dónde iba? ¿A dónde la llevaban? ¿Qué estaba haciendo?

A.C.: Solamente me mandó la foto y pues como tú le dices El Perdomo, yo no conozco. Nosotros vivimos hacia la zona norte, Catalina y yo. Entonces yo dije: ‘Es Loma’. Yo dije: ‘Pues me imagino que habrá un parquecito por ahí o algo’. Mi cabeza no fue como: ‘Ay, no, se están metiendo por algún lado’. Porque lo que te digo, nosotros vivimos en una zona urbana de la zona norte. Entonces nunca he visto eso y nunca me imaginé nada de eso. Yo El Perdomo lo desconozco.

SEMANA: ¿Usted vivía con Catalina?

A.C.: No y sí. Catalina sí se quedaba mucho en el apartamento. Se quedaba prácticamente una semana, dos fines de semana. A veces se quedaba de tres, cuatro, cinco días. A veces se quedaba en la casa de los papás tres, cuatro días. Catalina era muy de ir acá e ir allá

SEMANA: Dentro de las conversaciones que ustedes sostuvieron en las relaciones, ¿ella algún momento lo alertó de algo? ¿Le contó alguna situación que usted sintiera que la vida de ella estaba en riesgo?

A.C.: No señor.

SEMANA: ¿Nunca?

A.C.: No señor. Lo que te digo, Catalina obviamente me hablaba de trabajo, universidad, parciales. Tengo que entregar estos trabajos y ya.

SEMANA: ¿Cómo podría describir a Catalina?

A.C.: Yo conocí a Cata en el mundo de las motos. Nos conocimos en XRP, en Cajicá, si en Juan Pablo Montoya. Ella ingresó al mundo de las motos hace muy poco y nos conocimos allá por el grupo donde yo pertenecía anteriormente. Ahí empezamos a salir, empezamos a compartir más, empezamos a ir a lugares juntos, ir a eventos de motociclismo como el MotoGP Colombia, ir a interclubes, ir a solo carreritas, ir a batalla de motores. Empezamos a salir progresivamente. Ella tuvo un accidente el 9 de octubre, el cual como que nos unió más.

Era una mujer que algo que se proyectaba lo cumplía. Una persona muy amable, una persona de familia, una persona que era muy exclusiva con su grupo de amistades. Solamente le conocí a Catalina tres amigos específicamente y ya. Es una persona que amaba los animales, amaba salir a viajar. Era un corazón muy grande, donde no le gustaba que tú estuvieras mal, ni triste. Era una persona que te podía escuchar, era una persona que siempre iba a estar pendiente de ti. Que si te faltaba algo, te iba a decir: ‘Amor, podemos salir adelante, no te preocupes’. En sí, era una buena mujer, una buena hija, una buena amiga, una buena nuera, que amaba mucho a mis papás también. Nunca piensas que esto pase en tu vida. Y adicional a eso, era una persona muy soñadora con salir adelante y cumplir sus metas.

Esto es lo que escribió el joven en sus redes sociales.
Esto es lo que escribió el joven en sus redes sociales. | Foto: Redes sociales

SEMANA: ¿Lo del tema de las webcams?

A.C.: Nunca lo había escuchado, no sabía de eso, porque Catalina era aplicada en sus estudios. Estaba cursando la segunda carrera, tenía su buen trabajo, iba cumpliendo cosas con su moto, sacaba adelante a sus perros, porque ella amaba mucho a sus perros. Y estaba muy pendiente hasta de su sobrino, y hasta estábamos muy pendientes de nosotros con nuestro emprendimiento. Entonces esto es muy raro para mí, la verdad.

SEMANA: Esa hipótesis nació a partir del mismo desconocimiento que hay sobre lo que ella estaba haciendo en esta oferta laboral, de que no saben hasta el momento quién era la persona que estaba ahí, de las fotos que han aparecido en su computador.

A.C.: Catalina era una persona muy de casa. Nosotros prácticamente en nuestra relación, sí salimos a fiestas cuatro veces fue mucho. O sea, nosotros salíamos muy poquito a fiestas. Nos gustaba más ir a comer, ir a cine, ir a viajar o hacer otras cosas que fueran diferentes. Nuestro dinero era bien invertido en cosas que nos ayudara a avanzar en nuestra relación. Creo que las dos familias tienen principios y tienen un hogar que es sólido y firme. Y este golpe nos ha dado muy duro, porque Catalina era como el brillo de todas las familias y era alegría aquí, alegría allá. Y era como esa luz de esperanza de que todo va a estar bien.

SEMANA: Ya hay una noticia criminal en la Fiscalía por este caso. ¿A usted lo han contactado de la Fiscalía, de la Policía o de Medicina Legal?

A.C.: No señor. Yo tuve el día de los hechos una entrevista con la investigadora. Me llamó otra vez la investigadora que necesitaba hacerme una entrevista, pues acerca de cómo eran las relaciones familiares interpersonales de ella y económicas. La investigadora que está llevando el caso nos ha estado contactando, como que preguntando, ¿Quién era Cata? ¿Qué hacía Cata? si de pronto tenía amistades que fueran como peligrosas, lo cual vuelvo y te repito, nunca le conocimos a Catalina a este tipo de personas. Catalina no era de salir sola, no le gustaba tanto. Así que nosotros le decíamos como: ‘Amor, ten una vida social, sal, comparte con amistades, comparte’. A Catalina no le gustaba, ella prefería dormir en la casa. Entonces, yo por mi parte solo he tenido como tres contactos con la investigadora. Creo que a mi suegro sí lo han llamado, ha tenido que llevar el computador, pero no sabemos a profundidad nada más.